José Vicente Rangel anuncia por
enésima vez una supuesta gran conspiración contra Venezuela, no se sabe muy
bien quién es el gestor de tan siniestro plan, pero son tan variados los
actores que podría ser medio mundo
José Vicente Rangel, en su última
columna, nos anuncia por enésima vez una gran conspiración contra Venezuela;
tan grande ésta que ni siquiera tiene como objetivo derrocar el gobierno de
Maduro sino despedazar el país, a la manera de Libia, para hacerse de sus
enormes riquezas de petróleo y gas. No se sabe muy bien quién es el gestor de
tan siniestro plan, pero son tan variados los actores que podría ser medio
mundo.
Pero hete aquí que la mayor
prueba de esa paranoica empresa contra nosotros es la sesión del Comité contra
la Tortura de las Naciones Unidas en que de verdad nos dieron una tunda
vergonzosa. Y si el objetivo de los diez expertos que lo componen y nuestras
malvadas ONG especializadas en derechos humanos era el exhibirnos al orbe como
un país de torturadores pues lo lograron.
No solo porque esos expertos lo
son realmente en argumentar e interrogar y nuestras ONG son de una excelencia
de vieja data sino también por la triste y oscura actuación de la
representación gubernamental, encabezada por el hijo del iracundo periodista,
lo que mucho explica sobre la extravagante y demoníaca demolición que concibe
para este paradisíaco país.
Pero se le olvida al periodista
que el Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria de la misma ONU, que por lo
visto es una cueva de rufianes, nos echó otra vaina, la solicitud de
excarcelación inmediata de Leopoldo López y Daniel Ceballos y, de paso,
"de todos aquellos detenidos por ejercer su derecho a expresarse".
Ya que "la prolongada y
arbitraria detención de opositores políticos y manifestantes está causando cada
vez más preocupación a nivel internacional", agrega el vocero. Y de paso
advierte ese Alto Comisionado oye, José Vicente contra "los ataques e
intimidación" a los defensores de los derechos humanos en Venezuela.
Misión igualmente exitosa del Mal por lo visto.
Esto sin duda algo tiene que ver,
como han opinado algunos internacionalistas, con el fallido viaje del canciller
petrolero tratando de ganarse a los socios de la OPEP para rebajar la
producción y subir los precios. Cosa que parece no convenirle a casi nadie,
porque los gringos se pueden alzar con sus esquistos y algunos tienen cierta
holgura económica como para mantener sus mercados sin mucha zozobra; esa que
tenemos nosotros y que nos hace tener horribles pesadillas, como esa de Libia
de José Vicente pero con otros demoledores, vernáculos.
Y se suma a las declaraciones
mortíferas del embajador de la hermana república, que echó por tierra el cuento
de Maduro sobre el asesinato del diputado Serra. Y con los malos modos de los
brasileños por ese tormentoso viaje de Jaua con niñera, revólver, avión ajeno,
suegra e injerencia, que puso a bramar hasta el Congreso carioca y nosotros
calladitos.
Se han fijado ustedes que ya no
vienen presidentes, otros dignatarios o estrellas de algún arte u oficio por
estos lares. Ni Maduro parece gustar mucho de los viajes presidenciales que
tanto entusiasmaban al Otro. Esa especie de soledad creciente que nos está
envolviendo como si fuésemos sujetos poco recomendables, que resultase mejor
tratarnos de lejito.
En definitiva, mucho pasa
adentro, las encuestas fatales para el gobierno, la abstención en el PSUV o las
elecciones de la ULA, para hablar de política reciente y dejar por esta vez,
para evitar la depresión, la catástrofe económica. Pero también afuera, en
nuestra imagen cada vez más deteriorada, menos fotogénica y telegénica, menos
potencia y salvaguarda de la vida en el planeta. Más calamitosa que nunca.
No hay comentarios. on "PAÍS DETERIORADO"