EL CALABOZO DE LA LIBERTAD
Estimada Yaneth:
No tengo el gusto de conocerte.
Lo poco que se de ti, es gracias a la fama que has ganado en estos últimos
días, luego que las autoridades de Brasil te detuvieran en el aeropuerto
Internacional de Sao Paulo, con un revólver Smith and Weson (parecido al que
utilizaba aquella mujer que mató a Pedro Navaja en Nueva York) y cinco
municiones.
He podido leer que desde hace 12
años trabajas como niñera para el señor Elías Jaua, flamante Ministro del Poder
Popular para las Comunas, quien de acuerdo con las declaraciones que ofreciste
a las autoridades de Brasil, sería el propietario de la maleta y del arma que
tú llevabas encima ese día. La prensa dice que tienes 39 años, lo cual quiere
decir que trabajas para el popular “ojitos” desde que tenías 27 abriles.
Estimada Yaneth: me ha llamado la
atención el hecho de que, de acuerdo con el diario Folha De Sao Paulo, tu
arribo al aeropuerto internacional de esa ciudad se produjo en uno de los
aviones de Pdvsa. Eso quiere decir, que no viajaste en vuelo comercial, como lo
hace la gran mayoría de los mortales comunes y corrientes de este país, sino
que te fuiste junto a otros amigos y familiares del Ministro Jaua,
probablemente en un avión Falcon ejecutivo, de esos que Hugo Chávez mandó a
vender por allá por el año 1999, pero que tal parece que no se vendió.
Qué curioso Yaneth: mientras la
gran mayoría de los venezolanos está literalmente “pariendo” para conseguir un
pasaje que le permita viajar al exterior, tú te vacilas junto a la familia Jaua
un avión privado, con todo el lujo y las comodidades, sin colas, sin salas de
espera, sin trámites burocráticos y sin retrasos de ningún tipo. La única
aerolínea que parece no tener problemas en Venezuela, que no ha reducido la
frecuencia de sus vuelos, que no tiene dificultades por la falta de repuestos,
y que no está incluida en la lista de empresas aeronáuticas a las que el
gobierno de Nicolás Maduro le debe la bicoca de 4 mil millones de dólares
americanos es, como la bautizó el colega Nelson Bocaranda, Pdvsa Airlines.
Recuerdo como si fuera ayer aquel
acto transmitido en cadena nacional de radio y televisión en el aeropuerto La
Carlota, a comienzos del año 1999, donde el flamante ministro de la secretaría
de la presidencia, el misteriosamente desaparecido Alfredo Peña, le mostraba al
Presidente Hugo Chávez un cheque enorme, del tamaño de una cobija, en el que se
veía la cantidad de dólares que había recibido el gobierno por la venta de los
aviones de Pdvsa. Ese día, Chávez y Peña le anunciaban a los venezolanos, con
bombos y platillos, que se habían acabado, de una vez y para siempre, las
famosas “colitas de Pdvsa”.
Pocos meses después nos daríamos
cuenta que todo había sido una gran farsa. Chávez no solamente ordenó que se
compraran aviones mucho más nuevos para Pdvsa, sino que él mismo se mandó a
comprar un avión presidencial de última generación, que para aquel entonces,
costó la pendejada de 65 millones de dólares americanos. Las colitas de Pdvsa
no solamente siguieron tal cual, sino lo que es peor: se incrementaron a niveles
exponenciales, hasta el punto de prestarle aviones a Evo Morales, a Manuel
Zelaya y a uno que otro sobrino o ahijado del Comandante Eterno para que se
fuera a dar un chapuzón en la Orchila o en Los Roques.
Apreciada Yaneth: déjame decirte
que muchas “niñeras” en Venezuela y el mundo están desesperadas por ponerse en
contacto contigo. Eres muy popular. Sobre todo después que vieron tus fotos en
el facebook, en Paris, y en México, al pie de la Pirámide del Sol. Hay otras
fotos que te muestran en otros lugares de Europa y muy probablemente en el
Imperio mismo. La Asociación de Niñeras de Venezuela requiere tu asesoría
inmediata para ver cómo hacen las otras niñeras para viajar por el mundo como
lo haces tú y algo muy importante: requieren tu consejo para saber cómo rendir
el pírrico cupo Cadivi, de manera que les alcance para recorrer el globo
terráqueo.
Fíjate: te has vuelto tan famosa,
que cuando ingresé a Google para saber un poco más sobre el extraño caso de la
niñera detenida en un aeropuerto de Brasil, armada y con un montón de
documentos sobre la revolución bolivariana y las trampas que el Psuv pretende
llevar a cabo para tratar de ganar la mayoría en las elecciones parlamentarias
de 2015, tu nombre apareció junto al de niñeras muy famosas como Mary Poppins,
Nanny Mcphee, Fran Fine y la señora DoubTfire, el célebre personaje
inmortalizado por el gran Robin Williams.
Soy de quienes cree, estimada
Yaneth, que debes hablar con el Ministro Jaua y pedirle un aumento de sueldo.
No todos los ministros pueden ufanarse de tener a una niñera armada, con máster
en economía y finanzas para realizar sus viajes al exterior, y con un Angel de
la guarda llamado Dilma, que le consiga un amparo cuando se está en aprietos.
*Gustavo Azócar, Profesor
universitario (ULA Tàchira), escritor y periodista en el estado occidental
venezolano del Táchira; Consultor Politico y Conferencista internacional.
Por: Gustavo Azócar A.
@GustavoAzocarA
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