LA CONTRADICCIÓN DE UNA AMENAZA

Señores que amenazan a los abogados de Derechos Humanos: ¿qué creen ustedes que están haciendo? ¿Saben lo que significa amenazar de muerte a defensores de los Derechos Humanos como José Vicente Haro? (ver http://www.josevicenteharogarcia.blogspot.com/2015/04/sobre-las-amenazas-de-muerte-en-mi.html). Si por pura casualidad forman parte de algún cuerpo de seguridad del régimen, les doy una recomendación gratis: háganse un gran favor, dejen de hacerlo.  Y como creo que de verdad se les dificulta entender este tipo de cosas, no por falta de entendederas sino porque creen por alguna razón estar protegidos por quienes les ordenan esos desafueros, les explico por qué.


Invariablemente todos los regímenes como el que tenemos en la actualidad irremediablemente caen. Eso ya lo traté en una oportunidad el año pasado (ver Caída inevitable en http://ticsddhh.blogspot.com/2014/03/caida-inevitable.html).Y caen precisamente por el atropello persistente a los Derechos Humanos de los ciudadanos realizados por órdenes de personajes que serán invariablemente identificados, así como a sus ejecutores materiales cuando llegue la civilidad a nuestro país. Y tengan la seguridad que llegará.

El comportamiento de regímenes como este ya no es tolerado por la civilización. El manual de cómo proceder desde afuera y desde adentro con quienes atropellan Derechos Humanos ya está siendo seguido por todas las naciones porque el mundo ya cambió. Y para muestra un botón: todavía existen causas abiertas en contra de personajes autores las persecuciones, amenazas y crímenes a los Derechos Humanos de las dictaduras que han caído y vemos que sus protagonistas son enjuiciados nacional e internacionalmente.
¿Y quienes creen ustedes que asumen GRATUITAMENTE la defensa de aquellos a los que NADIE quiere defender? La respuesta es obvia: esos abogados de Derechos Humanos que precisamente están siendo amedrentados y amenazados…POR USTEDES. En otras palabras, no solo es una canallada hacerlo sino que es una soberana estupidez. Disculpen lo directo…
Eso es como si en una guerra se persiguiera como objetivo bélico a los médicos y enfermeras. ¡Por eso nació la Cruz Roja! Previo a su creación, los bandos en conflicto mataban en las guerras a quienes precisamente les ayudaban a sobrevivir. Su fundador Henry Dunant “vio cómo morían los heridos sin asistencia y, ayudado por gente de los pueblos cercanos, se dedicó a socorrerlos: convenció a la población local para que atendiese a los heridos, sin fijarse en qué bando del conflicto estaban, usando el lema “Tutti fratelli” (Todos hermanos) acuñado por las mujeres de la cercana ciudad de Castiglione dello Stiviere (Provincia de Mantua)” (ver http://es.wikipedia.org/wiki/Cruz_Roja) (subrayado nuestro)

Lo que ustedes están haciendo, si alguna vez llegaran a hacer efectivas esas amenazas, es estar matando sin saberlo a la única posibilidad de alguien que vele por sus propios derechos y su propia vida cuando esta pesadilla acabe, como en efecto ha acabado en todas partes del mundo, porque-aunque ustedes no lo crean- la civilización tarda pero llega.
 ¿Qué creen ustedes que están haciendo los Dres. José Vicente Haro, Pierina Camposeo y el resto de los abogados de Derechos Humanos que son amenazados y perseguidos por defender a las víctimas de los atropellos de la neo-dictadura comunista de los hermanos Castro en Venezuela? ¿Qué hizo Marcelo Crovato? Velar por que se proteja la integridad humana de las personas perseguidas, haciendo que se respete el debido proceso y se les de un trato y un juicio justo a las víctimas. Ellos son como una suerte de médicos y enfermeras, de aquellos que originaron la Cruz Roja que existieron en el siglo antepasado, socorriendo sin tomar partido a las víctimas de esa nueva guerra que se ha desatado en contra de una sociedad civil indefensa que protesta ante los atropellos de un régimen totalitario.
 Si por alguna razón se voltea completamente la tortilla y la situación cambia, lamentablemente ocurrirá una condición de perseguidos a la inversa. Y habrá necesidad que los derechos de todos sean debidamente respetados, incluyendo los de quienes persiguieron, amenazaron e incluso asesinaron, que serán objeto de odios y venganzas por parte de una población harta de desafueros. Y habrá la necesidad humana de velar por la vida y la integridad de aquellos que fueron una vez los perseguidores, aunque a muchos les desagrade eso.
 Y serán solo esos adalides de los Derechos Humanos como el Dr. Haro y la Dra. Camposeo, así como todos aquellos que están prestando su concurso profesional para defender a quienes no tienen para defenderse solos, los que velarán porque no los maten o los atropellen, por mas asesinos que creamos que son. Y no les servirá de defensa decir que se les ordenó amenazar, atropellar o incluso asesinar. Esa no existe más desde los juicios de Nuremberg después de la Segunda Guerra Mundial.
 Así pues, de nuevo, si ustedes forman parte de los cuerpos de seguridad del Estado que han torcido su misión persiguiendo a personas inocentes, empiecen a pensar mejor lo que están haciendo al seguir las órdenes de unos jefes que al final serán objeto de procesos en contra de los Derechos Humanos; y que no dudarán ni un segundo en venderlos para salirse de esa responsabilidad. Y la justicia llegará, tal vez tarde pero segura, y los únicos que pueden hacer la diferencia en salvarles de la contradicción de querer matar a quienes los pueden salvar, son precisamente esos a quienes amenazan ahora. Sean al menos más inteligentes que sus jefes y más bien protéjanlos, tal vez eso les salve la vida…

Por:  Manuel Aguana

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