Lea esta clase magistral de
petroleo dada por un experto en la materia. Entérese de los detalles del nuevo
petroleo que se saca por el sistema "fracking"
En Venezuela el barril de
petróleo más abundante es el de la Faja del Orinoco. En USA el barril de
petróleo que ha revolucionado la ecuación energética de ese país es el barril
de petróleo de lutitas. Ambos son de naturaleza muy diferente y su producción,
costos y riesgos ambientales son también diferentes.
El barril de petróleo de la faja
es pesado (su gravedad específica es cercana a, y, en ocasiones, mayor que la
del agua) y viscoso, es decir, no fluye fácilmente. En algunos casos puede ser
casi como una melcocha. Contiene un alto porcentaje de azufre y algunos metales
como vanadio y níquel. Para que salga del pozo a la superficie con frecuencia
hay que calentarlo en el subsuelo, a fin de que fluya. Por su composición y
propiedades físicas no es comercial tal como sale del pozo a la superficie sino
que hay que mejorarlo, a fin de que pueda ser utilizado por los clientes que
requieren un producto más liviano. La manera de mejorarlo es sometiéndolo a un
proceso de refinación profunda en plantas especiales, las cuales fueron
construidas por empresas estadounidenses y europeas en el pasado pero ninguna
otra se ha construido en los últimos 15 años. De ese proceso de refinación
profunda se obtiene, por un lado, un petróleo más liviano que puede
comercializarse y un residuo llamado Coque, de bajo valor, el cual no es fácil
de vender o de eliminar, lo cual obliga a la empresa que lo produce (PDVSA) a
acumularlo en algunas de sus áreas de operaciones, formando montañas
artificiales que presentan un grave problema ambiental (ver foto).
El barril de petróleo de la faja
se convirtió a través de los años en un símbolo político. Como hay muchos
barriles en el subsuelo de la Faja se pensó que ello le daba a Venezuela un
sitio privilegiado en el mundo de la energía, es decir, que convertía al país
en una potencia energética y financiera. Como sucedió con Florinda, aquella
bella joven en el poema de Andrés Eloy Blanco, quien tenía flores para
regalarle a la primavera (juventud y belleza) , los representantes del barril
de la faja desdeñaron a muchos pretendientes por años. Los intentos de
“matrimonio” terminaron en rencillas con los pretendientes porque se pensaba
que eran unos interesados, sin verdadero amor. Hoy en día, con su primavera ya
lejana, lo mismo que a Florinda en invierno, al barril de petróleo de la Faja
apenas lo rondan pretendientes de muy dudosa calidad.
Por ello el barril de la faja aún
permanece esencialmente en el subsuelo, no termina de salir a la superficie,
porque quienes tienen el poder de decisión ni lavan ni prestan la batea. La
relación entre reservas y producción es anormalmente baja, es decir no se está
desarrollando el recurso. El gobierno habla sin cesar de lo que van a hacer
pero no han hecho nada en los últimos 15 años. Mientras tanto, otros barriles
de petróleo en diferentes partes del mundo están siendo desarrollados,
quitándole al barril de la faja el mercado que hubiera podido lograr.
A diferencia de esta historia de
atrasos, indecisiones e ineptitudes, el barril de petróleo de lutitas ya abunda
en USA, llevando este país a una situación de auto-suficiencia energética mucho
más sólida. Se piensa que en 2018 USA será el productor de petróleo mayor del
mundo, superando a Rusia y a Arabia Saudita. El barril de petróleo de lutitas
durmió un sueño largo y se llegó a pensar que nunca sería producido
comercialmente. La razón era que se encontraba aprisionado en rocas muy poco
permeables (muy densas, sin intersticios vacíos o porosos), las cuales no
permitían que el barril saliera de su “prisión”. Un petrolero del sector
privado, George Mitchell, se alió con el gobierno estadounidense para crear
técnicas que permitiesen liberar ese barril. Por unos 25 años perseveró en su
empeño, gastando una buena parte de su fortuna y la de otros. Finalmente logró
estructurar un mecanismo de perforación de pozos horizontales para llegarle a
las lutitas y, mediante la inyección de grandes volúmenes de agua a presión,
fracturar la roca a fin de liberar el petróleo allí contenido.
Diagrama del sistema de
perforación horizontal y fracturamiento
Este petróleo así producido es
generalmente muy liviano y de buena calidad, a diferencia del barril de la faja
y no requiere tratamientos costosos para ser comercializado. Sus problemas
ambientales están relacionados con el uso intensivo del agua para el
fracturamiento de las lutitsa, lo cual hace que afecte a algunos sectores
agrícolas y urbanos de los países donde se produce. En China, por ejemplo, hay
grandes yacimientos de este petróleo de lutitas pero China tiene una gran
escasez de agua que impide la producción de ese petróleo en gran escala.
El pionero de este sistema de
producción hizo mucho dinero con sus métodos. Falleció hace poco, pero pudo ver
como sus técnicas produjeron una verdadera revolución energética en los Estados
Unidos y en el mundo. Gracias a este barril de petróleo de lutitas USA ha
dejado de depender, en gran medida, de la importación de petróleo extranjero y
proyecta convertirse en exportador de petróleo en el futuro, lo cual representa
una revolución mundial en el campo de la energía.
Hoy en día, además de los Estados
Unidos, en algunos países como Argentina, Polonia, China y México se está
comenzando a producir petróleo de lutitas. También continúa progresando en todo
el planeta el uso de fuentes de energía renovables, como la solar, la eólica
(viento) y los biocombustibles. En el sector transporte comienzan a aparecer los
autos eléctricos y algunos aviones ya han volado con biocombustible o con
energía solar. Estamos en pleno umbral de una gran transición de los
combustibles fósiles a fuentes más limpias de energía. Mientras esta transición
se lleva a cabo, el barril de petróleo de lutitas y el barril de petróleo de la
Faja siguen, cada uno, su curso. Uno, el barril de la Faja, llevado de la mano
por ideólogos ineptos empeñados en mantenerse aislados del mundo civilizado y
viendo como su Florinda se enfrenta con el invierno, cada vez más solitaria y
sin mayores pretendientes serios. Otro, el barril de petróleo de lutitas,
manejado por empresarios emprendedores y sin complejos, empeñados en mejorar
sus técnicas y en bajar los costos de producción de su barril.
La historia de estos dos barriles
de petróleo muestra claramente que la realidad petrolera no tiene mucho que ver
con los dogmas políticos ni con los complejos de inferioridad de líderes
resentidos sino con la técnica, el empeño de los pioneros y la alianza sana
entre el sector privado y el sector oficial.
Lo demás es cuento.
Publicado por Gustavo Coronel
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