“Cuando escucho la palabra
Cultura, sacó mi pistola”. Hanns Johst, Dramaturgo Nazi, una conocida frase
atribuida erróneamente al Mariscal Herman Goering.
La madrugada del martes 22 de
Abril de 2014, un grupo de unos diez supuestos funcionarios adscritos a la
División contra el Terrorismo del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales
y Criminalísticas (CICPC), se apostaron a la puerta de una residencia en
Chacaito. Cubiertos por la oscuridad y
el frio mañanero de Caracas desenfundaron las armas y tocaron varias veces el
timbre de un apartamento. Uno de ellos,
empezó a golpear la puerta con fuerza y pegar gritos ordenando abrir a la
brevedad. Los funcionarios se aprestaron
con las pistolas y algunas armas largas en la mano, listos para responder ante
cualquier agresión.
Jaqueline, madre dedicada a la
crianza de sus hijos, se paró ante la bulla.
Tomó su bata y se dirigió a la puerta preguntándose el motivo de tal
escándalo a esa hora de la madrugada.
Abrió la puerta y varias pistolas la apuntaron… uno de los hombres le
dijo “… Quieta!… tu eres… ” Luego de recitar su nombre el supuesto policía sin
dejar de apuntarla le dijo… “… dame la novela… la que estas escribiendo…
Dámela!…” Jaqueline no podía creer lo que estaba escuchando pero de inmediato
supo como habían llegado hasta la creación literaria que estaba dando a luz.
Balvina Jaqueline Muñoz Gómez, es
una mujer que siempre estuvo dedicada a las Artes Plásticas. Delgada, morena, con el cabello castaño
rojizo, de ojos almendrados y una sonrisa siempre presente. No representa para nada la edad que
tiene. Es una madre a carta cabal,
altamente responsable, desde hace tiempo está dedicada a la creación literaria
y a un apoyo total a la brillante carrera artística de su hija, una joven
cantante quien ya tiene un contrato con una disquera internacional, ha
producido además varios poemas y cuentos cortos. Estaba por finalizar su primera novela… “El
Amor en tiempos de Guarimba”, novela juvenil donde ilustra las realidades del
joven venezolano en estos tiempos de escasez y represión. Se inspiró en la detención arbitraria de su
hijo Ángel Asdrúbal Zambrano Muñoz unos veinte días antes, quien por estar
parado frente a la puerta de su casa fue atropellado a golpes por efectivos de
la Guardia del Pueblo y presentado ante un Tribunal de Control Penal, siendo
representado en ese momento por el Dr. Marcelo Crovato y su Asistente quienes
lograron el beneficio de Libertad bajo presentación cada 60 días ante la
evidente carencia de delito alguno.
Empezó a escribir, a hacerlo con
pasión y a registrar cada detalle de la realidad del venezolano, sin instar al
odio ni a la polarización que hoy ahoga e intoxica al venezolano. Jaqueline desde hace tiempo estaba
organizando un grupo de jóvenes a quienes llamaba “Los Libertarios”, estos son
personas sin filiación política a quienes se les enseña la importancia del
trabajo comunitario, al apego a la vida sana y al deporte, alejados de las
drogas y formados en el estudio de la Historia y la Geografía nacional. En ese contexto, llegó a las calles de Chacao
una de tantos “Patriotas Cooperantes”, una muchacha de 20 años, morena, delgada
y buena figura, vinculada a los Cuerpos de Seguridad del Estado, su seudónimo
era “Bombón”, pues era una mujer exuberante, entrenada por los Servicios de
Información para infiltrar grupos sociales y generar provocaciones. A ella quien estaba buscando orientación y
ayuda, se le tendió la mano en Los Libertarios.
Rápidamente se ganó la confianza de Jaqueline, de otras personas, de una
dirigente comunitaria llamada “Skorpion” quien frecuentaba la Plaza Bolívar de
Chacao. A todos los delató, el misionamiento
de sus Oficiales de Caso era grabarles las voces, sin importar que dijeran pues
el dispositivo electrónico “Xyma Phone Verivoz” (XPV) puede catalogar las voces
por individuos y manipular las voces de manera digital, cambiando las palabras
bajo la tendencia que el Operador desee pero requiere necesariamente bosquejos o trazos de la voz del
Objetivo. Así fue como Bombón entró a
este grupo y a la vida de Jaqueline.
Para culminar su misión la madrugada que pistola en mano, los supuestos
funcionarios ocuparon la computadora, los borradores y apuntes de la novela
incautándolo todo.
Balvina Jaqueline Muñoz Gómez fue presentada
ante el Tribunal Penal Noveno en funciones de Control, que la remitió a la
Cárcel de Mujeres del INOF en Los Teques.
El 10 de Junio de 2014, durante la Audiencia Preliminar, la Fiscal del
Ministerio Público Francis Ávila solicitó el pase a Juicio por “instigar al
terrorismo y odio social” señalando la alta peligrosidad de quienes se atreven
a disentir políticamente del Gobierno por medio de la literatura. La Jueza
Denisse Bocanegra ordenó pasar su caso a un Tribunal de Juicio dejándola
privada de Libertad por esta causa. Ayer
nadie la nombró, ni el Foro Penal ni alguna de las ONGs dedicadas a la defensa
de los Derechos de los Presos Políticos.
Jaqueline es una presa política anónima, es una presa de conciencia
privada de libertad sencillamente por escribir contra el gobierno, que espera
en una abominable Cárcel de Mujeres, sin haber cometido delito alguno, por la
delación de una infiltrada que hoy seguramente disfruta las mieles del
Gobierno, su premio en metálico y demás beneficios personales, una espía que
camina por las calles de Caracas buscando víctimas para cobrar dinero a
cambio. Mientras tanto en prisión,
Jaqueline pasa los días y las tardes, tejiendo en su mente una novela quizás
más extensa, que un día podrán leer todos los venezolanos. Cuando haya Justicia.
Por Charlie Miller
FUENTE: www.venezuelaawareness.com
WEBMASTER: LOCAVE
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