El gobernante venezolano Nicolás
Maduro destituyó el viernes al ministro de Relaciones Interiores Miguel
Rodríguez Torres, en lo que representa un duro golpe al ala militarista del
chavismo, encabezada por el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello.
El anuncio, realizado por Maduro
a través de la televisión estatal, se produce en medio de las repetidas
exigencias de las agrupaciones paramilitares chavistas conocidos como
colectivos de que el gobernante apartara del cargo a Rodríguez Torres, a quien
acusan de haber ordenado las muertes de algunos de sus miembros.
Esas acusaciones, no obstante,
estuvieron ausentes en el anuncio realizado el viernes por Maduro.
“Quiero anunciar que he designado
a la almiranta en Jefa [Carmen Meléndez.], [como] ministra del Interior,
Justicia y Paz. […] Y al general en Jefe [Vladimir] Padrino López le voy a
entregar el Ministerio del Poder Popular para la Defensa para que continúe su
labor de construcción de una nueva Fuerza Nacional Bolivariana”, declaró Maduro
en una comparecencia en Venezolana de Televisión.
“Quiero agradecer al mayor
general Rodríguez Torres por todo el esfuerzo que hizo, todo su trabajo por 19
meses, le he dicho que agarre 15 días de descanso, tiene 15 años sin descanso,
… para que vaya a una nueva misión que le voy a dar, estratégica”, agregó
Maduro.
Con el anuncio, el Ministerio de
Interior y Justicia será ocupado por una de las militares más cercanas a
Maduro, mientras que el sector militarista, conocido como 4F, pierde a una de
sus más importantes figuras y quien ejercía control sobre distintos organismos
de orden público, incluyendo el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional
(SEBIN).
La relación entre Cabello y
Rodríguez Torres se había intensificado en meses reciente ante el creciente
antagonismo entre el sector militar del chavismo y el del denominado Frente
Francisco de Miranda, que representa al ala ideológicamente más dura, y en la
que militan los dirigentes más cercanos a los colectivos.
“Lo que estamos viendo aquí es la
punta del iceberg de un conflicto muy grave que se está desarrollando tras
bastidores entre el grupo militarista y el grupo del Frente Francisco de
Miranda”, dijo en Miami el asesor político Esteban Gerbasi.
“Está saliendo Miguel Rodríguez
Torres que es el enemigo número uno del Frente Francisco de Miranda”, comentó
Gerbasi.
Los analistas coincidieron en que
Maduro ha estado jugando un difícil papel de malabarismo tratando de mantener
el orden dentro de un chavismo plagado de divisiones, fuertes enfrentamientos y
presiones.
Aun cuando el heredero del
fallecido Hugo Chávez está mucho más identificado con el Frente Francisco de
Miranda que con el ala militar, su designación de militares para puestos claves
de su régimen había estado mostrando que estaba dispuesto a brindar espacio a
la facción encabezada por Cabello, quien sigue ejerciendo gran control sobre el
oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela.
Ese ordenamiento, sin embargo,
comenzó a resquebrajarse tras el reciente asesinato del diputado chavista
Robert Serra y las posteriores muertes de integrantes de las organizaciones
paramilitares, incluyendo la del líder del colectivo 5 de Marzo, José Miguel
Odreman, durante enfrentamientos con la policía.
Curiosamente, la decisión de
Maduro fue tomada un día después que los colectivos emprendieran una jornada de
protestas en Caracas para exigir la destitución de Rodríguez Torres y líderes
claves del chavismo exigían que el gobierno investigara realmente la muerte de
Odreman.
“La manera como comandos del CIPC
asesinaron a cinco militantes chavistas, integrantes de un colectivo, y en vez
de detenerlos y requerir la presencia de la Fiscalía procedieron a
acribillarlos ante sus familiares y con docenas de disparos, es algo
inaceptable en democracia”, declaró esta semana el ex vicepresidente José
Vicente Rangel en su columna “El Espejo”.
“Estos graves hechos acaecidos en
el país, todos por el mismo corte, obligan al gobierno a adoptar medidas de
excepción para impedir la metástasis, para impedir la impunidad, para impedir
el deterioro de la imagen gubernamental”, enfatizó.
La destitución de Rodríguez
parecía estar precisamente dirigida a tratar de hacer eso, pero de inmediato
los dirigentes del colectivo 5 de Marzo dieron a entender que no era
suficiente.
“#TROPA BASTA DE CORRUPCIÓN, DE
ROBARSE EL DINERO DE LA PATRIA. ENCABEZADOS POR DIOSDADO CABELLO Y SU MAFIA. Y
EL PUEBLO CADA DÍA PEOR”, declaró la organización a través de su cuenta de
Twitter, después del anuncio de Maduro.
“RODRIGUEZ TORRES DEBE DE PAGAR
LA MUERTE DE NUESTROS COMPAÑEROS: MONTOZA, OTAIZA, SERRA, ODREMAN, MICHEL Y
DEMÁS COMPATRIOTAS”, agregó.
Fuente: El Nuevo Herald
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