Este es un informe acerca del fenómeno que se viene operando en el seno
de las Fuerzas Armadas de Bolivia,
En relación directa con la situación política del país.
PRIMERO.- En fecha reciente el GENERAL RENE GONZALEZ TORRES solicitó al Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas su relevo como Jefe del Estado Mayor del Ejército. En siete puntos condensa el General González Torres las razones que lo indujeron a tomar tal determinación:
PRIMERO.- En fecha reciente el GENERAL RENE GONZALEZ TORRES solicitó al Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas su relevo como Jefe del Estado Mayor del Ejército. En siete puntos condensa el General González Torres las razones que lo indujeron a tomar tal determinación:
1. La falta de sentido de unidad con que se van manejando las Fuerzas Armadas, desde la fecha en que el GENERAL CLEMENTE INOFUENTES asumió la Jefatura del Estado Mayor General.
2. No estar conforme con la opinión política expresada sobre el Movimiento Nacionalista Revolucionario (Partido de Gobierno), por el General Inofuentes.
3. Falta de orientación en el trabajo de Estado Mayor, ya que desde que ascendió a la Jefatura el General Inofuentes, no ha dado ninguna directiva y menos ha buscado el trabajo de cooperación y entendimiento que constituyen la norma del trabajo de equipo dentro de un Estado Mayor.
4. Que se han implantado procedimientos contrarios a nuestras leyes y reglamentos, manejando la Institución como un simple sindicato al imponerse la formulación de solicitudes colectivas, con lo que se hace incurrir a los subalternos en el delito de rebelión.
5. Es ajeno a levantar caudillos militares dentro del seno de las FF.AA., ya que como militar sólo ha aspirado a aquello que le era lícito alcanzar dentro de la carrera profesional.
6. Que la división en el seno de las Fuerzas Armadas es manifiesta desde el momento en que el General Inofuentes se hizo cargo de la Jefatura del Estado Mayor General, y
7. Que las anteriores razones han creado en el seno de la Institución una absoluta desconfianza en los superiores, ya que sólo se les ve mostrando falta de capacidad para conducirlos, falta de unidad de acción en el mando al no haber podido superar con altura las susceptibilidades creadas por el Jefe del Estado Mayor General con respecto a muchos jefes y oficiales por elementos interesados que halagan su vanidad y lo confundieron haciéndole llegar una serie de falsedades.
SEGUNDO.- Simultáneamente a la solicitud de relevo del General González Torres, se pudo indagar en fuentes autorizadas que, con anterioridad, dicho Oficial había sido destituido por disposición del Ministerio de Defensa Nacional, habiéndose ordenado la organización de un proceso militar para que respondiera de graves faltas a la moral militar y daños a los intereses del Estado.
TERCERO.- La solicitud de relevo formulada por el Jefe del Estado Mayor del Ejército y la instauración de un proceso militar contra él, constituyen la culminación de un entredicho - de raigambre netamente política, como lo analizaré más adelante-dentro de la Institución Armada boliviana, cuyas proyecciones conoció la opinión pública en toda su crudeza, desde principios del mes de agosto próximo pasado. En efecto:
a) A principios de agosto circuló el rumor de que el Presidente de la República, DOCTOR HERNAN SILES ZUAZO, había pedido la renuncia al General CLEMENTE INOFUENTES, Jefe del Estado Mayor General. Tal actitud del Jefe del Ejecutivo podía ser consecuencia de las reclamaciones y descontentos de algunos oficiales que criticaban las disposiciones del Jefe del Estado Mayor General en relación a los cambios habidos en el Ejército, aduciendo que tales medidas eran de la atribución y competencia del Ministro de la Defensa. Al mismo tiempo se hablaba de las aspiraciones de los oficiales de la Fuerza Aérea a que se creara un Ministerio de Aeronáutica.
b) El mismo día en que se publicó la noticia acerca del pedido de dicha renuncia, se conoció la nota que 168 jefes y oficiales de las Fuerzas Armadas dirigieron al Jefe del Estado Mayor General, solidarizándose con él. Es a esta nota a que se refiere el General GONZALEZ TORRES, cuando dice que "se han implantado procedimientos contrarios a nuestras leyes y reglamentos, manejando la Institución como un simple sindicato al imponerse la formulación de solicitudes colectivas, con lo que se hace incurrir a los subalternos en el delito de rebelión".
c) La importancia de este último documento se evidencia por la circunstancia de que quienes la firman constituyen lo más de lo Que actualmente es el Ejército de Bolivia. Cabe anotar, además, que a las 168 firmas se agregaron sucesivamente las de los Principales jefes y oficiales de las guarniciones de provincia. La nota que transcribo a continuación refleja el ánimo de las Actuales Fuerzas Armadas de Bolivia y es, a no dudarlo,de significativa importancia política. "General Clemente Inofuentes Guisbert, Jefe de Estado Mayor General,- Señor General; los jefes y oficiales que firmamos al pie hemos sabido con profunda amargura que habría usted renunciado de la Jefatura del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas, en momentos en que, justamente, con su presencia a la cabeza de nuestra Institución el Ejército de la Revolución Nacional se iba encaminando por el sendero de una auténtica reorganización institucional sobre evidentes bases morales y científicas, compulsando nuestra realidad histórica y política. En esta oportunidad, en que nuestras esperanzas de lograr un Ejército digno y respetuoso de las leyes y vida democrática del País -con su8 ausencia- se nos acaban, preferimos pedirle, muy respetuosamente, nuestra baja del Ejército Nacional, ya que no confiamos en quienes, luciendo nuestro uniforme, vengan a hacer gala de la destrucción del Ejército desde la Jefatura del Estado Mayor General, al servicio del comunismo internacional.
La presente actitud de lealtad a su persona es también a S.E, el Señor Presidente de la República, como supo usted mismo inculcarnos, y que hoy la ratificamos firmemente Declarando que lo defenderemos desde la calle".
d) Al día siguiente de conocerse la nota anterior, el Ministerio de Defensa Nacional publicó el siguiente comunicado, cuyos párrafos condensan la versión oficial del conflicto planteado y dan al mismo la solución ejecutiva: "A raíz de ciertos hechos que se apartaban del régimen regular de disposiciones que deben regir en el seno del Ejército, el Ministro de Defensa Nacional, GENERAL JULIO PRADO MONTAÑO, presentó renuncia de su cargo el día 29 de julio, por razones de principio y responsabilidad".
"En relación con esa actitud y el conocimiento que tomó el Presidente de la República sobre las causas e incidencias que la motivaron, se produjo posteriormente la renuncia del Jefe del
Estado Mayor General, el General CLEMENTE INOFUENTES". "Siguiendo el curso de lo sucedido, el Jefe del Estado llamó a su Despacho a varios de los jefes Y oficiales que habían incurrido en el error de suscribir un voto de apoyo que servía a la vez Para pedir sus bajas colectivamente y en el que al mismo tiempo le expresaban su adhesión".
"Más adelante, después de recibir a los jefes militares de la Guarnición que le manifestaron Subordinación y lealtad, en vista de aquellas irregularidades observadas en los últimos días Y a fin de asegurar la normalización del mando militar como medio de conciliación y armonía Entre los miembros de la Institución Armada, el Presidente de la República y Capitán General Del Ejército, DR. HERNAN SILES ZUAZO, dispuso:
1 Que la nueva organización de las Fuerzas Armadas entre en vigencia de inmediato;
2. Que en adelante todo cambio de destino del personal de Jefes y Oficiales se haga previo conocimiento del Capitán General de las Fuerzas Armadas, por intermedio del Ministro de Defensa Nacional;
3 Que quedan sin efecto todos los cambios de destino ordenados por el Estado Mayor General, sin aprobación de la Superioridad;
4 Que en cumplimiento de la Ley y de los Reglamentos Militares se halla terminantemente prohibida la presentación de votos de apoyo y pliegos de peticiones colectiva de cualquier naturaleza.
5. Que los actuales Jefes de Estado Mayor General, Estado
Mayor de Ejército y Estado Mayor de Aviación, permanecerán en el ejercicio de sus cargos
por el tiempo de tres meses, con objeto de valorar su espíritu de comprensión, subordinación y
disciplina a las determinaciones del Capitán General y del Ministro de Defensa Nacional".
e) Con el decreto presidencial, cuyas disposiciones están contenidas en el comunicado transcrito, cerróse momentáneamente la serie de incidencias a que me he referido. En medio de un ambiente de aparente tranquilidad se celebraron las Fiestas Patrias de Bolivia, en las cuales se trato de devolver brillante papel a las Fuerzas Armadas, especialmente el día 7 de agosto, consagrado aquí como efemérides de las mismas. En tal oportunidad, el Ministro de la Defensa y el Jefe del Estado Mayor General hicieron públicos sendos mensajes de sentido institucional y político y se realizaron desfiles con la no disimulada intención de exhibir los nuevos cuadros militares y disipar dudas -frente a las diferencias conocidas-acerca de la unidad y disciplina de la Institución.
f) Coincidiendo con la separación y procesamiento del General RENE GONZALEZ TORRES, considerado como el más connotado de los oficiales extremistas de la Institución Armada, se dieron a conocer por la prensa local importantes declaraciones del Jefe del Estado Mayor General, acerca de la reestructuración del Ejército. Por considerarlas de sumo interés, remito junto con la presente un recorte, por duplicado, del periódico que Contiene dichas declaraciones, cuyos más salientes párrafos son los siguientes:
"La Institución Armada ha sufridoun colapso con la Revolución Nacional. Quedaron al desnudo, por una parte, su estructura y mentalidad equivocadas y, por otra, sufrió efectosde la ilógica de su conducta hasta abril de 1952, frente al movimiento reivendicacionista de las grandes mayorías nacionales.
El problema es ese, en síntesis. A decir verdad, con excepción de la emoción nacionalista orientada por los Postulados de la revolución nacional que alientan los cuadros oficiales, aún no se han definido las nuevas Bases científicas y legales que han de regir la mente y espíritu en el cumplimiento de sus diversas funciones Institucionales. Soy partidario de la destrucción a condición de que se construya algo mejor, acepto la crítica siempre que ella Venga acompañada de una solución superior.
"El problema institucional exige mayor seriedad de la que podría usarse tomándolo como caso eventual. La Institución militar, cualquiera que sea la política del Estado, por la naturaleza de sus funciones, está fatalmente ligada a la vida del Estado mismo. Un desajuste contrario a este concepto crearía idéntica ilógica a la de los tiempos anteriores. Ayer por mala conformación, y hoy por falta de una estructura revolucionaria en reemplazo de aquella.
"Las profundas transformaciones nacionales, si son completas o quieren serlo, no deben mantener problemas latentes. El estudio y definición de los problemas institucionales que es en gran parte el de la preparación de la defensa misma, requiere el conocimiento de estos campos que no son precisamente castrenses. Tanto más cuanto que necesitamos Fuerzas Armadas bolivianas que confrontan la suma de valores que demanda nuestra nacionalidad.
Por otra parte, ese conocimiento es a la vez una sintomatología importante que nos permite estimular lo que consideramos necesario para el potenciamiento del país. De este modo la organización del Ejército productor, por ejemplo, no es para nosotros un entusiasmo revolucionario sino una necesidad nacional.
Lo expuesto refleja el estado en que se encuentran, al momento, las Fuerzas Armadas de Bolivia al iniciarse el programa de reestructuración o reorganización de las mismas. Veamos ahora cuáles son los factotres políticos determinantes, cuál es el motivo de la reorganización después de un cruento período revolucionario social-económico y las perspectivas de la Institución ante el papel que, a no dudarlo, tiene que jugar todavía en la política de este país.
1. El tradicional Ejército de Bolivia, como es sabido, sufrió la más grave crisis de su historia institucional al triunfar la revolución del 9 de abril de 1952. Sus cuadros fueron prácticamente destruidos -destructurados- y sus brillantes
oficiales, los que marcharon al exilio o a la cárcel, pasaron a retiro. El resto, sin tropas, quedó constituido por un saldo de Ejército al que intervinieron comisarios políticos, dotado de correspondientes carnet de militancia en el partido oficial y destinado a decorar las ceremonias gubernamentales. Por supuesto, las garantías y seguridad para la vida y propiedad y para la existencia e integridad del Estado como tal, en lo que respecta a las Fuerzas Armadas,desaparecieron. Esto fue sustituido por la demagogia y la anarquía.
2. Al Ejército lo reemplazaron las milicias de obreros -especialmente mineros-, campesinos y militantes del MNR (Partido de Gobierno). Estas milicias constituidas por unos treinta mil hombres -se calcula en 20.000 el número de los mineros armados-, bien equipados y con el más absoluto espíritu de indisciplina, lo que determina el clima anárquico que vivió y que todavía vive este país, ha mantenido a la sociedad y a todas las instituciones que conforman el ordenamiento de la Nación en constante alarma e inquietud.
3. Así las cosas, cuando el Presidente SILES asumió el poder para continuar el mandato del Movimiento Nacionalista Revolucionario, se impuso la tarea de devolver al país la tranquilidad, preferentemente en lo económico. Para ello comprometió a su gobierno en el plan de estabilización monetaria que sólo podía llevarse a cabo con el concurso y el apoyo fundamental del gobierno de los Estados Unidos. Por supuesto, el desarrollo de un plan de alta envergadura y la entrega de fuertes sumas para su realización -contando entre otras cosas con la inversión de capitales, sobre todo en la industria petrolera- no podía prosperar en un clima anárquico al riesgo demás completo fracaso. Surgió entonces como sugestión del Departamento de Estado, a manera de condición esencial, la idea de reorganizar el Ejército de Bolivia.
4. Cómo convenir dos elementos tan opuestos: milicias armadas y Ejército, esa ha sido una sustancial preocupación del Presidente SILES en sus esfuerzos administrativos y de ahí la pugna surgida en el seno de lo que en Bolivia quedaba de Fuerzas Armadas; pugna que refleja el dilema planteado -en lo que a política general se refiere- al propio Partido de Gobierno: tendencia liberalizante, moderada y nacionalista, auspiciada por el Presidente SILES, de un lado y del otro los intereses extremistas del ala izquierda del Movimiento Nacionalista Revolucionario.
5. En las FF.AA. de Bolivia existían esas dos tendencias: la una del más empecinado propósito de politización del Ejército y la otra caracterizada por sentimientos de índole institucional. Desplazar a la primera fue y es el empeño del Presidente de la República secundado por los militares identificados por la segunda tendencia.
6. A partir de agosto de 1956, cuando el DOCTOR HERNAN SILES asumió la Primera Magistratura de Bolivia, se puso de Manifiesto ese empeño. Entonces fue nombrado para la Jefatura del Estado Mayor General el GENERAL CLEMENTE INOFUENTES.
7. Sustituyó el General INOFUENTES al General ARMANDO FORTÚN SANJINÉS, conocido este último por su incondicionalismo Al ex -Presidente PAZ ESTENSORO y por la exaltada condición de militante y dirigente del Partido de Gobierno. Con este Cambio ya se podía presagiar el futuro del Ejército boliviano.
8. Quién es el GENERAL INOFUENTES ? Oficial brillante, distinguido por su capacidad y ascendiente en la Institución; formó Parte de la "Radepa", Logia Militar que presidió el TENIENTE CORONEL GUALBERTO VILLARROEL y que llegó al poder con La Revolución de 1944. Si bien es uno de los altos oficiales -como todos- inscritos en el MNR y que secundó la Revolución Del 9 de abril de 1952, en cambio ha sostenido la tesis de que las Fuerzas Armadas deben ser apolíticas, preocupadas Integralmente en el crecimiento de su prestigio institucional. Quizás por afirmar conceptos tan audaces en momentos de Euforia revolucionaria, fue apartado de la dirección del Ejército y enviado como Agregado Militar a la Embajada de Bolivia En el Brasil. Ello explica el por qué de su presencia de nuevo en el país como Jefe del Estado Mayor General y el porqué del Recelo y no disimulada animadversión con que su nombramiento fue recibido por los extremistas de izquierda de las Fuerzas Armadas de Bolivia, especialmente por el citado General FORTÚN y por el GENERAL GONZÁLEZ TORRES. En cuanto al Ministro De Defensa, GENERAL JULIO PRADO MONTAÑO, mucho se ha dicho de sus compromisos políticos izquierdizante, pero hombre ducho y avezado ya en los subterfugios de la política revolucionaria de Bolivia, tal vez ha encontrado la fórmula de equilibrio entre las necesidades que impone la política militante y los requerimientos de la Institución.
9. Se afirma -y no deja de tener lógica la aseveración que al respecto se formula- que el lenguaje revolucionario de los militares Bolivianos y su militancia en el partido de gobierno es condición intrascendente impuesta por las circunstancias y que con Resignación se ha practicado esperando el momento para volver por los fueros del prestigio de la Institución.
10. Sea cual fuere la especulación sobre el particular, la verdad es que en el seno de las Fuerzas Armadas de Bolivia se ha producido El desplazamiento de la influencia extremista más nociva, ajustándose los resortes que conduzcan a superar los factores adversos Y afrontar una franca reorganización institucional. Esto coincide con lo que se observa en el orden político general: el afianzamiento De las consignas del Presidente SILES y el debilitamiento de las posiciones que habían alcanzado los líderes más destacados de la Izquierda revolucionaria del Movimiento de Gobierno: PAZ, LECHIN y CHAVEZ.
11. En cuanto a los documentos que cité al comienzo del presente informe, me refiero a la nota dirigida por los 168 jefes y oficiales al Jefe del Estado Mayor General y al Comunicado del Ministerio de la Defensa; cabe anotar, con respecto al primero, la forma arrogante del lenguaje que ya habla claramente, lo de una "auténtica reorganización sobre evidentes bases morales y científicas";
2º. de una baja en masa, lo cual constituye una decidida amenaza, y 3º. de la desconfianza "en quienes, luciendo nuestro uniforme, vengan a hacer gala de la destrucción del Ejército desde la Jefatura del Estado Mayor General al servicio del comunismo internacional"; y con respecto al segundo, el tono moderado de la amonestación y el espíritu de equilibrio y compensación del Ejecutivo frente a enérgicas demandas que hubieran podido provocar severas medidas disciplinarias.
12. En este sentido bien vale comentar que de haberse aceptado la solicitud de baja formulada por los 168 oficiales o de haberse aplicado Medidas disciplinarias, ello hubiera significado la liquidación del mismo Ejército y, por ende, de las esperanzas de reorganización del Mismo como sustentación del plan de estabilización económica que es en la hora actual la razón vital del régimen. Por ello no es aventurado pensar que tal situación fue el producto de una maniobra política concebida entre el propio Presidente y el General INOFUENTES, Su hombre de confianza en el plan de reestructuración de las Fuerzas Armadas, a fin de sondear la reacción del propio Partido y provocar en el futuro -como ya ha ocurrido en el caso del General GONZ'ALEZ TORRES- la eliminación de factores adversos".
" En todo caso, la reorganización de las Fuerzas Armadas de Bolivia y la recuperación de su prestigio institucional les aseguran un rol fundamental
En el futuro político de esta Nación, ensombrecida por factores sociales y económicos confusos".
VICENTE NARVAEZ CHURION
SEGUIRA:......ENTREGA 9
PLAN BOLIVIANO.....RESUMEN.
e) Con el decreto presidencial, cuyas disposiciones están contenidas en el comunicado transcrito, cerróse momentáneamente la serie de incidencias a que me he referido. En medio de un ambiente de aparente tranquilidad se celebraron las Fiestas Patrias de Bolivia, en las cuales se trato de devolver brillante papel a las Fuerzas Armadas, especialmente el día 7 de agosto, consagrado aquí como efemérides de las mismas. En tal oportunidad, el Ministro de la Defensa y el Jefe del Estado Mayor General hicieron públicos sendos mensajes de sentido institucional y político y se realizaron desfiles con la no disimulada intención de exhibir los nuevos cuadros militares y disipar dudas -frente a las diferencias conocidas-acerca de la unidad y disciplina de la Institución.
f) Coincidiendo con la separación y procesamiento del General RENE GONZALEZ TORRES, considerado como el más connotado de los oficiales extremistas de la Institución Armada, se dieron a conocer por la prensa local importantes declaraciones del Jefe del Estado Mayor General, acerca de la reestructuración del Ejército. Por considerarlas de sumo interés, remito junto con la presente un recorte, por duplicado, del periódico que Contiene dichas declaraciones, cuyos más salientes párrafos son los siguientes:
"La Institución Armada ha sufridoun colapso con la Revolución Nacional. Quedaron al desnudo, por una parte, su estructura y mentalidad equivocadas y, por otra, sufrió efectosde la ilógica de su conducta hasta abril de 1952, frente al movimiento reivendicacionista de las grandes mayorías nacionales.
El problema es ese, en síntesis. A decir verdad, con excepción de la emoción nacionalista orientada por los Postulados de la revolución nacional que alientan los cuadros oficiales, aún no se han definido las nuevas Bases científicas y legales que han de regir la mente y espíritu en el cumplimiento de sus diversas funciones Institucionales. Soy partidario de la destrucción a condición de que se construya algo mejor, acepto la crítica siempre que ella Venga acompañada de una solución superior.
"El problema institucional exige mayor seriedad de la que podría usarse tomándolo como caso eventual. La Institución militar, cualquiera que sea la política del Estado, por la naturaleza de sus funciones, está fatalmente ligada a la vida del Estado mismo. Un desajuste contrario a este concepto crearía idéntica ilógica a la de los tiempos anteriores. Ayer por mala conformación, y hoy por falta de una estructura revolucionaria en reemplazo de aquella.
"Las profundas transformaciones nacionales, si son completas o quieren serlo, no deben mantener problemas latentes. El estudio y definición de los problemas institucionales que es en gran parte el de la preparación de la defensa misma, requiere el conocimiento de estos campos que no son precisamente castrenses. Tanto más cuanto que necesitamos Fuerzas Armadas bolivianas que confrontan la suma de valores que demanda nuestra nacionalidad.
Por otra parte, ese conocimiento es a la vez una sintomatología importante que nos permite estimular lo que consideramos necesario para el potenciamiento del país. De este modo la organización del Ejército productor, por ejemplo, no es para nosotros un entusiasmo revolucionario sino una necesidad nacional.
Lo expuesto refleja el estado en que se encuentran, al momento, las Fuerzas Armadas de Bolivia al iniciarse el programa de reestructuración o reorganización de las mismas. Veamos ahora cuáles son los factotres políticos determinantes, cuál es el motivo de la reorganización después de un cruento período revolucionario social-económico y las perspectivas de la Institución ante el papel que, a no dudarlo, tiene que jugar todavía en la política de este país.
1. El tradicional Ejército de Bolivia, como es sabido, sufrió la más grave crisis de su historia institucional al triunfar la revolución del 9 de abril de 1952. Sus cuadros fueron prácticamente destruidos -destructurados- y sus brillantes
oficiales, los que marcharon al exilio o a la cárcel, pasaron a retiro. El resto, sin tropas, quedó constituido por un saldo de Ejército al que intervinieron comisarios políticos, dotado de correspondientes carnet de militancia en el partido oficial y destinado a decorar las ceremonias gubernamentales. Por supuesto, las garantías y seguridad para la vida y propiedad y para la existencia e integridad del Estado como tal, en lo que respecta a las Fuerzas Armadas,desaparecieron. Esto fue sustituido por la demagogia y la anarquía.
2. Al Ejército lo reemplazaron las milicias de obreros -especialmente mineros-, campesinos y militantes del MNR (Partido de Gobierno). Estas milicias constituidas por unos treinta mil hombres -se calcula en 20.000 el número de los mineros armados-, bien equipados y con el más absoluto espíritu de indisciplina, lo que determina el clima anárquico que vivió y que todavía vive este país, ha mantenido a la sociedad y a todas las instituciones que conforman el ordenamiento de la Nación en constante alarma e inquietud.
3. Así las cosas, cuando el Presidente SILES asumió el poder para continuar el mandato del Movimiento Nacionalista Revolucionario, se impuso la tarea de devolver al país la tranquilidad, preferentemente en lo económico. Para ello comprometió a su gobierno en el plan de estabilización monetaria que sólo podía llevarse a cabo con el concurso y el apoyo fundamental del gobierno de los Estados Unidos. Por supuesto, el desarrollo de un plan de alta envergadura y la entrega de fuertes sumas para su realización -contando entre otras cosas con la inversión de capitales, sobre todo en la industria petrolera- no podía prosperar en un clima anárquico al riesgo demás completo fracaso. Surgió entonces como sugestión del Departamento de Estado, a manera de condición esencial, la idea de reorganizar el Ejército de Bolivia.
4. Cómo convenir dos elementos tan opuestos: milicias armadas y Ejército, esa ha sido una sustancial preocupación del Presidente SILES en sus esfuerzos administrativos y de ahí la pugna surgida en el seno de lo que en Bolivia quedaba de Fuerzas Armadas; pugna que refleja el dilema planteado -en lo que a política general se refiere- al propio Partido de Gobierno: tendencia liberalizante, moderada y nacionalista, auspiciada por el Presidente SILES, de un lado y del otro los intereses extremistas del ala izquierda del Movimiento Nacionalista Revolucionario.
5. En las FF.AA. de Bolivia existían esas dos tendencias: la una del más empecinado propósito de politización del Ejército y la otra caracterizada por sentimientos de índole institucional. Desplazar a la primera fue y es el empeño del Presidente de la República secundado por los militares identificados por la segunda tendencia.
6. A partir de agosto de 1956, cuando el DOCTOR HERNAN SILES asumió la Primera Magistratura de Bolivia, se puso de Manifiesto ese empeño. Entonces fue nombrado para la Jefatura del Estado Mayor General el GENERAL CLEMENTE INOFUENTES.
7. Sustituyó el General INOFUENTES al General ARMANDO FORTÚN SANJINÉS, conocido este último por su incondicionalismo Al ex -Presidente PAZ ESTENSORO y por la exaltada condición de militante y dirigente del Partido de Gobierno. Con este Cambio ya se podía presagiar el futuro del Ejército boliviano.
8. Quién es el GENERAL INOFUENTES ? Oficial brillante, distinguido por su capacidad y ascendiente en la Institución; formó Parte de la "Radepa", Logia Militar que presidió el TENIENTE CORONEL GUALBERTO VILLARROEL y que llegó al poder con La Revolución de 1944. Si bien es uno de los altos oficiales -como todos- inscritos en el MNR y que secundó la Revolución Del 9 de abril de 1952, en cambio ha sostenido la tesis de que las Fuerzas Armadas deben ser apolíticas, preocupadas Integralmente en el crecimiento de su prestigio institucional. Quizás por afirmar conceptos tan audaces en momentos de Euforia revolucionaria, fue apartado de la dirección del Ejército y enviado como Agregado Militar a la Embajada de Bolivia En el Brasil. Ello explica el por qué de su presencia de nuevo en el país como Jefe del Estado Mayor General y el porqué del Recelo y no disimulada animadversión con que su nombramiento fue recibido por los extremistas de izquierda de las Fuerzas Armadas de Bolivia, especialmente por el citado General FORTÚN y por el GENERAL GONZÁLEZ TORRES. En cuanto al Ministro De Defensa, GENERAL JULIO PRADO MONTAÑO, mucho se ha dicho de sus compromisos políticos izquierdizante, pero hombre ducho y avezado ya en los subterfugios de la política revolucionaria de Bolivia, tal vez ha encontrado la fórmula de equilibrio entre las necesidades que impone la política militante y los requerimientos de la Institución.
9. Se afirma -y no deja de tener lógica la aseveración que al respecto se formula- que el lenguaje revolucionario de los militares Bolivianos y su militancia en el partido de gobierno es condición intrascendente impuesta por las circunstancias y que con Resignación se ha practicado esperando el momento para volver por los fueros del prestigio de la Institución.
10. Sea cual fuere la especulación sobre el particular, la verdad es que en el seno de las Fuerzas Armadas de Bolivia se ha producido El desplazamiento de la influencia extremista más nociva, ajustándose los resortes que conduzcan a superar los factores adversos Y afrontar una franca reorganización institucional. Esto coincide con lo que se observa en el orden político general: el afianzamiento De las consignas del Presidente SILES y el debilitamiento de las posiciones que habían alcanzado los líderes más destacados de la Izquierda revolucionaria del Movimiento de Gobierno: PAZ, LECHIN y CHAVEZ.
11. En cuanto a los documentos que cité al comienzo del presente informe, me refiero a la nota dirigida por los 168 jefes y oficiales al Jefe del Estado Mayor General y al Comunicado del Ministerio de la Defensa; cabe anotar, con respecto al primero, la forma arrogante del lenguaje que ya habla claramente, lo de una "auténtica reorganización sobre evidentes bases morales y científicas";
2º. de una baja en masa, lo cual constituye una decidida amenaza, y 3º. de la desconfianza "en quienes, luciendo nuestro uniforme, vengan a hacer gala de la destrucción del Ejército desde la Jefatura del Estado Mayor General al servicio del comunismo internacional"; y con respecto al segundo, el tono moderado de la amonestación y el espíritu de equilibrio y compensación del Ejecutivo frente a enérgicas demandas que hubieran podido provocar severas medidas disciplinarias.
12. En este sentido bien vale comentar que de haberse aceptado la solicitud de baja formulada por los 168 oficiales o de haberse aplicado Medidas disciplinarias, ello hubiera significado la liquidación del mismo Ejército y, por ende, de las esperanzas de reorganización del Mismo como sustentación del plan de estabilización económica que es en la hora actual la razón vital del régimen. Por ello no es aventurado pensar que tal situación fue el producto de una maniobra política concebida entre el propio Presidente y el General INOFUENTES, Su hombre de confianza en el plan de reestructuración de las Fuerzas Armadas, a fin de sondear la reacción del propio Partido y provocar en el futuro -como ya ha ocurrido en el caso del General GONZ'ALEZ TORRES- la eliminación de factores adversos".
" En todo caso, la reorganización de las Fuerzas Armadas de Bolivia y la recuperación de su prestigio institucional les aseguran un rol fundamental
En el futuro político de esta Nación, ensombrecida por factores sociales y económicos confusos".
VICENTE NARVAEZ CHURION
SEGUIRA:......ENTREGA 9
PLAN BOLIVIANO.....RESUMEN.
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