Venezuela es un importante puente
del narcotráfico, y la presencia de grupos terroristas como el Hezbolah y las
FARC ha sido documentada desde hace años, pero los organismos de inteligencia
del chavismo gastan la mayor parte del tiempo espiando a periodistas, a
dirigentes de la oposición y hasta las quejas por Twitter de ciudadanos
comunes, viendo en éstos la verdadera amenaza para la revolución.
Cientos de documentos filtrados
del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) muestran el grado de
desconfianza que siente el gobierno venezolano de sus ciudadanos, cuyas
llamadas telefónicas, correos electrónicos y comentarios por las redes sociales
son monitoreados constantemente.
Y esto representa un
significativo cambio de filosofía.
“Las aspiraciones del actual
servicio de inteligencia venezolano es saberlo todo de todos. Eso se amolda, es
el claro acompañante, del modelo político que están tratando de aplicar en
Venezuela, que es totalitarista”, explicó el abogado y asesor en materia de
seguridad Helly Angel.
Antes del chavismo, las
actividades del Sebin — en esa época conocida como Disip –estaban concentradas
en la lucha contra el narcotráfico y la subversión.
Pero ese ya no es el caso.
“Aquí se desnaturalizó todo, de
la mano con el cambio de naturaleza del régimen hacía un modelo donde no hay
espacio para la privacidad, y la disidencia de ideas. Ellos lo espían todo,
incluso a los integrantes de sus propios cuadros”, agregó Angel.
Varios ex funcionarios del Sebin
consultados para la elaboración de la actual serie sobre las operaciones
deinteligencia de Cuba y Venezuela resaltaron que hoy en día la prioridad de
los organismos de seguridad venezolanos es espiar a la población.
Para ello, el chavismo ha gastado
millones de dólares en la adquisición de sofisticados equipos que le permite
leer los correos electrónicos y escuchar las conversaciones de millones y
millones de venezolanos.
Los funcionarios, que colaboraron
con la actual serie otorgando varias horas de entrevistas, señalaron que las
agencias de seguridad pueden leer todo correo electrónico y toda búsqueda
online realizada a través de la estatal telefónica CANTV, sin que los
funcionarios necesiten las claves del usuario para ver su correo.
Y el material obtenido a través
del espionaje electrónico es utilizado para elaborar gigantescos mapas sobre la
interrelación entre miles de personas consideradas “de interés” por sus ideas
políticas y por el grado de influencia que ejercen.
“Así es que poco a poco se va
construyendo una gigantesca telaraña”, dijo una de las fuentes que habló bajo
condición de anonimato.
Entre las decenas de documentos
obtenidos por el Nuevo Herald se encuentran múltiples informes elaborados por
personal del Sebin sobre algunas personalidades claves del país petrolero.
El periodista Alberto Federico
Ravell, antiguo director del canal de noticias Globovision, estuvo en la mira
de los agentes durante gran parte del 2012, según recogen los documentos, con
el Sebin tomando nota de las llamadas telefónicas que recibía y de cuanto
tiempo conversaba con ellos.
Entre las líneas de teléfonos
monitoreadas, estaban algunos números celulares de Ravell, así como los
teléfonos de línea fija del portal de noticias La Patilla.com, donde el ex
director de Globovision es uno de los principales accionistas.
Pero las comunicaciones de Ravell
son solo una de las muchas registradas en los documentos, con los funcionarios
del Sebin registrando las llamadas y las comunicaciones a través de correos
electrónicos de políticos como Henrique Capriles, María Corina Machado y Julio
Borges, entre otros.
Los documentos, fechados entre el
2010 y el 2013, ilustran una especial preocupación por las actividades en
Twitter del ciberactivista @LucioQuincioC , quien en el 2012, operaba bajo el seudónimo
@fredliberty.
Entre los documentos aparecen
varios de los intercambios por Twitter que @fredliberty realizó en el 2012
sobre la enfermedad de Hugo Chávez, y los mensajes que algunos de sus
seguidores también posteaban a través de las redes sociales.
Otras de las personas
monitoreadas por la organización de inteligencia, según los documentos,
incluyen al asesor político venezolano radicado en Miami, Esteban Gerbasi, al
economista José Guerra, el ex embajador ante la ONU, Diego Arría, y los
activistas radicados en Miami, José Antonio Colina y Patricia Andrade.
El Sebin también espió a los
periodistas internacionales que llegaron al país para cubrir las elecciones
presidenciales del 2012, con los documentos mostrando fichas emitidas desde el
Aeropuerto Internacional de Maiquetía anunciando la llegada de cada uno de
ellos que eran enviadas al departamento de “Contrainteligencia”.
En el caso de la periodista de
CNN en Español Patricia Janiot, el organismo de inteligencia fue consultado
sobre su solicitud para entrevistar al entonces vicepresidente Elias Jaua, con
la agencia concluyendo que dicha entrevista sería “recomendable con Reservas”.
Agentes del Sebin espiaron a
Janiot desde que entró hasta que salió del país, reportando en informes cada
uno de sus pasos.
“A esta hora se observa a la
ciudadana Ángela Patricia Janiot Martinera, en el Lobby del Hotel antes
descrito, donde procedió desayunar, permaneciendo en el lugar por un periodo
aproximado de una (01) hora, luego ingresando al ascensor para retornar
nuevamente a su respectiva habitación”, declara uno de las entradas del informe
que fue elaborado.
“Se visualiza a la ciudadana
Ángela Patricia Janiot Martinera, egresar del Hotel Eurobuilding abordando la
unidad vehicular marca Toyota, modelo Fortuner, color plata, matrícula AGO80X,
tomando la avenida Rio de Janeiro, donde el vehículo fue perdido de vista
debido al fuerte congestionamiento vehicular”, señala otra sección del informe.
Pero no son solo periodistas,
opositores o ciudadanos críticos al gobierno los que son sometidos al ojo
escrutor del Sebin.
Los documentos también muestran
que los propios funcionarios del chavismo son espiados con regularidad, con
decenas de informes elaborados sobre las actividades de numerosos integrantes
del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela.
Algunos de los informes develan
que algunos integrantes del partido de gobierno se han visto vinculados con
operaciones delictivas muy serias, incluyendo operaciones de corrupción y
extorsión.
Pero muy poco de ellos terminan
siendo procesado judicialmente salvo que el chavismo por alguna razón determine
actuar contra ellos.
“Estos informes son engavetados y
utilizados como instrumentos de chantaje para garantizar la lealtad de las
personas investigadas”, comentó una de las fuentes.
“Solo si traicionan, o cuando
amenazan con hacerlo, es que estos informes salen del archivador”, agregó.
El Nuevo Herald/ANTONIO MARIA
DELGADO
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