Hay tres valores que debemos
rescatar los venezolanos: La igualdad, la libertad y la solidaridad. Igualdad
de oportunidades para desarrollarnos y ser productivos para el bien de nuestras
familias y por ende del país, igualdad en la aplicación de la justicia, sin concesiones
a la impunidad y solidaridad con los ciudadanos.
Encuentro una hermosa y real
definición sobre la solidaridad de la Primera Visitaduría General de la
Comisión de Derechos Humanos del Estado de Puebla. Que nos refiere que ésta se
entiende como “el apoyo, la fraternidad y la empatía hacia quien sufre un
problema o se encuentra en una situación desafortunada, o hacia quien promueve
una causa valiosa… Y la misma debe reflejarse en un compromiso con el otro, con
su dignidad, su libertad y su bienestar, especialmente por lo que respecta a
los más necesitados. Implica además, conservar nuestra capacidad de indignación
ante las injusticias y estar listos para combatirlas, así como el compromiso
con el respeto de los derechos de los demás”.
Tengo aún vivo en mi memoria como
salimos en masa en 1999 a auxiliar a los cientos de miles de varguenses que lo
perdieran todo en aquel Diciembre del deslave. Rescatistas, empresarios,
deportistas, artistas, trabajadores, médicos, enfermeras, comunicadores, amas
de casa, estudiantes nos organizamos para brindar apoyo a nuestros hermanos.
Nadie en particular nos convocó, todos nos sentimos llamados a colaborar y dar
lo mejor de nosotros para mitigar tal fatalidad.
Indignados nos sentimos cuando
quien era el jefe del gobierno en aquel momento, el teniente coronel Chávez,
desechó la ayuda que los Estados Unidos nos quiso brindar porque -según él- no
era necesaria. Han pasado casi 15 años de ese suceso y hoy, camino a la playa
observamos calles y avenidas recuperadas con arbolitos y maticas bien bonitas,
así como, algunos restaurantes y taguaras reconstruidas para atender al turista
interno. Pero en la Guaira arriba, donde habita el pueblo que tanto mentan para
conseguir votos, sigue con sus calles y acueductos destruidos. Toda ayuda era
importante si contribuía a mitigar el dolor de los varguenses. Toda cooperación
era necesaria para la pronta reconstrucción total del estado que es la puerta
de entrada y salida de Venezuela.
El venezolano es un cuero seco.
Lo pisan por un lado y se levanta por el otro. No tengo la menor duda de eso.
Sino veamos la historia reciente, la de la llamada revolución. Los comunistas
sentados en Miraflores han hecho todo para arrodillarnos, doblegarnos y
adoctrinarnos. Nos persiguen y amenazan, nos encarcelan, torturan y hasta
asesinan y, una y otra vez nos revelamos, luchamos en busca de la justicia.
Y es que para el régimen, el no
comulgar con la ruina provocada por ellos en el país, es un acto conspirativo y
de traición a la patria. ¿Qué mas ejemplo que Leopoldo López, ocho meses
encarcelado e incomunicado en una cárcel militar por el delito de ejercer el
sagrado derecho constitucional a la protesta y el libre pensamiento? ¿La del
alcalde Ceballos y la de cientos de estudiantes por la misma razón?
La organización mas importante
del mundo, la ONU, ” a exhortado a las autoridades venezolanas a liberar
inmediatamente a los señores López y Ceballos, y a todos aquellos detenidos por
ejercer su legítimo derecho a expresarse y protestar pacíficamente” Esta
petición, no es un acto de solidaridad, es un acto de justicia.
A través de esta columna, con la
única arma que poseo que es mi pluma, les pido a todos quienes creemos en la
democracia, unidad en la solidaridad, para juntos ser la voz que retumbe en
cada rincón de Venezuela hasta alcanzar la libertad plena de quienes, a razón
de sus sueños de justicia, se encuentran privados de libertad.
Por Nitu Pérez Osuna
WEBMASTER: LOCAVE
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