VOLVER A EXPLICAR TODO # 1 URSS,
China, Cuba, Venezuela ¿Algo en común?
14 de abril de 2015
Una vez el Emperador Napoleón
Bonaparte sentenció: “no despertéis al gigante chino porque todos tendremos que
lamentarlo”. Dos siglos después ha ocurrido que nada hubo que lamentar sino
celebrar, que a 35 años del reintegro de China Comunista, a una relación plena
de ella con la economía capitalista mundial y con el sistema legal de la ONU,
emprendida por el visionario Presidente de USA Richard Nixon y su secretario de
Estado Henry Kissinger, China sea hoy uno de los pilares del dinamismo
económico y tecnológico del planeta, desde que su líder Deng Tsiao Ping desde
1978, inició la modernización de esa, la más populosa, nación de la tierra.
Solo a ignorantes consumados se
les puede ocurrir seguir pensando que China sea lo que si fue en el pasado,
como realidad de potencia de economía estatista y casi autárquica con un
sistema político totalitario de partido único y con una burocracia
omnipresente.
Lo que sigue imperando allí es
efectivamente una enorme burocracia casi absolutista, pero a diferencia de la
etapa anterior (desde su fundación en 1949 hasta la muerte de Mao) esta clase
dominante debió modernizarse y generar mecanismos de logro de consensos muy
complejos, que incluyen la renovación regular y previsible de sus autoridades a
todos los niveles.
Los cambios en la base social del
estado chino, sigue también modificando la estructura de la clase burocrática gobernante,
que modifica radicalmente sus conductas de maleabilidad en sus adaptaciones,
para seguir sosteniéndose con una gran movilidad del ingreso y ascenso a ella
de nuevos componentes, surgidos de la economía privada y mixta (asociada al
estado) ganando con ello “legitimidad”, ateniéndonos por supuesto a una muy
distinta óptica, para ver el desarrollo de esa sociedad de cultura y orígenes
históricos extremo-oriental, en todo y por todo distinta a nuestros parámetros
occidentales.
Olvidémonos, para empezar, de
reclamar a los chinos las prácticas de la democracia formal representativa. En
esa nación imperan otros valores, otros fines, otras NECESIDADES, donde por
ejemplo obtener abrigo, comida, salud, transporte y educación para 1.600
millones de seres humanos no es algo sencillo.
Habría que comenzar, para
entender ese proceso histórico chino, con lo que Marx estudió someramente como
el “modo de producción asiático” que implica la continuidad de tiranías de
burocracias de estado, en el sistema de propiedad y en la organización y
usufructo del poder de control de los medios de producción, y del propio poder
político, que antes fueron propiedad de dinastías, noblezas de órdenes y
clanes, señores de la guerra etc, y ahora del partido comunista gobernante, desde
1949, con importantes cambios en su funcionalidad, en los que ahora cabe la
permisividad a sus miembros de pertenecer a una amplia gama de poderosas
actividades económicas con nexos sociales privados. Citemos como huella de
fenómenos nuevos él solo ejemplo pertinente de la corrupción, del
enriquecimiento súbito de funcionarios del partido y a contrapelo de ello, la
severa penalización de esas prácticas, que llevan incluso a la pena de muerte
ejemplarizante de algunos.
He querido plantear el caso de
China para quitar algunas telarañas en la comprensión de nuestra propia
problemática venezolana. El chavismo no es un producto histórico que tanga que
ver con la construcción y menos con el desmantelamiento de un régimen comunista.
Aquí no lo hubo como en la URSS o
en China, y por lo tanto menos aún se dio el súbito surgimiento de un sistema
que al ser desmantelado como modelo comunista de producción y distribución, sus
beneficiarios más conspicuos, se vayan directo a constituir una casta hasta
mafiosa de nuevos propietarios ad-hoc, que controlan los enormes recursos de
las empresas del estado que se desmantelan y toman forma de apropiación
delictiva del grueso de ellas.
La gran movilidad social China se
produjo al permitirse empezar por las grandes medidas de modernización
económica que indujeron a la modernización de la propia burocracia gobernante.
En Rusia, que heredó los males de
la URSS, el estallido político bajo Gobachov-Yelsin realizó el mismo proceso
chino, pero en el más absoluto desorden y con el desarrollo previo de una
enorme mafia del mercado negro.
La mafia
político-militar-policial no es casualidad que tenga como eje a Vladimir Putin,
una personalidad icónica que fue y sigue siendo el jefe de la siniestra policía
política que mantiene el poder desde hace 20 años.
Al parecer, en la Cuba de los
Castro, también habría comenzado a producirse una evolución que los demócratas
de Obama y los Clinton quieren acompañar (y la derecha republicana hacer
abortar) y que implicaría un viraje hacia la restitución de la propiedad
privada y de bienes de producción incluso en manos del odiado “capital
imperialista” manteniendo en lo sustancial, como en China, la burocracia
totalitaria del partido comunista, ejerciendo el poder aunque deba
flexibilizarse, si o si, dado el fenómeno de las peticiones democráticas y en
particular las libertades, de la enorme emigración cubana anticastrista en
Florida y el enorme papel que debería cumplir en la reconstrucción capitalista
cubana hasta ahora tímida, pero de grandes expectativas futuras.
EL caso venezolano es algo muy
distinto y por eso el interés de colocarlo en la perspectiva de esas naciones
donde si hubo revoluciones poderosas, estatizaciones totalitarias en su
economía y edificación de una burocracia de partido único.
Venezuela no tuvo, no tiene y NO
TENDRÁ nada que ver con lo ocurrido en esas sociedades. Aquí hubo fue un Estado
de economía petrolera rentista, de capitalismo dependiente, subordinado al
capital financiero mundial y deformado por el excesivo control estatista,
derivado de los intereses de las maquinarias clientelares de los partidos
políticos y las élites económicas allegadas al privilegio sobornado del
favoritismo gubernamental, que les deparaba ventajas a unos u otros de los
grupos empresariales, según fuesen los núcleos dominantes de la maquinaria del
Estado rentista.
La tradición jurídica heredada
del imperio español otorgó al Estado la propiedad del subsuelo, y a esto se
añadió la vorágine de acumulación de propiedad terrateniente por parte del
Estado sobre todo desde 1959, para sus proyectos “distributivos” de patente
populista.
Si a esto agregamos que bajo esos
mismos preceptos se acogió el modelo CEPAL, desde principios de los años 60,
bajo el modelo adeco-copeyano socializante y se impulsó una inmensa inversión
pública, subsidiada por esa enorme renta petrolera, el crecimiento del “estado
empresario” y toda la gama de empresas (CANTV, CVG, PDVSA y cien otras) resultó
generando que la economía privada y la mayoría de las grandes empresas y
bancos, en muchas formas ligados a ese capital estatal, se hicieron
subsidiarios receptores activos de bajos costos, por insumos artificialmente
bajos, más bien pagados por el ingreso del país.
Lo más lógico también es que esas
empresas privadas, que producían ganancias inmerecidas, dada su escasa
productividad propia como capital privado, resultaron dependientes de ese maná
público de forma cada vez más parasitaria.
Todo ello terminó por hacer casi
lógica también la aparición y reforzamiento permanente de esas elites de
“guisadores” ligados al clientelismo político y a sus colosales privilegios y
capacidad corruptora.
El chavismo y su peor herencia el
madurismo-diosdadismo representa en realidad una ESTRICTA CONTINUIDAD del
modelo económico montado sobre la exacerbación de TODOS los parámetros que
fueron hegemónicos durante los últimos 50 años.
Lo único distinto es que de forma
cínica y empleando a fondo la palanca del resentimiento social y la demagogia,
el chavismo se propuso y logró una alteración importante en la conformación de
las elites beneficiadas, constituyendo un nuevo segmento muy numeroso, que
puede ser cuantificado en algunas decenas de miles de nuevos ricos y de viejos
ricos reciclados de multiplicada fortuna, que fue ahora obtenida en los últimos
10 años a expensas directas y delictivas, por apropiación de la renta
petrolera, distribuida por vía del control de cambios. CADIVI.
Ya en tiempos de anteriores
esquemas de CONTROL DE CAMBIOS como RECADI, los auxilios financieros, condonaciones
masivas de deuda, venta de activos de FOGADE etc. las viejas clientelas de AD,
COPEI, MAS, Calderismo, etc, habían ensayado en niveles, ya escandalosos para
esos tiempos la apropiación delictiva del ingreso petrolero, (habían
multimillonarios ex ministros, ex PDVSA por ejemplo) pero el caso más famoso
fue el de las corruptelas de RECADI “los banqueros me engañaron”, Jaime
Lusinchi dixi, y por supuesto las enormes estafas bancarias bautizadas
“auxilios financieros”.
EL CHAVISMO NADA INVENTÓ, sencillamente
no guardó recatos, innovó formas más perversas de expoliación y depredación de
bienes públicos, multiplicó su demagogia social de distracción, bajo el amparo
de su régimen político, financiando todo con una excepcional entrada de divisas
que le permitió TODO, o casi todo, porque su demiurgo no pudo evitar morirse de
un cáncer, pese a que su Cuba que debía curarle, se llevó, sin esa
contraprestación, decenas de miles de millones de dólares que nos chulearon sus
burócratas.
Lo original del chavismo es no
exigir una contrapartida en producción creciente para obtener, como bajo el
sistema clientelar de AD-Copei, MAS, Calderismo, un mayor subsidio obsceno de
las ganancias capitalistas, menos aún en la burguesía bancaria donde el
parasitismo se hizo extremo.
El tráfico de influencias el
malandraje y el latrocinio masivo directo sustituyó la intermediación de
producción con insumos importados, comercio exterior y manejos financieros
privilegiados.
Por necesidades del hegemonismo
político y su arbitrariedad consustancial con la ignorancia y autoritarismo de
toda esta clase de bárbaros e improvisados sabiondos, haciéndose vías de poder
para obtener enriquecimiento expedito, todo el modelo terminó por naufragar
desde el tramo final del propio poder de Chávez y se hizo explosivo en esta
fase terminal de Maduro-Diosdado, previo al simple estallido, y es de este
tema, su diagnosis y prognosis que nos ocuparemos en las próximas reflexiones.
Porque es necesario VOLVER A EXPLICAR TODO.
Volver A Explicar Todo # 2 Es
Difícil Decidir Quién Nos Entierra Mas
14 Abril 2015
Ya empieza a ser común aceptar,
como si fuesen sólidas las afirmaciones, supuestamente llenas de contenidos
reales, aquellas consejas que designan y casi “adornan” nuestra identidad
nacional, sobre que: “los venezolanos” somos quienes tenemos la culpa de
padecer este régimen del malandraje rojo, por ser cómplices, dicen unos, por
ser tarados dicen otros, por oportunistas irresponsables, por ser corruptos y
ladrones innatos, y un largo etc.
Nuestra mayor calamidad histórica
como nación sería aceptar esa ideología, como portadora de una realidad
sustancial , por la sencilla razón que nos desmoraliza, corrompe y sobre todo
genera un escepticismo definitivo sobre la vocación histórica de nuestra propia
identidad nacional, asumiendo las peores consecuencias: la de hacer de nosotros
una simple polvareda humana y acatar que seamos solo una horda, sin la menor
cohesión y donde una especie de canibalismo sociológico lleva a cada quien a
desatar su propia cacería de recursos de sobrevivencia, así sean mal habidos
porque todo vale, sin ningún parámetro ético, sin censura ni límites. Y eso
amigos no podemos aceptarlo porque sería resignarnos al advenimiento de la
barbarie. No hablamos ni siquiera de una vida tribal porque ello supone: el
bien de la tribu y su autodefensa contra las concurrentes.
Hablamos si esa fuese nuestro
único destino el atenernos a una situación históricamente inédita de
descomposición social en un conglomerado mayoritariamente urbano, absolutamente
desarticulado y anárquico, peleando violentamente por metros de hábitat y
dependientes de circuitos de aprovisionamientos en manos del hampa disfrazada
de mercado negro, o dicho más crudamente aun aceptando esa tutela de los dueños
de ese mercado.
Me imagino que todos conocen que
de una situación así, solo se sale con la tiranía del segmento más desalmado,
que logre volver a poner orden y estratifique con sus propios criterios el
acceso a los bienes, por definición excluyentes y que debería escoger formas de
autoridad de los que no alcanzamos a prever su signo.
Una de nuestras grandes
irresponsabilidades como nación es la creencia de su mayoría sobre que seríamos
inmunes a los efectos del caos, por no percibir lo demoledor de la acumulación
de los factores que lo incuban de forma casi imperceptible en nuestra
cotidianidad.
A esta altura de enunciados cabe
preguntarse ¿Cómo es posible que Chávez y el chavismo durante 16 años haya
contado, aun siendo fraudulento TODO su proceder y particularmente el manejo
delincuencial del sistema electoral, sin embargo siempre haya contado con
grandes comparsas en los sectores políticos a cambio de una contraprestación de
miserables migajas que hacen ricos, o comensales de segunda, a algunas decenas
de miles de los miembros de las clientelas opositoras?
Para imaginar un país
definidamente perdido, y felizmente no es ese el caso, deberíamos imaginarnos
todos nosotros como una masa de cínicos cayéndose a dentelladas por el famoso
ingreso petrolero, ahora en radical mengua, una vez desaparecida la coyuntura
de precios altos y sobre todo habiéndose esfumado la masa de ingresos e
impedido acumular las reservas por haber sido dilapidadas por el gigante
galáctico y sus secuaces todos estos años con despilfarro y saqueos.
Me cuento entre los millones de
venezolanos que NO aceptan, es más que detestamos, más aun sin ser ingenuos,
que se nos considere responsables de las calamidades que hoy padecemos.
VENEZOLANOS es mucha gente. No
podemos aceptar esa generalización de compartir iguales responsabilidades, sin
correr el riesgo de hacer incomprensible nuestra realidad, además de nuestra
historia y por sobre todo, si aceptáramos las consejas fatalistas, nos
condenaríamos a la inviabilidad futura de nuestra nación.
No creo, para abreviar que un
anónimo yanomami, hundido en su selva contemplando impotente a garimpeiros que
destruyen su hábitat, tenga la misma responsabilidad que el Señor Lorenzo
Mendoza que se dice maneja con su empresa el 8% del producto bruto interno de
nuestra economía nacional.
No pueden concebirse equivalentes
las responsabilidades de una pareja de emigrados en Weston, Florida, que
durante 14 años pudieron terminar de levantar a sus 3 hijos y graduarlos,
manteniendo una bella familia de recursos modestos pero de grandeza espiritual,
con por ejemplo el señor F. Bernal que ya dirigía en 1990 una banda de
atracadores a blindados siendo miembro de la Policía Metropolitana, teniendo
como compañera de fechorías a la hoy “Primera Combatiente” y que 25 años
después siguen juntos, reestructurando la fuerza de choque de los “colectivos”
violentos que controlan el hampa caraqueña, tarea que comparten con su misión
paramilitar como fuerza de apoyo a Maduro y de chantaje político incluso contra
otras fuerzas paramilitares concurrentes.
No son equivalentes, ni
comparables, aquellos que perpetraron como criminales contra su nación la
participación obscena como grandes magnates financistas de la campaña de 1998 y
plutócratas mediáticos que inclinaron con su opción la elección de Chávez en
ese año y luego fracasados en su propuesta golpista de 1992 sostenerlo en el
poder con candidaturas opuestas de fantoches, que hicieron el papel de
legitimadores vendiendo su progenitura a la hora de declarar, luego de los
escrutinios fraudulentos, la victoria del déspota o de su sucesor designado con
las peores marramuncias leguleyas de ese Tribunal Supremo de hampones.
No es equivalente la
responsabilidad del militante de base del PSUV que de forma ciertamente
oportunista agarra una migajas del “cuanto hay pa´ eso” en su pertenencia a la
clientela, que montan en un autobús para asistir al mitin caraqueño del
“presi”, y de lo cual el deriva una bolsa de alimentos PEDEVAL y unos cuantos
bolívares, además de la haraganeada durante todo el día de paseo y jolgorio
“entre camaradas”, con la sobresaliente alcahuetería y alineamiento represivo
de defensa incondicional de las tropelías del gobierno despótico contra miles
de venezolanos desde el alto mando militar con el General Padrino López, a la
cabeza como antes lo fueron los jefes desde el General Salazar en 1999, quienes
no solo disciplinaron las FFAA ante la “obra” de destrucción nacional de
Chávez, sino que siguen bajo de las órdenes de quienes están en declarada
misión de hacer trizas el estado venezolano, que en el camino se lleva por
delante la existencia misma de las esas FFAA.
Empecemos entonces a distinguir
taxativamente que la responsabilidad de los venezolanos en general no puede ni
debe ser confundida con la responsabilidad específica de las élites que con
nombres y apellidos son los responsables directos del desastre nacional.
No voy a dar los consabidos
nombres porque muchos han rectificado y pasado años tratando de borrar sus
huellas, pero no se crean a salvo de lo que seguiremos escribiendo, no por el
gusto de reabrir heridas, sino por la contumacia implícita en muchos de esos
grandes jerarcas de la vieja clase política y económica, que se han convertido
a lo largo de estos años en cómplices disimulados del hamponato gobernante pero
cuya habito sigue siendo leal con la redundancia de su manía de estar cerca del
poder, para derivar algún gran beneficio, así sea pastoreando traiciones que
son en extremo útiles, a esta piltrafa de régimen desahuciado, pero aún vivo y
con capacidad enorme de hacer mucho daño.
Quienes deliberadamente andan
siempre repartiendo en forma general esa responsabilidad SOLO buscan ocultar
las responsabilidades de elites específicas, incluso con notorias incumbencias
individuales que por ese mecanismo de generalización son disueltas y por lo
tanto tramposamente ocultadas del escarnio público.
Volver a Explicar Todo # 3 Qué
lástima que esta revolución no incluya la guillotina
16 de Abril 2015
Maduro declaró “Las Divisas para
viajar no son un derecho, es un beneficio que les doy”. O sea, él es el dueño
de este país y de todos sus recursos. El venezolano que no lo sabía ahora sabe
con quién tratamos.
El grandulón resentido social que
comió la arepa pareja de “carnemechá” en cuchitriles a media noche, después de
pegar sus afiches de “Ruptura” y cuya dieta mejoró drásticamente cuando era
parte de bandas de asaltantes con la “primera combatiente” y Bernal, por allá
al final de los 80, pudo ingeniárselas, desde aquellos días del izquierdismo
irredento, para vivir de eso y luego para ser un vago sindicalero a sueldo del
Metro, hasta que el toque angélico del gran galáctico se le apareció en su vida
de marginal.
Hoy como Presidente Maduro nos
brinda esta declaración aparentemente trivial, pero que puede tomarse como
confesión, como el símbolo de toda la tragedia venezolana.
En realidad no voy a ensañarme
contra el asno que funge de humano y de presidente, porque en realidad no es
Nicolás el responsable de encontrarse a la cabeza del estado venezolano.
A él lo pusieron allí y a partir
de esa constatación tenemos el desafío de encontrar a los verdaderos
responsables de cómo semejante incapaz ayuda a enterrarnos como nación
civilizada.
¿Cómo entender que una nación
rica y dotada de un nivel mediano de desarrollo, como Venezuela, haya terminado
postrada ante una camarilla totalitaria de una isla como Cuba con 3 veces menos
población y con 100 veces menos recursos?
Solo la estupidez humana, propia
de prisioneros de ideologías de fanáticos, quienes después de haber perdido 40
años, en irrisorias y trágicas quimeras, los del liderazgo izquierdista ni
siquiera se explican cómo se sacaron la lotería que por fin los lleva al poder,
tras el aventurero militar golpista, cuyo destino triunfal final tuvo el piso
sólido que le dio la herrumbre de la clase política de la 4ta y su más
decadente figura Rafael Caldera. Lo que completa el cuadro es por supuesto la
estupidez postrada ante sus propias avaricias y sed de poder ventajista, de una
élite económica que perdió el rumbo no se sabe cuándo.
Me atreveré anotarle un solo
punto a favor de Chávez y es que, es imposible imaginárselo siendo un simple
adlátere de los Castro. Sabemos que hubo roces, varias veces y muy fuertes,
pero siempre primó una seducción permanente del gran timador Fidel, que llegó
hasta la indecencia en el cortejo al ignorante nuestro, porque daba por
garantizado que este mostrenco rural, siempre terminaba postrado ante la
“sabiduría revolucionaria” de siglos en las artimañas del poder, que era su
único y gran atractivo como modelo.
Ese era el gran imán de los
Castro: un acabado ejemplar doctorado en poder, con un aprendizaje aventajado
en décadas de guerra fría, aunque ellos a su vez fuesen por un tiempo dilatado
peones soviéticos.
Chávez antes que asumirse solo
como agente cubano servil, era cultor de sus propias astucias para hacerse del
poder y eso mientras Castro andaba de parejero adulante de los gobiernos de Carlos
Andrés Pérez y Caldera.
Ese no es el caso de Maduro.
Maduro nació soplón de los Castro, es un títere a carta cabal, un gobernante
disminuido en su ignorancia oceánica y asediado por las fuerzas centrifugas que
Chávez dejó desatadas en torno a la economía, en la cima del poder, en las
FFAA, la inseguridad, el hampa política y un largo etc.
Si alguien quiere entender a
fondo cual es la principal herencia que dejó Chávez a Maduro, como legado del
poder real, no le cotará mucho llegar a nuestra conclusión: la más eficiente
palanca de poder es la docilidad de la MUD como expresión política de un
liderazgo eunuco de las viejas élites políticas y económicas sometidas y
sodomizadas por el chavismo tras 18 fraudes electorales.
El paquete de la herencia incluía
un candidato de oposición hecho y probado, tres meses antes de morir, a la
medida de Chávez, seleccionado entre muchos desde jovencito, cuando rindió sus
primeros exámenes como un gallináceo Presidente de la cámara de diputados, que
debía ayudar a disolver, para montar su nuevo tinglado fraudulento desde el
también fraudulento poder constituyente.
Hay mucho ingenuo que todavía
cree en casualidades o en la buena suerte en política. Yo solo conozco de
resultados de conspiraciones montadas por intereses poderosos, por poderes
fácticos, que programan productos mediáticos, portavoces de conglomerados
financieros, etc.
Es tan obvio lo que afirmaré que
da vergüenza hacérselo notar a los cultores de la ingenuidad colectica. En
medio del derrumbe ya inevitable del gallina H. Capriles, que se pulveriza
precisamente por habernos vendido el alma cada vez que pudo: ¿No notan ahora
que hay un preso especial, del que se ocupan dignatarios de muchos de los
países que antes le capitulaban al siniestro Chávez y ahora, cuando ven cerca
el final de Maduro, empiezan una especie de precampaña electoral mundial en
favor de sifrino emergente?
Eso amigo vale millones de
dólares y anuncia las coaliciones de intereses de quienes serían beneficiarios
principales del hipotético gobierno del preso especial. Lamento anunciarles que
antes de una elección presidencial, y exigiendo también que el auto-preso sea
liberado cuanto antes, que Venezuela deberá conocer hasta una eventual guerra
civil, o mínimo una poderosa crisis muy violenta y con saldos trágicos, que
ningún discursito de los pimpollos de la vieja política puede ni interpretar,
ni menos ejecutar, poniendo a prueba la colección de simplezas y lugares
comunes de sus discursos que les caracterizan.
Sencillamente son ajenos al país
real, lleno de bárbaros y blandengues, con unas FFAA en descomposición
acelerada, unos vecinos fronterizos o no fuertemente armados y al acecho para
evitar que se los trague nuestra crisis y por supuesto unas potencias cuyo
liderazgo cambiará de mano, porque ya se agotó el tiempo de las palomas y
vienes las águilas.
No hay manera de entender el
decurso de nuestra agonía del madurismo poschavista y menos de estos aprendices
que dejan en manos de los Castro hasta como manejar la cotidianidad de los
problemas del poder en Venezuela, sin la ruin colaboración política de la MUD
en todo y por todo convertida en “pata democrática“ de este régimen de salvajes
hampones opresores.
No hay Maduro sin Capriles y MUD
y me temo que si antes no estalla todo, habrá que pronosticar que impedirán que
saquemos el bandidaje como debe hacerse, porque hay liderazgos prudentes
ganados a “reconciliaciones”, que mientras llega esa etapa, hacen su calvario
de persecución que les será muy rentable, para luego exigir, a nombre de ese
vía crucis, la absolución para sus propuestas de capitulación.
Pero agotemos la parte del
calendario de transición de tragedia entre Chávez y Maduro. ¿Son acaso
responsables los electores que sufragaron por él el 14 de abril de 2013?
SI y NO, porque para Nicolás ser
presidente, necesitó previamente no solo de la prevaricación de varias
instancias del Estado para legalizar su ciudadanía, sino sobre todo del acto
soberbio del engreído caudillo barinés, para entonces ya pre-difunto, cuando lo
designa heredero luego de confiar en él, por años, cuando lo tuvo como jefe
legislativo, Vicepresidente, jefe de adorno del gabinete ministerial y
canciller, por lo que creyó que había formado un secuaz al que le consideró el
derecho de designarlo sucesor, y no al pequeño déspota de El Furrial de quien
conocía demasiadas malas mañas, en lo rosquero para hacer dinero mal habido.
Chávez resuelve designar a
Nicolás sucesor, cuando en los albores de su muerte presentida y sin poder
dejarnos en manos directas de Fidel, apela a la imagen de su clara luna
llanera, para expresar su voluntad que sea su ducho mensajero cucuteño, de
fidelidad perruna, quien mantenga en sus manos, con la elección fraudulenta por
supuesto, las riendas de su obra, como su fuese una heredad digna de otra cosa
que no sea desprecio y repulsión.
Es un hecho sin embargo que
además, por si sola, esto de la sucesión, fue una propuesta nacida de una
desesperada situación ante la inminencia de su muerte anunciada, lo cual por si
solo es un factor de desequilibrio mental terminante.
Pero son los perversos
representantes del Tribunal Supremo, cual mafiosos agavillados con los otros
reales dueños del poder, los que le dan la luz verde con aquello de la
“continuidad administrativa” que daba ventajas al cucuteño para pagar, cobrar y
darse el vuelto.
Pero un somero conocimiento del
tipo de personas integrantes de esa cúpula de magistrados de pacotilla, nos
dice que en realidad ellos eran apenas una instancia delegada de aquel numen
del que emana el poder.
Por eso es que interesa saber
entre quienes se compartió de decisión, sabiéndolo en vida vegetal o muerto
desde dos meses antes, de hacer respetar la “voluntad de Chávez” de ver
prolongada su “obra” de desquiciamiento nacional de la mano de los tiranos
Castro.
Además de la camarilla de
estafadores del Tribunal Supremo, quienes tienen el peso fundamental de generar
la continuidad del poder chavista en la persona de Maduro, son los altos mandos
militares, seleccionados entre los uniformados más amorales y ladrones.
Por supuesto la fracción Diosdado
tenía mucho que decir, incluso hasta para impedir la designación de Maduro,
pero el pequeño déspota ordenó que había que “quedarse quietos en primera”. De
alguien aprendió a ser el más calculador y cínico de la pandilla gobernante.
Contra muchos diagnósticos y
pronósticos nunca imaginarnos esta revolución chavista realizando ninguna
revolución, valga la redundancia.
Ya se agotó el capital de sostén
popular que dejo Chávez ya en plena mengua, y ya se agotaron TODOS los
volúmenes importantes de recursos a malbaratar y regalar.
La velocidad de su agotamiento es
directamente proporcional a la irritación que ya causa nuestro brutote mandamás
en la comunidad internacional, de donde hasta logran reunir decenas de
expresidentes, para poner en evidencia las ruindades de este régimen en su
ocaso irremediable.
Una prueba más de que aquí nunca
hubo una revolución, es que jamás vimos ni purgas, ni degollinas, ni
conspiraciones reales desde el centro del poder etc,
Porque si hubiésemos visto
funcionar la guillotina, entonces a todos los líderes de este malhadado proceso
los hubieran cepillado y también a sus cómplices de la MUD, pero no por
opositores, sino por la radical y elemental verdad de que son parte del poder,
que ajusta sus alianzas, y para ser más precisos, son tajadas que se negocian
en el mercado electoral pestilente. Solo que no hubo guillotina para nadie y
entonces ellos también se han salvado.
Volver A Explicar Todo # 4 La
Calma Chicha Presagia La Tempestad
17 abril 2015
Ante la necesidad de una ruptura
política institucional fundamentada en el hecho que entramos en un verdadero
“Estado de Necesidad” es decir de emergencia histórica, donde decidimos si
seguimos existiendo o no como república, nuestra mirada llena de angustia y
nuestro mensaje se dirige a las FFAA, para exigirles su concurso para, mediante
una ruptura militar contra el régimen, establecer una Junta Civil Militar de
Transición que nos devuelva la paz y el orden, empecemos a plantear de frente
los temas esenciales para nuestro destino inmediato como republica liberada de
hampones y populistas depredadores de bienes públicos.
Ya son demasiados, la mayoría
diría, los inconscientes que existen cuyas opiniones son dominantes en el
ideario público de nuestro país, que no quieren enterarse que Venezuela, de
hecho, empezó a hacerse inviable como nación civilizada, si es que continuara
el chavismo en el poder y ello en razón de que habría primado, como eje
“ordenador “ de todas las relaciones sociales, al interior del territorio que
ocupamos transitoriamente, el suicidio de sus elites, por cuanto es un hecho
que han venido sumándose o rindiéndose ante la barbarie, que se cubre de
“estatista-socialista” para mantenerse en el poder delincuencial de
estado-forajido.
Lo que ahora es una realidad
inocultable es que este Estado chavista, expresa la tiranía de las mafias que
controlan todos los resortes de la vida social, empezando por el sistema de
control territorial, donde se pacta de hecho la división por áreas de
sojuzgamientos violentos de hamponatos, que las delimitan de forma precisa,
para ejercer dominio o reclamos en litigios, llámense Colectivos, Frentes FARC
o capitostes policiales y militares, que ya asumen derechos de abuso sobre el
aparato productivo, o áreas de poblaciones determinadas, sometidas a los
caprichos de la vorágine lumpen rojita, que quiere atragantarse, en el menor
tiempo posible, de riquezas y es eso lo que se llama control de las mafias,
sean estas financieras, militares de zonas mineras, aduanas, recepción de
impuestos, administración de divisas, áreas burocráticas del sector estatal y
partidistas en especial la del PSUV.
Un subproducto de este mismo
sistema de control mafioso es la ideología que los que están dispuestos a
mantener en vida artificial, por vía mediática y de las clientelas opositoras
que se conforman con las migajas, la creencia según la cual esto tiene una
salida distinta a la necesaria confrontación que supone la sobrevivencia de uno
de los dos polos excluyentes por definición.
O prima el chavismo bárbaro
agenciando toda clase de intereses bastardos antinacionales, imponiéndose como
amorales que son, mediante toda clase de trampas, que animan su siniestro
dominio político mafioso sobre el conjunto social, o se impone la irrupción
absolutamente necesaria del polo civilizador , que deberá conquistar por la
fuerza la primacía sobre estos bárbaros, si es que queremos aun sobrevivir como
república sobre este territorio que está a punto de conocer su lógica
fragmentación, por cuanto la misión del chavismo desclasado o más bien lumpen
desde el poder es el reino del hampa política y social, así se vistan con
ropajes de igualitaristas, socialistas, progresistas etc cuando en realidad
solo son liberticidas.
No hay debate posible que pueda
contra” las razones” del lumpenaje social. El hampa no es civilizada, es la
antítesis de la vida civilizada, y su dinámica disolvente y terrorista esta
signada por el deseo de reinar en medio del pánico general y eso lleva al
dilema: O se le confronta hasta reducirlos a la mínima expresión o nos
convertimos todos en vasallos de su imperio de horror. La única otra
alternativa es regalarles el país y marcharse a los países que puedan acogernos
para tener derecho por lo menos al pan amargo del exilio.
Quien crea que Venezuela tiene
una salida distinta a este proyecto elemental de poner orden en esta siniestra
parodia de país, de democracia y de economía, entonces es que no ha entendido
nada o es parte beneficiada del festín, así sea como parte de ese decorado
ridículo de los apaciguadores de oficio, de los apagafuegos, de los
dialogantes, de los negociadores de aperturas, etc.
El gobierno de Maduro y sus
mafias del PSUV, mantenidos en el poder por la mafia militar, descansa en la
“legitimidad” que les da el adorno “democrático” proveniente de los estafadores
de la MUD, quienes piden diariamente lealtad a esta constitución chavista, que
es la base jurídica de este estado-forajido.
Ya es hora de que caigan todas
las máscaras. En Venezuela no hay democracia y no debe “regalarse” de nuevo
mientras no tengamos una preparación suficiente para ejercerla, porque después
de esta tragedia de los últimos décadas, no puede aceptarse continuar la
tiranía de las mafias, ni puede volver a entregarse la autoridad del Estado
para ejercer la manipulación de grupos de poder económico, o representando
elites políticas clientelares, o intereses de potencias de cualquier tipo que
trafican con esos postulados , para legalizar su presencia dominante o
influyente sobre nuestro territorio.
Nuestro pueblo ha demostrado que
es fácil presa de demagogos, su madurez semeja la de personas adolecentes,
atribuladas por fantasías, frustraciones, caprichos o voluntarismos nacidos de
quimeras y de sueños. Creo que no puede admitirse por un tiempo hacer valer
igual el voto de un beodo inculto y de vida casi animalizada sembrando hijos a
incautas jovencitas a las que hace depender de su dinero fácil mal habido, o de
sus atributos físicos superficiales, que el sufragio esperanzado y consciente
de una maestra de escuela, esforzada madre de familia, que levanta un cuadro de
hijos con su pareja de iguales valores, con una moral plena de sacrificios,
carencias y así cultores del ahorro y generando día a día buen ejemplo para su
familia, sus alumnos y su comunidad.
Coloco este ejemplo en el vértice
de un nuevo enfoque sobre nuestro destino político inmediato, porque debemos
ser capaces de edificar de nuevo un Estado donde primen los valores inherentes
al orden social, a la familia al respeto a las personas preparadas para ejercer
funciones públicas, magistraturas etc. Una sociedad productiva debe comenzar
por valorar el trabajo el salario digno, la propiedad privada el libre
ejercicio de profesiones y oficios, etc.
EL nuevo Estado venezolano,
pésele a quien le pese, deberá estar asociado a los intereses globales de las
naciones de Occidente y particularmente de la democracia de Estados Unidos que
serían nuestra garantía para evitar volver hacer en este charco de excremento
político que significa la rochela de los populistas de toda laya alineados con
el simplismo de unos supuestos intereses latinoamericanos ,que no son genuinos
mientras solo representen las complicidades de las elites políticas venales,
que vienen siendo apenas cabrones de la tiranía castrista cubana.
Muchos compatriotas sobre todo en
el exilio han perdido las esperanzas de una pronta sacudida que dé al traste
con el régimen putrefacto venezolano. Quizá tengan razón pero soy de los que
creo firmemente que esta calma chicha solo presagia la inminencia de una enorme
tempestad, creativa por supuesto, aunque pase por una fase de confrontación
necesaria que limpie el panorama. En el nuevo estado debe desaparecer la figura
del político como equivalente a ladrón. Por allí empezaremos.
Volver A Explicar Todo # 5 El
Derecho A Detener Como Sea La Barbarie
18 de Abril 2015
En etapas históricas
excepcionales, que a veces se reducen máximo a una década o dos, en el decurso
de la vida de muchas naciones, les ha tocado enfrentar los dilemas de continuar
existiendo o no, dentro de parámetros de sociedad civilizada, o en proceso de
querer serlo, y tienen que recurrir, lo deseen o no a la confrontación abierta,
incluso por medio de la guerra intestina, que representa el último recurso
conservador del orden, para precisamente evitar sumirse en el caos disolvente o
su equivalente, vivir bajo el imperio de una clase, estamento o camarillas
gobernantes portadoras de la retrogradación social en todos los aspectos.
Con el paso de la décadas y sobre
todo al hacer un exhaustivo balance histórico, es como puede entenderse, por
ejemplo, la solución Pinochetista para Chile en 1973, cuando el gobierno
socialista comunista de Salvador Allende llevaba a esa nación a la anarquía,
reventando todo el tejido social que estaba fundamentado sobre una economía que
estalla al ser saturada de controles estatistas y factores disolventes, que
generaron la ruina de la producción y comercialización de todos los insumos de
producción y consumo directo y arrastró por supuesto la moneda, como
equivalente de valor, hasta su casi inutilidad híper-inflacionaria.
Muchos consideran discutible si
Pinochet en los primeros años de su dictadura, con el estamento militar
corresponsable, discurrió por intentos frustrados de soluciones que resultaron
artificiales frente tamaño y profundidad de la crisis económica, lo que le obligó
corregir sobre la marcha (como la nacionalización de la banca) y si se puede
considerar también legítimo, seguirse preguntando – tomando partido, neutral o
condenatorio- sobre si se empleó de forma desproporcionada el terror y
violencia de Estado, para contener la anarquía, y sobre todo para derrotar la
subversión planificada de los militantes revanchistas del gobierno depuesto,
cuando se conoce por confesión en privado, del propio General Pinochet, que
admitía que durante varias semanas, sencillamente se perdió el control de todo,
es decir que hasta las propias Fuerzas Armadas que intentaban controlar y
corregir el desmadre nacional provocado por la crisis, se sumió ella misma en
el pandemónium reinante.
En otro escenario los peruanos
van a dejar morir preso al ex presidente Fujimori porque creo que quieren matar
un mal recuerdo de su dictadura, pero pocos se detienen a pensar que Perú sigue
vivo como república gracias a su política de exterminio contra “Sendero
Luminoso” la guerrilla masiva de orientación “maoísta” y “polpotiana” e incluso
contra su base social, en las comunidades indígenas de los andes, hundidos en
el mayor atraso, así como contra las guerrilla guevarista MRTA de mayor peso
urbano.
Había estudios muy serios, se
dice, del propio Departamento de Estado de USA, que pronosticaban el triunfo, a
pocos años plazo, de la guerrilla senderista, que de haber triunfado, hubiera
hecho aparecer el chavismo, el castrismo y el allendismo, como juegos de niño.
Fujimori fue el recurso extremo
que se dio la sociedad peruana para revertir el seguro destino a la barbarie. Y
eso es una constatación irrevocable de la historia reciente, así los peruanos
se avergüencen del “Chino” cómo los chilenos de Pinochet.
Puedo seguir con la lista y
apenas enunciar a Banzer Suarez en Bolivia 1971, Uribe Vélez Colombia,
Betancourt 1961-63 en Venezuela, más emparentado con Uribe que con las
dictaduras militaristas del cono sur.
De Argentina recordaremos siempre
los desastres económicos de los gobiernos militares, entregados a la orgia
especulativa de la llamada “Patria Financiera” y nunca se olvidará la siniestra
cadena de crímenes contra los miles de desaparecidos, torturados y d exilio
masivo. Esta será siempre la imagen de marca de esas dictaduras, pero cabe
preguntarse alguna vez donde estaría Argentina si los Montoneros, la guerrilla
terrorista, antes del Cartel de las FARC, más rica numerosa y preparada en la
historia latinoamericana, hubieran asaltado el poder.
Quienes conozcan de paradojas
latinoamericanas retendrán la historia los Montoneros argentinos que llegaron
por fin a la Casa Rosada 30 años después, pero para hacerse ricos como los
chavistas, a su vez herederos espurios de aquella guerrilla que derrotaron
Betancourt y Leoni.
La nueva oleada del izquierdismo
malandro, ahora depredador de rentas del Estado convirtiéndoles en ricos
potentados, como los del Lulismo brasileño, los sandinistas Nicas etc, tienen
portentosos logros individuales en el tuerto Kirchner y su inefable heredera
Cristina, cuando ya sus “Montos” eran solo un mal recuerdo. Igual ocurre con el
viejito Mujica que NO ES ladrón, pero antes fue el temible terrorista Tupamaro
y ahora figura bonachona del izquierdismo atemperado uruguayo, aunque nos debe,
tener en común con los Kirchner y Lula haber, sido soporte chulo de nuestra
calamidad chavista.
Este tema tiene mil ángulos
porque no hay nación que escape al axioma histórico que me atreví a colocar al
principio, sobre que en demasiados países a lo largo y ancho del planeta les
toca, en cualquier etapa, emprender una lucha nacional para buscar o salvar la
identidad, el derecho a querer ser o querer seguir siendo un país normal.
Llámese guerra civil española, o
guerra de secesión norteamericana, Plan Colombia, Perestroika, o mil maneras de
expresarse equivocadamente o no, el deseo primario de los ciudadanos de
cualquier nación es arreglar sus entuertos históricos y trazarse nuevas metas
que reconstruyen su destino.
Algún listo rojo puede aprovechar
esta tesis para meter de contrabando que Chávez era una necesidad para
Venezuela, dado el impase histórico que se heredaba de la malhadada Cuarta
República. Nuestra respuesta inmediata, a esa presunción de obtener legitimidad
histórica para un fenómeno político anarquizante y socialmente lumpen
subversivo, es que esa propuesta política del chavismo más bien expresó el
punto de desarrollo de mayor decadencia o descomposición que habiendo hecho
gangrenar lo que ya estaba descompuesto ahora obliga a la gran rectificación
histórica en la que entraremos en semanas, o meses. Queda por saber el costo y
la profundidad de las correcciones, que fatalmente se medirán en número mayor
de víctimas de la descomposición social y paramilitar que son y serán
directamente proporcionales al daño que siga acumulándose en estos plazos.
Por la postergación, más allá del
límite racional de ese desenlace, por lo pronto nos cuesta un promedio de 2000
muertos mensuales que caen a manos del hampa impune verdadera excrecencia
social extrema del lumpenaje desenfrenado liderado por los “colectivos”
hamponiles de Maduro-Bernal.
En todas las crisis que puedan
enunciarse, el factor siempre determinante en la solución o en la regresión
conflictiva son las Fuerzas Armadas. Esta solución necesaria, a veces con
costos impresionantes, se da incluso cuando estas estallan y una facción de
ellas alcanza la victoria total contra la otra facción. Lo deseable y esperado
por supuesto es que quien resulte ganador lidere el factor progresivo que
defienda el orden social, debiendo primar el que sea más representativo de las
aspiraciones generales.
Damos ya por sentado la absoluta
comprensión, muy perceptible para la inmensa mayoría de la población, que el
país llegó a un punto de NO RETORNO de una crisis económico social en plena
profundización hasta niveles de barbarie. Es lógico entonces admitir que nada
impide ya que este modelo de régimen y de Estado colapse, en semanas o meses.
Es extremadamente lógico contra
toda evidencia respecto a la apariencia y discurso público del medio militar
venezolano, que la solución de esta crisis dependerá de la intervención de las
FFAA, sea expulsando el régimen a la manera pinochetista o estallando en dos o
tres componentes, que lucharían entre sí con un saldo alto de víctimas y donde
la victoria nítida de un bando es obligatoria por cuanto es impensable una
negociación que mediatice las opciones, o una vuelta atrás que implicaría
sobrevivir sobre un status-quo inviable.
Otra discusión que deberá hacerse
sobre la marcha, es sobre cómo quedan inhabilitados, para influenciar este
proceso de ruptura, todos los que han apoyado esta cohabitación con el régimen
chavista o quienes suponen que de esto pueda salirse sin un trastrocamiento
profundo de hasta los cimientos socio político y militares del propio Estado e
incluso de buena parte del tejido social. Esto último, para ser explicito,
tiene que ver con desestimular propuestas de “liderazgo de reconciliación”
motivados desde grupos económicos tradicionales que pretenden sencillamente
metamorfosearse para volver a los viejos privilegios anteriores a la época
chavista.
Por otra parte es ya necesario
dejarles claro a liderazgos de las naciones latinoamericanas, cuyos gobiernos
se hicieron celestinos del chavismo por intereses mezquinos que les
defenestramos a sus socios porque para nosotros son un régimen de destrucción
nacional y queremos recuperar una vida y poder compartir con ellos relaciones
normales. Las naciones amigas deberán comprender que no podremos lograr tales
objetivos sin la reducción drástica, por cualquier medio del hampa animalizada
masiva, hasta neutralizar sus impresionantes consecuencias contra las familias,
sus bienes, el hábitat urbano y rural y mil otros factores. No estamos pidiendo
permiso para hacer lo necesario, les estamos planteando la gravedad de nuestro
drama social para que no se sientan tentados a andar de consejeros e
injerencistas luego de 17 años de complicidades con nuestros opresores.
Enunciamos este tema porque
ocurre que el hampa venezolana, incluso en primera línea el hampa política, a
diferencia de fenómenos izquierdistas temperados, ahora en el poder, como el
allendismo chileno o incluso los “Tupas” y “Montos” dulcificados y ejerciendo
el gobierno de Uruguay y Argentina, el chavismo se convirtió para los
venezolanos en algo que ustedes jamás podrán entender, si nos atenemos a su
tradicional y actual alcahuetería, para con esta empresa antinacional del
izquierdismo venezolano, coludido plenamente con el hampa más salvaje, que es
usada como elemento de control social para sostener el régimen rojo.
Las elites de poder en América
Latina deberán saber, antes que suceda lo que fatalmente sucederá, que nuestro
obligado primer reflejo CIVILIZADO del pueblo venezolano y la facción de las
FFAA es salir como sea de este camino a la tronera de la barbarie y los que más
nos entenderán serán los hermanos chilenos.
Aquí se deberá enfrentar
vigorosamente, a una escala nunca vista, el hampa social y el hampa roja
coludidas, inextricablemente unidas, que por añadidura pretenderán conservar el
poder de Estado, con métodos terroristas y medios de acción nunca vistos, si es
que emplearan, como se presume, las cuantiosísimas fortunas de miles de
millones de dólares, saqueados por sus jefes con ayuda de los cuales
pretenderán prevalecer a sangre y fuego. No hay prevención auto limitada,
contra esa escalada, que no parta de TODA clase de medidas que nos puedan
precaver contra los financistas y líderes de esa cruzada terrorista.
Al explicar esta perspectiva
aprovecho para hacer visible que es tal la profundidad de las correcciones necesarias,
para volver a tener país y para imaginarnos un futuro de progreso sostenido,
que quizá es por ello que tarden los desenlaces, que implican realineamientos
sociales, políticos y militares muy profundos.
Vivimos una paradoja dramática
que está medida en el hecho que mientras mayor y peor es nuestro drama, vemos
posponer aún más la acción de las elites de poder de facto, en particular las
FFAA, que debería ya haber puesto freno o destituido el gobierno madurista
convertido en factor centrifugo-demencial de la nación en proceso de ruina.
Esto implica no entender los
alcances del daño que se acumula a velocidad de vértigo, y la sinrazón de haber
sido tan indiferentes, lo que se mide en que demasiados miembros de nuestra
elite económica más bien han tendido a la rendición, vendiendo o dejando perder
sus bienes y hasta han renunciado a la nacionalidad, antes de preferir asumir y
más aún aupar la confrontación.
Dejo pendiente el tema de cómo
esta urgencia venezolana, de salir cuanto antes y como sea de esta tiranía del
hampa política roja, está íntimamente relacionado con los intereses de las
elites políticas de USA y Colombia, que nos interesa sobremanera sensibilizar
para que nos entiendan y ayuden, así ocurra que el resto de América nos dé la
espalda. La rebelión brasileña contra los principales alcahuetes del chavismo
en el gobierno de ese gran país vecino es de innegable concurso, no en la
solución de nuestro drama, sino en la aspiración a que si no nos ayudan no
intenten meterse.
Por: Dr. Alberto Franceschi
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