lunes, 20 de abril de 2015

VOLVER A EXPLICAR TODO #1,2,3,4,5.

VOLVER A EXPLICAR TODO # 1 URSS, China, Cuba, Venezuela ¿Algo en común?



14 de abril de 2015

Una vez el Emperador Napoleón Bonaparte sentenció: “no despertéis al gigante chino porque todos tendremos que lamentarlo”. Dos siglos después ha ocurrido que nada hubo que lamentar sino celebrar, que a 35 años del reintegro de China Comunista, a una relación plena de ella con la economía capitalista mundial y con el sistema legal de la ONU, emprendida por el visionario Presidente de USA Richard Nixon y su secretario de Estado Henry Kissinger, China sea hoy uno de los pilares del dinamismo económico y tecnológico del planeta, desde que su líder Deng Tsiao Ping desde 1978, inició la modernización de esa, la más populosa, nación de la tierra.
Solo a ignorantes consumados se les puede ocurrir seguir pensando que China sea lo que si fue en el pasado, como realidad de potencia de economía estatista y casi autárquica con un sistema político totalitario de partido único y con una burocracia omnipresente.
Lo que sigue imperando allí es efectivamente una enorme burocracia casi absolutista, pero a diferencia de la etapa anterior (desde su fundación en 1949 hasta la muerte de Mao) esta clase dominante debió modernizarse y generar mecanismos de logro de consensos muy complejos, que incluyen la renovación regular y previsible de sus autoridades a todos los niveles.
Los cambios en la base social del estado chino, sigue también modificando la estructura de la clase burocrática gobernante, que modifica radicalmente sus conductas de maleabilidad en sus adaptaciones, para seguir sosteniéndose con una gran movilidad del ingreso y ascenso a ella de nuevos componentes, surgidos de la economía privada y mixta (asociada al estado) ganando con ello “legitimidad”, ateniéndonos por supuesto a una muy distinta óptica, para ver el desarrollo de esa sociedad de cultura y orígenes históricos extremo-oriental, en todo y por todo distinta a nuestros parámetros occidentales.
Olvidémonos, para empezar, de reclamar a los chinos las prácticas de la democracia formal representativa. En esa nación imperan otros valores, otros fines, otras NECESIDADES, donde por ejemplo obtener abrigo, comida, salud, transporte y educación para 1.600 millones de seres humanos no es algo sencillo.
Habría que comenzar, para entender ese proceso histórico chino, con lo que Marx estudió someramente como el “modo de producción asiático” que implica la continuidad de tiranías de burocracias de estado, en el sistema de propiedad y en la organización y usufructo del poder de control de los medios de producción, y del propio poder político, que antes fueron propiedad de dinastías, noblezas de órdenes y clanes, señores de la guerra etc, y ahora del partido comunista gobernante, desde 1949, con importantes cambios en su funcionalidad, en los que ahora cabe la permisividad a sus miembros de pertenecer a una amplia gama de poderosas actividades económicas con nexos sociales privados. Citemos como huella de fenómenos nuevos él solo ejemplo pertinente de la corrupción, del enriquecimiento súbito de funcionarios del partido y a contrapelo de ello, la severa penalización de esas prácticas, que llevan incluso a la pena de muerte ejemplarizante de algunos.
He querido plantear el caso de China para quitar algunas telarañas en la comprensión de nuestra propia problemática venezolana. El chavismo no es un producto histórico que tanga que ver con la construcción y menos con el desmantelamiento de un régimen comunista.
Aquí no lo hubo como en la URSS o en China, y por lo tanto menos aún se dio el súbito surgimiento de un sistema que al ser desmantelado como modelo comunista de producción y distribución, sus beneficiarios más conspicuos, se vayan directo a constituir una casta hasta mafiosa de nuevos propietarios ad-hoc, que controlan los enormes recursos de las empresas del estado que se desmantelan y toman forma de apropiación delictiva del grueso de ellas.
La gran movilidad social China se produjo al permitirse empezar por las grandes medidas de modernización económica que indujeron a la modernización de la propia burocracia gobernante.
En Rusia, que heredó los males de la URSS, el estallido político bajo Gobachov-Yelsin realizó el mismo proceso chino, pero en el más absoluto desorden y con el desarrollo previo de una enorme mafia del mercado negro.
La mafia político-militar-policial no es casualidad que tenga como eje a Vladimir Putin, una personalidad icónica que fue y sigue siendo el jefe de la siniestra policía política que mantiene el poder desde hace 20 años.
Al parecer, en la Cuba de los Castro, también habría comenzado a producirse una evolución que los demócratas de Obama y los Clinton quieren acompañar (y la derecha republicana hacer abortar) y que implicaría un viraje hacia la restitución de la propiedad privada y de bienes de producción incluso en manos del odiado “capital imperialista” manteniendo en lo sustancial, como en China, la burocracia totalitaria del partido comunista, ejerciendo el poder aunque deba flexibilizarse, si o si, dado el fenómeno de las peticiones democráticas y en particular las libertades, de la enorme emigración cubana anticastrista en Florida y el enorme papel que debería cumplir en la reconstrucción capitalista cubana hasta ahora tímida, pero de grandes expectativas futuras.
EL caso venezolano es algo muy distinto y por eso el interés de colocarlo en la perspectiva de esas naciones donde si hubo revoluciones poderosas, estatizaciones totalitarias en su economía y edificación de una burocracia de partido único.
Venezuela no tuvo, no tiene y NO TENDRÁ nada que ver con lo ocurrido en esas sociedades. Aquí hubo fue un Estado de economía petrolera rentista, de capitalismo dependiente, subordinado al capital financiero mundial y deformado por el excesivo control estatista, derivado de los intereses de las maquinarias clientelares de los partidos políticos y las élites económicas allegadas al privilegio sobornado del favoritismo gubernamental, que les deparaba ventajas a unos u otros de los grupos empresariales, según fuesen los núcleos dominantes de la maquinaria del Estado rentista.
La tradición jurídica heredada del imperio español otorgó al Estado la propiedad del subsuelo, y a esto se añadió la vorágine de acumulación de propiedad terrateniente por parte del Estado sobre todo desde 1959, para sus proyectos “distributivos” de patente populista.
Si a esto agregamos que bajo esos mismos preceptos se acogió el modelo CEPAL, desde principios de los años 60, bajo el modelo adeco-copeyano socializante y se impulsó una inmensa inversión pública, subsidiada por esa enorme renta petrolera, el crecimiento del “estado empresario” y toda la gama de empresas (CANTV, CVG, PDVSA y cien otras) resultó generando que la economía privada y la mayoría de las grandes empresas y bancos, en muchas formas ligados a ese capital estatal, se hicieron subsidiarios receptores activos de bajos costos, por insumos artificialmente bajos, más bien pagados por el ingreso del país.
Lo más lógico también es que esas empresas privadas, que producían ganancias inmerecidas, dada su escasa productividad propia como capital privado, resultaron dependientes de ese maná público de forma cada vez más parasitaria.
Todo ello terminó por hacer casi lógica también la aparición y reforzamiento permanente de esas elites de “guisadores” ligados al clientelismo político y a sus colosales privilegios y capacidad corruptora.
El chavismo y su peor herencia el madurismo-diosdadismo representa en realidad una ESTRICTA CONTINUIDAD del modelo económico montado sobre la exacerbación de TODOS los parámetros que fueron hegemónicos durante los últimos 50 años.
Lo único distinto es que de forma cínica y empleando a fondo la palanca del resentimiento social y la demagogia, el chavismo se propuso y logró una alteración importante en la conformación de las elites beneficiadas, constituyendo un nuevo segmento muy numeroso, que puede ser cuantificado en algunas decenas de miles de nuevos ricos y de viejos ricos reciclados de multiplicada fortuna, que fue ahora obtenida en los últimos 10 años a expensas directas y delictivas, por apropiación de la renta petrolera, distribuida por vía del control de cambios. CADIVI.
Ya en tiempos de anteriores esquemas de CONTROL DE CAMBIOS como RECADI, los auxilios financieros, condonaciones masivas de deuda, venta de activos de FOGADE etc. las viejas clientelas de AD, COPEI, MAS, Calderismo, etc, habían ensayado en niveles, ya escandalosos para esos tiempos la apropiación delictiva del ingreso petrolero, (habían multimillonarios ex ministros, ex PDVSA por ejemplo) pero el caso más famoso fue el de las corruptelas de RECADI “los banqueros me engañaron”, Jaime Lusinchi dixi, y por supuesto las enormes estafas bancarias bautizadas “auxilios financieros”.
EL CHAVISMO NADA INVENTÓ, sencillamente no guardó recatos, innovó formas más perversas de expoliación y depredación de bienes públicos, multiplicó su demagogia social de distracción, bajo el amparo de su régimen político, financiando todo con una excepcional entrada de divisas que le permitió TODO, o casi todo, porque su demiurgo no pudo evitar morirse de un cáncer, pese a que su Cuba que debía curarle, se llevó, sin esa contraprestación, decenas de miles de millones de dólares que nos chulearon sus burócratas.
Lo original del chavismo es no exigir una contrapartida en producción creciente para obtener, como bajo el sistema clientelar de AD-Copei, MAS, Calderismo, un mayor subsidio obsceno de las ganancias capitalistas, menos aún en la burguesía bancaria donde el parasitismo se hizo extremo.
El tráfico de influencias el malandraje y el latrocinio masivo directo sustituyó la intermediación de producción con insumos importados, comercio exterior y manejos financieros privilegiados.
Por necesidades del hegemonismo político y su arbitrariedad consustancial con la ignorancia y autoritarismo de toda esta clase de bárbaros e improvisados sabiondos, haciéndose vías de poder para obtener enriquecimiento expedito, todo el modelo terminó por naufragar desde el tramo final del propio poder de Chávez y se hizo explosivo en esta fase terminal de Maduro-Diosdado, previo al simple estallido, y es de este tema, su diagnosis y prognosis que nos ocuparemos en las próximas reflexiones. Porque es necesario VOLVER A EXPLICAR TODO.

Volver A Explicar Todo # 2 Es Difícil Decidir Quién Nos Entierra Mas

14 Abril 2015

Ya empieza a ser común aceptar, como si fuesen sólidas las afirmaciones, supuestamente llenas de contenidos reales, aquellas consejas que designan y casi “adornan” nuestra identidad nacional, sobre que: “los venezolanos” somos quienes tenemos la culpa de padecer este régimen del malandraje rojo, por ser cómplices, dicen unos, por ser tarados dicen otros, por oportunistas irresponsables, por ser corruptos y ladrones innatos, y un largo etc.
Nuestra mayor calamidad histórica como nación sería aceptar esa ideología, como portadora de una realidad sustancial , por la sencilla razón que nos desmoraliza, corrompe y sobre todo genera un escepticismo definitivo sobre la vocación histórica de nuestra propia identidad nacional, asumiendo las peores consecuencias: la de hacer de nosotros una simple polvareda humana y acatar que seamos solo una horda, sin la menor cohesión y donde una especie de canibalismo sociológico lleva a cada quien a desatar su propia cacería de recursos de sobrevivencia, así sean mal habidos porque todo vale, sin ningún parámetro ético, sin censura ni límites. Y eso amigos no podemos aceptarlo porque sería resignarnos al advenimiento de la barbarie. No hablamos ni siquiera de una vida tribal porque ello supone: el bien de la tribu y su autodefensa contra las concurrentes.
Hablamos si esa fuese nuestro único destino el atenernos a una situación históricamente inédita de descomposición social en un conglomerado mayoritariamente urbano, absolutamente desarticulado y anárquico, peleando violentamente por metros de hábitat y dependientes de circuitos de aprovisionamientos en manos del hampa disfrazada de mercado negro, o dicho más crudamente aun aceptando esa tutela de los dueños de ese mercado.
Me imagino que todos conocen que de una situación así, solo se sale con la tiranía del segmento más desalmado, que logre volver a poner orden y estratifique con sus propios criterios el acceso a los bienes, por definición excluyentes y que debería escoger formas de autoridad de los que no alcanzamos a prever su signo.
Una de nuestras grandes irresponsabilidades como nación es la creencia de su mayoría sobre que seríamos inmunes a los efectos del caos, por no percibir lo demoledor de la acumulación de los factores que lo incuban de forma casi imperceptible en nuestra cotidianidad.
A esta altura de enunciados cabe preguntarse ¿Cómo es posible que Chávez y el chavismo durante 16 años haya contado, aun siendo fraudulento TODO su proceder y particularmente el manejo delincuencial del sistema electoral, sin embargo siempre haya contado con grandes comparsas en los sectores políticos a cambio de una contraprestación de miserables migajas que hacen ricos, o comensales de segunda, a algunas decenas de miles de los miembros de las clientelas opositoras?
Para imaginar un país definidamente perdido, y felizmente no es ese el caso, deberíamos imaginarnos todos nosotros como una masa de cínicos cayéndose a dentelladas por el famoso ingreso petrolero, ahora en radical mengua, una vez desaparecida la coyuntura de precios altos y sobre todo habiéndose esfumado la masa de ingresos e impedido acumular las reservas por haber sido dilapidadas por el gigante galáctico y sus secuaces todos estos años con despilfarro y saqueos.
Me cuento entre los millones de venezolanos que NO aceptan, es más que detestamos, más aun sin ser ingenuos, que se nos considere responsables de las calamidades que hoy padecemos.
VENEZOLANOS es mucha gente. No podemos aceptar esa generalización de compartir iguales responsabilidades, sin correr el riesgo de hacer incomprensible nuestra realidad, además de nuestra historia y por sobre todo, si aceptáramos las consejas fatalistas, nos condenaríamos a la inviabilidad futura de nuestra nación.
No creo, para abreviar que un anónimo yanomami, hundido en su selva contemplando impotente a garimpeiros que destruyen su hábitat, tenga la misma responsabilidad que el Señor Lorenzo Mendoza que se dice maneja con su empresa el 8% del producto bruto interno de nuestra economía nacional.
No pueden concebirse equivalentes las responsabilidades de una pareja de emigrados en Weston, Florida, que durante 14 años pudieron terminar de levantar a sus 3 hijos y graduarlos, manteniendo una bella familia de recursos modestos pero de grandeza espiritual, con por ejemplo el señor F. Bernal que ya dirigía en 1990 una banda de atracadores a blindados siendo miembro de la Policía Metropolitana, teniendo como compañera de fechorías a la hoy “Primera Combatiente” y que 25 años después siguen juntos, reestructurando la fuerza de choque de los “colectivos” violentos que controlan el hampa caraqueña, tarea que comparten con su misión paramilitar como fuerza de apoyo a Maduro y de chantaje político incluso contra otras fuerzas paramilitares concurrentes.
No son equivalentes, ni comparables, aquellos que perpetraron como criminales contra su nación la participación obscena como grandes magnates financistas de la campaña de 1998 y plutócratas mediáticos que inclinaron con su opción la elección de Chávez en ese año y luego fracasados en su propuesta golpista de 1992 sostenerlo en el poder con candidaturas opuestas de fantoches, que hicieron el papel de legitimadores vendiendo su progenitura a la hora de declarar, luego de los escrutinios fraudulentos, la victoria del déspota o de su sucesor designado con las peores marramuncias leguleyas de ese Tribunal Supremo de hampones.
No es equivalente la responsabilidad del militante de base del PSUV que de forma ciertamente oportunista agarra una migajas del “cuanto hay pa´ eso” en su pertenencia a la clientela, que montan en un autobús para asistir al mitin caraqueño del “presi”, y de lo cual el deriva una bolsa de alimentos PEDEVAL y unos cuantos bolívares, además de la haraganeada durante todo el día de paseo y jolgorio “entre camaradas”, con la sobresaliente alcahuetería y alineamiento represivo de defensa incondicional de las tropelías del gobierno despótico contra miles de venezolanos desde el alto mando militar con el General Padrino López, a la cabeza como antes lo fueron los jefes desde el General Salazar en 1999, quienes no solo disciplinaron las FFAA ante la “obra” de destrucción nacional de Chávez, sino que siguen bajo de las órdenes de quienes están en declarada misión de hacer trizas el estado venezolano, que en el camino se lleva por delante la existencia misma de las esas FFAA.
Empecemos entonces a distinguir taxativamente que la responsabilidad de los venezolanos en general no puede ni debe ser confundida con la responsabilidad específica de las élites que con nombres y apellidos son los responsables directos del desastre nacional.
No voy a dar los consabidos nombres porque muchos han rectificado y pasado años tratando de borrar sus huellas, pero no se crean a salvo de lo que seguiremos escribiendo, no por el gusto de reabrir heridas, sino por la contumacia implícita en muchos de esos grandes jerarcas de la vieja clase política y económica, que se han convertido a lo largo de estos años en cómplices disimulados del hamponato gobernante pero cuya habito sigue siendo leal con la redundancia de su manía de estar cerca del poder, para derivar algún gran beneficio, así sea pastoreando traiciones que son en extremo útiles, a esta piltrafa de régimen desahuciado, pero aún vivo y con capacidad enorme de hacer mucho daño.
Quienes deliberadamente andan siempre repartiendo en forma general esa responsabilidad SOLO buscan ocultar las responsabilidades de elites específicas, incluso con notorias incumbencias individuales que por ese mecanismo de generalización son disueltas y por lo tanto tramposamente ocultadas del escarnio público.

Volver a Explicar Todo # 3 Qué lástima que esta revolución no incluya la guillotina


16 de Abril 2015

Maduro declaró “Las Divisas para viajar no son un derecho, es un beneficio que les doy”. O sea, él es el dueño de este país y de todos sus recursos. El venezolano que no lo sabía ahora sabe con quién tratamos.
El grandulón resentido social que comió la arepa pareja de “carnemechá” en cuchitriles a media noche, después de pegar sus afiches de “Ruptura” y cuya dieta mejoró drásticamente cuando era parte de bandas de asaltantes con la “primera combatiente” y Bernal, por allá al final de los 80, pudo ingeniárselas, desde aquellos días del izquierdismo irredento, para vivir de eso y luego para ser un vago sindicalero a sueldo del Metro, hasta que el toque angélico del gran galáctico se le apareció en su vida de marginal.
Hoy como Presidente Maduro nos brinda esta declaración aparentemente trivial, pero que puede tomarse como confesión, como el símbolo de toda la tragedia venezolana.
En realidad no voy a ensañarme contra el asno que funge de humano y de presidente, porque en realidad no es Nicolás el responsable de encontrarse a la cabeza del estado venezolano.
A él lo pusieron allí y a partir de esa constatación tenemos el desafío de encontrar a los verdaderos responsables de cómo semejante incapaz ayuda a enterrarnos como nación civilizada.
¿Cómo entender que una nación rica y dotada de un nivel mediano de desarrollo, como Venezuela, haya terminado postrada ante una camarilla totalitaria de una isla como Cuba con 3 veces menos población y con 100 veces menos recursos?
Solo la estupidez humana, propia de prisioneros de ideologías de fanáticos, quienes después de haber perdido 40 años, en irrisorias y trágicas quimeras, los del liderazgo izquierdista ni siquiera se explican cómo se sacaron la lotería que por fin los lleva al poder, tras el aventurero militar golpista, cuyo destino triunfal final tuvo el piso sólido que le dio la herrumbre de la clase política de la 4ta y su más decadente figura Rafael Caldera. Lo que completa el cuadro es por supuesto la estupidez postrada ante sus propias avaricias y sed de poder ventajista, de una élite económica que perdió el rumbo no se sabe cuándo.
Me atreveré anotarle un solo punto a favor de Chávez y es que, es imposible imaginárselo siendo un simple adlátere de los Castro. Sabemos que hubo roces, varias veces y muy fuertes, pero siempre primó una seducción permanente del gran timador Fidel, que llegó hasta la indecencia en el cortejo al ignorante nuestro, porque daba por garantizado que este mostrenco rural, siempre terminaba postrado ante la “sabiduría revolucionaria” de siglos en las artimañas del poder, que era su único y gran atractivo como modelo.
Ese era el gran imán de los Castro: un acabado ejemplar doctorado en poder, con un aprendizaje aventajado en décadas de guerra fría, aunque ellos a su vez fuesen por un tiempo dilatado peones soviéticos.
Chávez antes que asumirse solo como agente cubano servil, era cultor de sus propias astucias para hacerse del poder y eso mientras Castro andaba de parejero adulante de los gobiernos de Carlos Andrés Pérez y Caldera.
Ese no es el caso de Maduro. Maduro nació soplón de los Castro, es un títere a carta cabal, un gobernante disminuido en su ignorancia oceánica y asediado por las fuerzas centrifugas que Chávez dejó desatadas en torno a la economía, en la cima del poder, en las FFAA, la inseguridad, el hampa política y un largo etc.
Si alguien quiere entender a fondo cual es la principal herencia que dejó Chávez a Maduro, como legado del poder real, no le cotará mucho llegar a nuestra conclusión: la más eficiente palanca de poder es la docilidad de la MUD como expresión política de un liderazgo eunuco de las viejas élites políticas y económicas sometidas y sodomizadas por el chavismo tras 18 fraudes electorales.
El paquete de la herencia incluía un candidato de oposición hecho y probado, tres meses antes de morir, a la medida de Chávez, seleccionado entre muchos desde jovencito, cuando rindió sus primeros exámenes como un gallináceo Presidente de la cámara de diputados, que debía ayudar a disolver, para montar su nuevo tinglado fraudulento desde el también fraudulento poder constituyente.
Hay mucho ingenuo que todavía cree en casualidades o en la buena suerte en política. Yo solo conozco de resultados de conspiraciones montadas por intereses poderosos, por poderes fácticos, que programan productos mediáticos, portavoces de conglomerados financieros, etc.
Es tan obvio lo que afirmaré que da vergüenza hacérselo notar a los cultores de la ingenuidad colectica. En medio del derrumbe ya inevitable del gallina H. Capriles, que se pulveriza precisamente por habernos vendido el alma cada vez que pudo: ¿No notan ahora que hay un preso especial, del que se ocupan dignatarios de muchos de los países que antes le capitulaban al siniestro Chávez y ahora, cuando ven cerca el final de Maduro, empiezan una especie de precampaña electoral mundial en favor de sifrino emergente?
Eso amigo vale millones de dólares y anuncia las coaliciones de intereses de quienes serían beneficiarios principales del hipotético gobierno del preso especial. Lamento anunciarles que antes de una elección presidencial, y exigiendo también que el auto-preso sea liberado cuanto antes, que Venezuela deberá conocer hasta una eventual guerra civil, o mínimo una poderosa crisis muy violenta y con saldos trágicos, que ningún discursito de los pimpollos de la vieja política puede ni interpretar, ni menos ejecutar, poniendo a prueba la colección de simplezas y lugares comunes de sus discursos que les caracterizan.
Sencillamente son ajenos al país real, lleno de bárbaros y blandengues, con unas FFAA en descomposición acelerada, unos vecinos fronterizos o no fuertemente armados y al acecho para evitar que se los trague nuestra crisis y por supuesto unas potencias cuyo liderazgo cambiará de mano, porque ya se agotó el tiempo de las palomas y vienes las águilas.
No hay manera de entender el decurso de nuestra agonía del madurismo poschavista y menos de estos aprendices que dejan en manos de los Castro hasta como manejar la cotidianidad de los problemas del poder en Venezuela, sin la ruin colaboración política de la MUD en todo y por todo convertida en “pata democrática“ de este régimen de salvajes hampones opresores.
No hay Maduro sin Capriles y MUD y me temo que si antes no estalla todo, habrá que pronosticar que impedirán que saquemos el bandidaje como debe hacerse, porque hay liderazgos prudentes ganados a “reconciliaciones”, que mientras llega esa etapa, hacen su calvario de persecución que les será muy rentable, para luego exigir, a nombre de ese vía crucis, la absolución para sus propuestas de capitulación.
Pero agotemos la parte del calendario de transición de tragedia entre Chávez y Maduro. ¿Son acaso responsables los electores que sufragaron por él el 14 de abril de 2013?
SI y NO, porque para Nicolás ser presidente, necesitó previamente no solo de la prevaricación de varias instancias del Estado para legalizar su ciudadanía, sino sobre todo del acto soberbio del engreído caudillo barinés, para entonces ya pre-difunto, cuando lo designa heredero luego de confiar en él, por años, cuando lo tuvo como jefe legislativo, Vicepresidente, jefe de adorno del gabinete ministerial y canciller, por lo que creyó que había formado un secuaz al que le consideró el derecho de designarlo sucesor, y no al pequeño déspota de El Furrial de quien conocía demasiadas malas mañas, en lo rosquero para hacer dinero mal habido.
Chávez resuelve designar a Nicolás sucesor, cuando en los albores de su muerte presentida y sin poder dejarnos en manos directas de Fidel, apela a la imagen de su clara luna llanera, para expresar su voluntad que sea su ducho mensajero cucuteño, de fidelidad perruna, quien mantenga en sus manos, con la elección fraudulenta por supuesto, las riendas de su obra, como su fuese una heredad digna de otra cosa que no sea desprecio y repulsión.
Es un hecho sin embargo que además, por si sola, esto de la sucesión, fue una propuesta nacida de una desesperada situación ante la inminencia de su muerte anunciada, lo cual por si solo es un factor de desequilibrio mental terminante.
Pero son los perversos representantes del Tribunal Supremo, cual mafiosos agavillados con los otros reales dueños del poder, los que le dan la luz verde con aquello de la “continuidad administrativa” que daba ventajas al cucuteño para pagar, cobrar y darse el vuelto.
Pero un somero conocimiento del tipo de personas integrantes de esa cúpula de magistrados de pacotilla, nos dice que en realidad ellos eran apenas una instancia delegada de aquel numen del que emana el poder.
Por eso es que interesa saber entre quienes se compartió de decisión, sabiéndolo en vida vegetal o muerto desde dos meses antes, de hacer respetar la “voluntad de Chávez” de ver prolongada su “obra” de desquiciamiento nacional de la mano de los tiranos Castro.
Además de la camarilla de estafadores del Tribunal Supremo, quienes tienen el peso fundamental de generar la continuidad del poder chavista en la persona de Maduro, son los altos mandos militares, seleccionados entre los uniformados más amorales y ladrones.
Por supuesto la fracción Diosdado tenía mucho que decir, incluso hasta para impedir la designación de Maduro, pero el pequeño déspota ordenó que había que “quedarse quietos en primera”. De alguien aprendió a ser el más calculador y cínico de la pandilla gobernante.
Contra muchos diagnósticos y pronósticos nunca imaginarnos esta revolución chavista realizando ninguna revolución, valga la redundancia.
Ya se agotó el capital de sostén popular que dejo Chávez ya en plena mengua, y ya se agotaron TODOS los volúmenes importantes de recursos a malbaratar y regalar.
La velocidad de su agotamiento es directamente proporcional a la irritación que ya causa nuestro brutote mandamás en la comunidad internacional, de donde hasta logran reunir decenas de expresidentes, para poner en evidencia las ruindades de este régimen en su ocaso irremediable.
Una prueba más de que aquí nunca hubo una revolución, es que jamás vimos ni purgas, ni degollinas, ni conspiraciones reales desde el centro del poder etc,
Porque si hubiésemos visto funcionar la guillotina, entonces a todos los líderes de este malhadado proceso los hubieran cepillado y también a sus cómplices de la MUD, pero no por opositores, sino por la radical y elemental verdad de que son parte del poder, que ajusta sus alianzas, y para ser más precisos, son tajadas que se negocian en el mercado electoral pestilente. Solo que no hubo guillotina para nadie y entonces ellos también se han salvado.

Volver A Explicar Todo # 4 La Calma Chicha Presagia La Tempestad

17 abril 2015

Ante la necesidad de una ruptura política institucional fundamentada en el hecho que entramos en un verdadero “Estado de Necesidad” es decir de emergencia histórica, donde decidimos si seguimos existiendo o no como república, nuestra mirada llena de angustia y nuestro mensaje se dirige a las FFAA, para exigirles su concurso para, mediante una ruptura militar contra el régimen, establecer una Junta Civil Militar de Transición que nos devuelva la paz y el orden, empecemos a plantear de frente los temas esenciales para nuestro destino inmediato como republica liberada de hampones y populistas depredadores de bienes públicos.
Ya son demasiados, la mayoría diría, los inconscientes que existen cuyas opiniones son dominantes en el ideario público de nuestro país, que no quieren enterarse que Venezuela, de hecho, empezó a hacerse inviable como nación civilizada, si es que continuara el chavismo en el poder y ello en razón de que habría primado, como eje “ordenador “ de todas las relaciones sociales, al interior del territorio que ocupamos transitoriamente, el suicidio de sus elites, por cuanto es un hecho que han venido sumándose o rindiéndose ante la barbarie, que se cubre de “estatista-socialista” para mantenerse en el poder delincuencial de estado-forajido.
Lo que ahora es una realidad inocultable es que este Estado chavista, expresa la tiranía de las mafias que controlan todos los resortes de la vida social, empezando por el sistema de control territorial, donde se pacta de hecho la división por áreas de sojuzgamientos violentos de hamponatos, que las delimitan de forma precisa, para ejercer dominio o reclamos en litigios, llámense Colectivos, Frentes FARC o capitostes policiales y militares, que ya asumen derechos de abuso sobre el aparato productivo, o áreas de poblaciones determinadas, sometidas a los caprichos de la vorágine lumpen rojita, que quiere atragantarse, en el menor tiempo posible, de riquezas y es eso lo que se llama control de las mafias, sean estas financieras, militares de zonas mineras, aduanas, recepción de impuestos, administración de divisas, áreas burocráticas del sector estatal y partidistas en especial la del PSUV.
Un subproducto de este mismo sistema de control mafioso es la ideología que los que están dispuestos a mantener en vida artificial, por vía mediática y de las clientelas opositoras que se conforman con las migajas, la creencia según la cual esto tiene una salida distinta a la necesaria confrontación que supone la sobrevivencia de uno de los dos polos excluyentes por definición.
O prima el chavismo bárbaro agenciando toda clase de intereses bastardos antinacionales, imponiéndose como amorales que son, mediante toda clase de trampas, que animan su siniestro dominio político mafioso sobre el conjunto social, o se impone la irrupción absolutamente necesaria del polo civilizador , que deberá conquistar por la fuerza la primacía sobre estos bárbaros, si es que queremos aun sobrevivir como república sobre este territorio que está a punto de conocer su lógica fragmentación, por cuanto la misión del chavismo desclasado o más bien lumpen desde el poder es el reino del hampa política y social, así se vistan con ropajes de igualitaristas, socialistas, progresistas etc cuando en realidad solo son liberticidas.
No hay debate posible que pueda contra” las razones” del lumpenaje social. El hampa no es civilizada, es la antítesis de la vida civilizada, y su dinámica disolvente y terrorista esta signada por el deseo de reinar en medio del pánico general y eso lleva al dilema: O se le confronta hasta reducirlos a la mínima expresión o nos convertimos todos en vasallos de su imperio de horror. La única otra alternativa es regalarles el país y marcharse a los países que puedan acogernos para tener derecho por lo menos al pan amargo del exilio.
Quien crea que Venezuela tiene una salida distinta a este proyecto elemental de poner orden en esta siniestra parodia de país, de democracia y de economía, entonces es que no ha entendido nada o es parte beneficiada del festín, así sea como parte de ese decorado ridículo de los apaciguadores de oficio, de los apagafuegos, de los dialogantes, de los negociadores de aperturas, etc.
El gobierno de Maduro y sus mafias del PSUV, mantenidos en el poder por la mafia militar, descansa en la “legitimidad” que les da el adorno “democrático” proveniente de los estafadores de la MUD, quienes piden diariamente lealtad a esta constitución chavista, que es la base jurídica de este estado-forajido.
Ya es hora de que caigan todas las máscaras. En Venezuela no hay democracia y no debe “regalarse” de nuevo mientras no tengamos una preparación suficiente para ejercerla, porque después de esta tragedia de los últimos décadas, no puede aceptarse continuar la tiranía de las mafias, ni puede volver a entregarse la autoridad del Estado para ejercer la manipulación de grupos de poder económico, o representando elites políticas clientelares, o intereses de potencias de cualquier tipo que trafican con esos postulados , para legalizar su presencia dominante o influyente sobre nuestro territorio.
Nuestro pueblo ha demostrado que es fácil presa de demagogos, su madurez semeja la de personas adolecentes, atribuladas por fantasías, frustraciones, caprichos o voluntarismos nacidos de quimeras y de sueños. Creo que no puede admitirse por un tiempo hacer valer igual el voto de un beodo inculto y de vida casi animalizada sembrando hijos a incautas jovencitas a las que hace depender de su dinero fácil mal habido, o de sus atributos físicos superficiales, que el sufragio esperanzado y consciente de una maestra de escuela, esforzada madre de familia, que levanta un cuadro de hijos con su pareja de iguales valores, con una moral plena de sacrificios, carencias y así cultores del ahorro y generando día a día buen ejemplo para su familia, sus alumnos y su comunidad.
Coloco este ejemplo en el vértice de un nuevo enfoque sobre nuestro destino político inmediato, porque debemos ser capaces de edificar de nuevo un Estado donde primen los valores inherentes al orden social, a la familia al respeto a las personas preparadas para ejercer funciones públicas, magistraturas etc. Una sociedad productiva debe comenzar por valorar el trabajo el salario digno, la propiedad privada el libre ejercicio de profesiones y oficios, etc.
EL nuevo Estado venezolano, pésele a quien le pese, deberá estar asociado a los intereses globales de las naciones de Occidente y particularmente de la democracia de Estados Unidos que serían nuestra garantía para evitar volver hacer en este charco de excremento político que significa la rochela de los populistas de toda laya alineados con el simplismo de unos supuestos intereses latinoamericanos ,que no son genuinos mientras solo representen las complicidades de las elites políticas venales, que vienen siendo apenas cabrones de la tiranía castrista cubana.
Muchos compatriotas sobre todo en el exilio han perdido las esperanzas de una pronta sacudida que dé al traste con el régimen putrefacto venezolano. Quizá tengan razón pero soy de los que creo firmemente que esta calma chicha solo presagia la inminencia de una enorme tempestad, creativa por supuesto, aunque pase por una fase de confrontación necesaria que limpie el panorama. En el nuevo estado debe desaparecer la figura del político como equivalente a ladrón. Por allí empezaremos.

Volver A Explicar Todo # 5 El Derecho A Detener Como Sea La Barbarie

18 de Abril 2015

En etapas históricas excepcionales, que a veces se reducen máximo a una década o dos, en el decurso de la vida de muchas naciones, les ha tocado enfrentar los dilemas de continuar existiendo o no, dentro de parámetros de sociedad civilizada, o en proceso de querer serlo, y tienen que recurrir, lo deseen o no a la confrontación abierta, incluso por medio de la guerra intestina, que representa el último recurso conservador del orden, para precisamente evitar sumirse en el caos disolvente o su equivalente, vivir bajo el imperio de una clase, estamento o camarillas gobernantes portadoras de la retrogradación social en todos los aspectos.
Con el paso de la décadas y sobre todo al hacer un exhaustivo balance histórico, es como puede entenderse, por ejemplo, la solución Pinochetista para Chile en 1973, cuando el gobierno socialista comunista de Salvador Allende llevaba a esa nación a la anarquía, reventando todo el tejido social que estaba fundamentado sobre una economía que estalla al ser saturada de controles estatistas y factores disolventes, que generaron la ruina de la producción y comercialización de todos los insumos de producción y consumo directo y arrastró por supuesto la moneda, como equivalente de valor, hasta su casi inutilidad híper-inflacionaria.
Muchos consideran discutible si Pinochet en los primeros años de su dictadura, con el estamento militar corresponsable, discurrió por intentos frustrados de soluciones que resultaron artificiales frente tamaño y profundidad de la crisis económica, lo que le obligó corregir sobre la marcha (como la nacionalización de la banca) y si se puede considerar también legítimo, seguirse preguntando – tomando partido, neutral o condenatorio- sobre si se empleó de forma desproporcionada el terror y violencia de Estado, para contener la anarquía, y sobre todo para derrotar la subversión planificada de los militantes revanchistas del gobierno depuesto, cuando se conoce por confesión en privado, del propio General Pinochet, que admitía que durante varias semanas, sencillamente se perdió el control de todo, es decir que hasta las propias Fuerzas Armadas que intentaban controlar y corregir el desmadre nacional provocado por la crisis, se sumió ella misma en el pandemónium reinante.
En otro escenario los peruanos van a dejar morir preso al ex presidente Fujimori porque creo que quieren matar un mal recuerdo de su dictadura, pero pocos se detienen a pensar que Perú sigue vivo como república gracias a su política de exterminio contra “Sendero Luminoso” la guerrilla masiva de orientación “maoísta” y “polpotiana” e incluso contra su base social, en las comunidades indígenas de los andes, hundidos en el mayor atraso, así como contra las guerrilla guevarista MRTA de mayor peso urbano.
Había estudios muy serios, se dice, del propio Departamento de Estado de USA, que pronosticaban el triunfo, a pocos años plazo, de la guerrilla senderista, que de haber triunfado, hubiera hecho aparecer el chavismo, el castrismo y el allendismo, como juegos de niño.
Fujimori fue el recurso extremo que se dio la sociedad peruana para revertir el seguro destino a la barbarie. Y eso es una constatación irrevocable de la historia reciente, así los peruanos se avergüencen del “Chino” cómo los chilenos de Pinochet.
Puedo seguir con la lista y apenas enunciar a Banzer Suarez en Bolivia 1971, Uribe Vélez Colombia, Betancourt 1961-63 en Venezuela, más emparentado con Uribe que con las dictaduras militaristas del cono sur.
De Argentina recordaremos siempre los desastres económicos de los gobiernos militares, entregados a la orgia especulativa de la llamada “Patria Financiera” y nunca se olvidará la siniestra cadena de crímenes contra los miles de desaparecidos, torturados y d exilio masivo. Esta será siempre la imagen de marca de esas dictaduras, pero cabe preguntarse alguna vez donde estaría Argentina si los Montoneros, la guerrilla terrorista, antes del Cartel de las FARC, más rica numerosa y preparada en la historia latinoamericana, hubieran asaltado el poder.
Quienes conozcan de paradojas latinoamericanas retendrán la historia los Montoneros argentinos que llegaron por fin a la Casa Rosada 30 años después, pero para hacerse ricos como los chavistas, a su vez herederos espurios de aquella guerrilla que derrotaron Betancourt y Leoni.
La nueva oleada del izquierdismo malandro, ahora depredador de rentas del Estado convirtiéndoles en ricos potentados, como los del Lulismo brasileño, los sandinistas Nicas etc, tienen portentosos logros individuales en el tuerto Kirchner y su inefable heredera Cristina, cuando ya sus “Montos” eran solo un mal recuerdo. Igual ocurre con el viejito Mujica que NO ES ladrón, pero antes fue el temible terrorista Tupamaro y ahora figura bonachona del izquierdismo atemperado uruguayo, aunque nos debe, tener en común con los Kirchner y Lula haber, sido soporte chulo de nuestra calamidad chavista.
Este tema tiene mil ángulos porque no hay nación que escape al axioma histórico que me atreví a colocar al principio, sobre que en demasiados países a lo largo y ancho del planeta les toca, en cualquier etapa, emprender una lucha nacional para buscar o salvar la identidad, el derecho a querer ser o querer seguir siendo un país normal.
Llámese guerra civil española, o guerra de secesión norteamericana, Plan Colombia, Perestroika, o mil maneras de expresarse equivocadamente o no, el deseo primario de los ciudadanos de cualquier nación es arreglar sus entuertos históricos y trazarse nuevas metas que reconstruyen su destino.
Algún listo rojo puede aprovechar esta tesis para meter de contrabando que Chávez era una necesidad para Venezuela, dado el impase histórico que se heredaba de la malhadada Cuarta República. Nuestra respuesta inmediata, a esa presunción de obtener legitimidad histórica para un fenómeno político anarquizante y socialmente lumpen subversivo, es que esa propuesta política del chavismo más bien expresó el punto de desarrollo de mayor decadencia o descomposición que habiendo hecho gangrenar lo que ya estaba descompuesto ahora obliga a la gran rectificación histórica en la que entraremos en semanas, o meses. Queda por saber el costo y la profundidad de las correcciones, que fatalmente se medirán en número mayor de víctimas de la descomposición social y paramilitar que son y serán directamente proporcionales al daño que siga acumulándose en estos plazos.
Por la postergación, más allá del límite racional de ese desenlace, por lo pronto nos cuesta un promedio de 2000 muertos mensuales que caen a manos del hampa impune verdadera excrecencia social extrema del lumpenaje desenfrenado liderado por los “colectivos” hamponiles de Maduro-Bernal.
En todas las crisis que puedan enunciarse, el factor siempre determinante en la solución o en la regresión conflictiva son las Fuerzas Armadas. Esta solución necesaria, a veces con costos impresionantes, se da incluso cuando estas estallan y una facción de ellas alcanza la victoria total contra la otra facción. Lo deseable y esperado por supuesto es que quien resulte ganador lidere el factor progresivo que defienda el orden social, debiendo primar el que sea más representativo de las aspiraciones generales.
Damos ya por sentado la absoluta comprensión, muy perceptible para la inmensa mayoría de la población, que el país llegó a un punto de NO RETORNO de una crisis económico social en plena profundización hasta niveles de barbarie. Es lógico entonces admitir que nada impide ya que este modelo de régimen y de Estado colapse, en semanas o meses.
Es extremadamente lógico contra toda evidencia respecto a la apariencia y discurso público del medio militar venezolano, que la solución de esta crisis dependerá de la intervención de las FFAA, sea expulsando el régimen a la manera pinochetista o estallando en dos o tres componentes, que lucharían entre sí con un saldo alto de víctimas y donde la victoria nítida de un bando es obligatoria por cuanto es impensable una negociación que mediatice las opciones, o una vuelta atrás que implicaría sobrevivir sobre un status-quo inviable.
Otra discusión que deberá hacerse sobre la marcha, es sobre cómo quedan inhabilitados, para influenciar este proceso de ruptura, todos los que han apoyado esta cohabitación con el régimen chavista o quienes suponen que de esto pueda salirse sin un trastrocamiento profundo de hasta los cimientos socio político y militares del propio Estado e incluso de buena parte del tejido social. Esto último, para ser explicito, tiene que ver con desestimular propuestas de “liderazgo de reconciliación” motivados desde grupos económicos tradicionales que pretenden sencillamente metamorfosearse para volver a los viejos privilegios anteriores a la época chavista.
Por otra parte es ya necesario dejarles claro a liderazgos de las naciones latinoamericanas, cuyos gobiernos se hicieron celestinos del chavismo por intereses mezquinos que les defenestramos a sus socios porque para nosotros son un régimen de destrucción nacional y queremos recuperar una vida y poder compartir con ellos relaciones normales. Las naciones amigas deberán comprender que no podremos lograr tales objetivos sin la reducción drástica, por cualquier medio del hampa animalizada masiva, hasta neutralizar sus impresionantes consecuencias contra las familias, sus bienes, el hábitat urbano y rural y mil otros factores. No estamos pidiendo permiso para hacer lo necesario, les estamos planteando la gravedad de nuestro drama social para que no se sientan tentados a andar de consejeros e injerencistas luego de 17 años de complicidades con nuestros opresores.
Enunciamos este tema porque ocurre que el hampa venezolana, incluso en primera línea el hampa política, a diferencia de fenómenos izquierdistas temperados, ahora en el poder, como el allendismo chileno o incluso los “Tupas” y “Montos” dulcificados y ejerciendo el gobierno de Uruguay y Argentina, el chavismo se convirtió para los venezolanos en algo que ustedes jamás podrán entender, si nos atenemos a su tradicional y actual alcahuetería, para con esta empresa antinacional del izquierdismo venezolano, coludido plenamente con el hampa más salvaje, que es usada como elemento de control social para sostener el régimen rojo.
Las elites de poder en América Latina deberán saber, antes que suceda lo que fatalmente sucederá, que nuestro obligado primer reflejo CIVILIZADO del pueblo venezolano y la facción de las FFAA es salir como sea de este camino a la tronera de la barbarie y los que más nos entenderán serán los hermanos chilenos.
Aquí se deberá enfrentar vigorosamente, a una escala nunca vista, el hampa social y el hampa roja coludidas, inextricablemente unidas, que por añadidura pretenderán conservar el poder de Estado, con métodos terroristas y medios de acción nunca vistos, si es que emplearan, como se presume, las cuantiosísimas fortunas de miles de millones de dólares, saqueados por sus jefes con ayuda de los cuales pretenderán prevalecer a sangre y fuego. No hay prevención auto limitada, contra esa escalada, que no parta de TODA clase de medidas que nos puedan precaver contra los financistas y líderes de esa cruzada terrorista.
Al explicar esta perspectiva aprovecho para hacer visible que es tal la profundidad de las correcciones necesarias, para volver a tener país y para imaginarnos un futuro de progreso sostenido, que quizá es por ello que tarden los desenlaces, que implican realineamientos sociales, políticos y militares muy profundos.
Vivimos una paradoja dramática que está medida en el hecho que mientras mayor y peor es nuestro drama, vemos posponer aún más la acción de las elites de poder de facto, en particular las FFAA, que debería ya haber puesto freno o destituido el gobierno madurista convertido en factor centrifugo-demencial de la nación en proceso de ruina.
Esto implica no entender los alcances del daño que se acumula a velocidad de vértigo, y la sinrazón de haber sido tan indiferentes, lo que se mide en que demasiados miembros de nuestra elite económica más bien han tendido a la rendición, vendiendo o dejando perder sus bienes y hasta han renunciado a la nacionalidad, antes de preferir asumir y más aún aupar la confrontación.
Dejo pendiente el tema de cómo esta urgencia venezolana, de salir cuanto antes y como sea de esta tiranía del hampa política roja, está íntimamente relacionado con los intereses de las elites políticas de USA y Colombia, que nos interesa sobremanera sensibilizar para que nos entiendan y ayuden, así ocurra que el resto de América nos dé la espalda. La rebelión brasileña contra los principales alcahuetes del chavismo en el gobierno de ese gran país vecino es de innegable concurso, no en la solución de nuestro drama, sino en la aspiración a que si no nos ayudan no intenten meterse.

Por: Dr. Alberto Franceschi

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