Pocos sectores de la sociedad tan
vapuleados como la clase media. El gobierno la arruina y un sector de la
oposición se avergüenza de ella.
Sin duda que la clase media se ha
reducido a lo largo del experimento chavista. Pero, a pesar de esta reducción
sociológica y demográfica, pertenecer a esta clase ha sido aspiración de los
más pobres. La democracia durante 40 años la propició y esta se convirtió en
sostén del sistema político … hasta que decidió cambiarlo.
La clase media sin duda se ha
mermado. A pesar de esto, ha actuado con vigor y se plantó de frente desde que
se observaron las primeras manifestaciones de autoritarismo de Chávez, inicialmente
en el campo educativo y en la captura de la Asamblea Constituyente a partir de
los trucos electorales. En el curso de los años se constituyó en la más
formidable fuerza de oposición al régimen, el cual la ataca, intenta seducirla
y, ante la resistencia que presenta, la vuelve a atacar.
Lo extraño es que hay dirigentes
opositores que, al invocar la necesidad de que “los cerros” se incorporen y que
los “sectores populares” participen en las luchas en contra del régimen, le
restan importancia o parecen despreciar el inmenso, descomunal esfuerzo que
realiza la clase media en la lucha por la libertad. Fueron miembros de la
incipiente clase media muchos de los que lucharon contra Gómez y, a su muerte,
crearon los embriones de las primeras organizaciones políticas modernas; fueron
los de la clase media los protagonistas, con los militares jóvenes, del
derrocamiento de Isaías Medina y de la “revolución de octubre”, fueron de este
sector social y los oficiales de la FAN, los que pusieron en fuga a Pérez Jiménez.
También fue la base social para la llegada de Chávez y también para su renuncia
en 2002 y en las luchas posteriores, hasta el sol de hoy. Entonces ¿cómo
renegar de lo que es la fuerza opositora fundamental? ¿Por qué no aprovechar
esta formidable plataforma para avanzar más hacia los sectores que han sido
parte de la fuerza chavista y se desprenden, con creciente rapidez, de este
nido que alguna vez les fue acogedor?
Un error estratégico monumental
es considerar que la clase media ya está “en el bolsillo” opositor y hay que ir
por “el pueblo”. No atender las demandas y fuerzas de lo que ha sido la
vanguardia política de la lucha contra el régimen puede llevar a perderla en el
desencanto y la rabia. Sobre todo, es una incongruencia que una dirección opositora
que es fundamentalmente de clase media o del sector de ingresos más alto,
reniegue de lo que es su propia base social.
Por Carlos Blanco/@carlosblancog
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