Humor en serio
Querido Suntua:
■ Llegó la Navidad y nos agarra desprevenidos por no haber leído nunca
aquella historia de José y los sueños del fanfarrón de Egipto: después
de las vacas gordas vienen las vacas flacas. Guarda en tiempo de las gordas
para que resistas en tiempos de las flacas (dicho todo esto sin alusión alguna
a tu bonachona y celebrada gordura).
Por cierto, lo de Suntua en el
saludo no fue un error. He decidido llamarte así este año, en vez de Santa, por
aquello del recorte del 20% en los gastos suntuarios que se nos anuncia y que
preocupa mucho a la población que hace colas para conseguir comida, porque un
recorte del 20% de la leche equivale casi a un litro. Busqué la palabra
“suntuario” en el diccionario de la Real Academia Española, a sabiendas de que
esto de “real” no tiene que ver, naturalmente, con billete, que es lo que todos
acá buscamos, sino con un tema imperial que hace que muchas definiciones estén
cargadas de fascismo:
Suntuario, suntuaria (Del lat.
sumptuarus).
1. adj. Perteneciente o relativo
al lujo.
Me quedé con una duda y busque
lujo también: Lujo, luja (Del lat. luxus).
1. m. Demasía en el adorno, en la
pompa y en el regalo.
2. m. Abundancia de cosas no
necesarias.
Me surgieron tres preguntas de
esta definición, querido Suntua: 1)¿Por qué existen gastos suntuarios? 2)¿Por
qué nadie durante 15 años notó que esos gastos eran “improductivos e
innecesarios”? 3)¿Por qué no los recortamos en un 100%? Seguramente son
preguntas necias y a oídos necios palabras sordas.
Querido Suntua, tengo entendido
que la generosidad de tu regaladera llega a su fin con esta crisis, porque verdaderamente
tenerte a ti en diciembre es un lujo que ya no podemos darnos. Supongo que
tampoco vendrá el Niño Jesús, así que tendremos que llamar a María.
Una cosa buena es que se encendió
la Cruz del Ávila en Caracas. Suponemos que si el tema eléctrico continúa así
el año que viene la encenderemos con velas, lo cual será mucho más romántico.
De todas maneras, la electricidad
es una abundancia que tampoco podemos permitirnos. Al fin y al cabo, la
humanidad vivió siempre en penumbra. Alessandro Volta apenas nació en 1745 y
Bolívar vivió sin electricidad y libertó América.
Se te representa con tres
lingotes de oro. Seguro que en tu infinita bondad te disponías a venderlos al
Goldman con la finalidad de conseguir divisas para realizar el milagro de la
compra de regalos. Quiera Dios que eso te alcance, aunque sea para los juguetes
de los niños, porque el jugar es el único lujo que no admite recortes.
Por: LAUREANO MÁRQUEZ, Humorista
y Politológo. La única rebelión en la que creo es la democrática.
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