10 Venezuela Lingotes Oro
DolaresLas reservas internacionales de Venezuela, la mayor parte de ellas
preservada en barras de oro, han caído aceleradamente en los últimos meses en
una muestra de los graves problemas que enfrenta el régimen de Nicolás Maduro.
Esta situación está acentuando las dudas en los mercados financieros sobre la
capacidad de pago del país petrolero.
En lo que refleja el dramático
estado de sus finanzas, Venezuela está quemando sus reservas internacionales a
un ritmo de casi $2,500 millones por mes, una insostenible tendencia que
amenaza con agotar su colchón financiero en sólo siete meses.
La acelerada caída de las
reservas, que se produce en medio de una de las peores crisis económicas del
país, ha estado acentuando las dudas en los mercados financieros sobre la
capacidad de pago del país petrolero, con analistas advirtiendo que las
probabilidades de que entre en default a inicios del próximo año son muy altas.
Y el precario estado de las
cuentas externas también está incidiendo en la pronunciada pérdida de valor del
bolívar en el denominado mercado paralelo, con el dólar apreciándose en un
56.65 por ciento en tan solo un mes ante la moneda nacional, pasando de los
275.56 bolívares por dólar con que cerró el 5 de mayo a los 431.36 bolívares en
que se ubicaba al cierre de esta edición.
Según un informe de la firma
Latinvest Group Holdings, LLC, Venezuela ha perdido $7,357 millones de sus
reservas internacionales en solo tres meses, llevándolas hasta los $16,897
millones, nivel que no había sido visto desde el 2003, cuando los precios del
petróleo se encontraban cerca de los $20 el barril.
“Ellos han estado quemando más de
$500 millones por semana de sus reservas internacionales, y ya no pueden seguir
haciendo eso”, advirtió Russell M. Dallen, socio gerente de Latinvest Group
Holdings.
“Pero lo más alarmante es que por
los últimos tres meses, ellos han seguido quemando las reservas a ese ritmo,
pese a que el país no ha estado enfrentando grandes pagos de bonos. Las
reservas han seguido cayendo cuando deberían estar recuperándose”, agregó.
Eso es clave porque por estos
días los compromisos de deuda no alcanzan los $100 millones por mes, en
contraste con los grandes pagos que suman cerca de $5,000 millones que
Venezuela tendrá que realizar para finales de año, explicó Dallen.
AGENCIAS DETECTAN DETERIORO
ECONÓMICO
El acelerado deterioro de las
finanzas venezolanas no ha estado pasando desapercibida por las agencias de
calificación de riesgos, las cuales han comenzado a advertir que el régimen de
Nicolás Maduro podría verse en serias dificultades para cumplir con la deuda
ante Wall Street, salvo que se produzca un milagro y los precios del crudo
venezolano —actualmente en $56 el barril— mejoran drásticamente.
La agencia Moody’s, por ejemplo,
dijo en un informe reciente a inversionistas que cree que el atribulado régimen
de Caracas encontrará alguna manera de cumplir con sus obligaciones externas en
lo que resta del año.
Pero “sí los precios del petróleo
se mantienen en los actuales niveles a lo largo del 2016, el país podría agotar
sus activos externos, incrementando aún más la probabilidad de un default pese
a la fuerte voluntad de las autoridades de seguir cumpliendo con los
compromisos de pago”, resaltó el informe.
La agencia actualmente califica
la deuda de la estatal PDVSA como “CAA”, lectura que significa que está sujeta
a un riesgo de crédito muy alto.
El cuadro económico del país se
complica porque además de enfrentar elevados pagos de deuda en un escenario con
una renta petrolera cada vez menor, el régimen debe también destinar gran parte
de las pocas monedas duras que aún le quedan para tratar de evitar que la ya
grave crisis de abastecimiento que sufre el país se agudice aún más.
Economistas advierten que la
rápida tasa de consumo está superando ampliamente la capacidad de las
importaciones de productos y de la producción nacional de reponer el agotamiento
de los inventarios, y que estos actualmente se encuentran en niveles
alarmantemente bajos.
DEPENDIENTE DE LAS IMPORTACIONES
La sostenida destrucción del
aparato productivo a lo largo de los últimos 15 años ha convertido al país
altamente dependiente de las importaciones para abastecer a los venezolanos de
productos de primera necesidad.
Pero la caída de la renta
petrolera significa que cada vez son menos los dólares que están disponibles
para importar alimentos, lo que actualmente se está traduciendo en largas colas
para ingresar a los supermercados, anaqueles vacíos e intentos por parte del
régimen por introducir mecanismos de racionamiento para administrar la escasez
como lo hacen sus mentores ideológicos cubanos.
Además de la escasez, el deterioro
de las cuentas externas también puede verse en la actual debilidad del bolívar
frente al dólar en el mercado negro, el cual es ilegal pero es el único al que
la inmensa mayoría de venezolanos tienen acceso.
“El nivel de reservas disponibles
en manos del gobierno, cuando cae a mínimos, se siente en el tipo de cambio
paralelo inmediatamente”, dijo el economista Alexander Guerrero, presidente de
TecnoEconomica.
Y eso explica parte de la
sostenida debilidad de la moneda nacional, que de continuar podría llevar el
tipo de cambio a tocar los 1,000 bolívares por dólar en cuestión de pocos
meses, señaló.
“Ante esta situación, el techo
del paralelo es el cielo, y es por eso que podemos ver como el dólar se ha
apreciado frente al bolívar en más del 100 por ciento desde finales de enero. A
esa velocidad —con un valor del dólar que se va doblando cada cuatro meses—
vamos a superar los $1,000 bolívares por dólar antes de que termine el año”.
Por: Antonio María Delgado
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