miércoles, 20 de mayo de 2015

¿QUIÉNES DEVOLVERÁN EL DINERO ROBADO A LOS VENEZOLANOS?

El dinero no tiene amigos ni patria ni ideología y cuando es producto de la corrupción menos. Cuando se desfalca a gran escala a un país se lo trastorna por completo, y eso precisamente es lo que ha sucedido y sigue sucediendo con Venezuela. A tal punto que la recuperación no parece nada fácil. Para un país con altos ingresos -que el Gobierno derrocha- la devolución de capitales de dudoso origen y llevados arteramente al exterior, podría ayudar a resolver, si no todos, buena parte de nuestros problemas.

Se estima en 300 mil millones de dólares el monto que hay en las cuentas bancarias extranjeras, según se ha reseñado en declaraciones e investigaciones en diferentes medios de comunicación nacional e internacional. El monto es increíble, aplastante es grosero. Es insólito que se hayan sustraído esa cantidad y no existan ni presos ni investigación ni nombres. El Estado, los políticos y todos los ciudadanos deberíamos exigir que ese dinero sea repatriado. El Gobierno de Maduro debería ser el primer interesado, puesto que el regreso de esos enormes capitales lo ayudaría a mejorar su angustia financiera. El presidente parece darse cuenta de la gravedad y empieza a dar señales de enfrentar con decisión la corrupción. Sin embargo habrá que esperar. Veremos que pasa solo el tiempo y las acciones dirán.

El malandro-ratero-delincuente de cuello blanco debe ser buscado, perseguido y castigado con las penas máximas que permita la ley pues ha desbancado a todo un país sin tener misericordia ni remordimiento con sus ciudadanos. Son unos sinvergüenzas. Pero también, no lo olvidemos, quienes dentro y fuera de la administración pública han sido sus cómplices, civiles y militares.

Si bien es cierto que el gobierno ha invertido en las clases más desposeídas un gran porcentaje de los ingresos percibidos, no es menos cierto que ésa no puede ser la excusa para que algunos ladrones se apropiaran del dinero de manera indebida y mal habida. Según los entendidos más del doble del presupuesto nacional estaría depositado en el exterior. Y eso es delito de extrema gravedad que perjudica a todos los venezolanos, maduristas, chavistas, opositores e indiferentes. Y no sólo desde la oposición y la escasa prensa independiente que va dejando el estrangulamiento oficial, también y con insistencia desde lo interno de la revolución se han denunciado muchas corruptelas. Giordani lo hizo, y no ha sido el único.

El país está endeudado con medio mundo, China, Rusia, líneas aéreas, las ensambladoras están en crisis. Ford, General Motors y Chrysler luchan por divisas. Al sector industrial se le deben unos miles de millones de dólares. Constructores de la Misión Vivienda, proveedores de muchos rubros son acreedores de PDVSA, por las expropiaciones de tierras y empresas se les adeudan grandes cantidades, los juicios en el exterior que perdemos y debemos honrar, y ese desfalco soterrado que es mantener a realazos a empresas que llevan años sin producir nada. El asunto es de cuidado y extremadamente delicado. Con lo que se han robado los desfachatados nos sobraría dinero para reactivar un país en crisis. ¿Qué pasa que nada pasa? ¿La indolencia y la complicidad son totales? ¿Por qué? ¿Quiénes están en el guiso?

Los casos son impúdicos y las demostraciones de riqueza son una bofetada a la pobreza. Alguien reseñó que jóvenes con menos de 30 años tienen cuentas con 150 millones de dólares. ¿De dónde los sacaron?, se pregunta la gente. Lamentablemente las cifras se consiguen afuera porque la transparencia no es precisamente una de las virtudes del Gobierno de Maduro. Y esa percepción ya permea a todos los sectores. En los últimos meses están saliendo a flote innumerables denuncias, el escándalo de la Banca Privada de Andorra, perteneciente a una red de blanqueo de capitales, el Banco Madrid, el HSCB, el financiamiento y entrega de dólares por parte de cadivi a la fundación ligada al partido Podemos de España, son unos pocos ejemplos de la gran estafa cometida al país.

Entendemos que fue presentada ante la Comisión de Política Interior de la Asamblea Nacional un proyecto de Ley de Repatriación de Capitales Forajidos. Muy bien ¿qué ha pasado? ¿Se le ha dado seguimiento? ¿Por qué no la aprueban? ¿Por qué no informan al pueblo de ese asunto? ¿Por qué no denuncian públicamente a quienes se oponen?

China y Rusia fueron cruelmente saqueadas y golpeadas por la corrupción. Cuando en esas naciones se restablece la independencia de poderes y la sensatez, los gobiernos comenzaron una repatriación progresiva de capitales forajidos. ¿Por qué no se hace lo mismo en Venezuela? ¿Acaso no son países aliados? ¿Por qué no les preguntan como hicieron? ¿Por qué no se copian o adaptan la ley a la idiosincrasia de nuestro país? ¿Por qué no hay interés? ¿Por qué no existe voluntad política para abordar el problema?

Pues bien todos candidatos a diputados(as) tienen la oportunidad para solicitar e incentivar el voto con un excelente ofrecimiento electoral que es factible, realizable, y está claramente dentro de las competencias de los integrantes a la Asamblea Nacional, y los aspirantes que se postulen deberán comprometerse formalmente firmando en notaria pública y publicando en los medios de comunicación masivos la voluntad y obligación sin dilación ni habladeras que dentro del primer mes de instaladas las sesiones aprobarán dos leyes claves para el país. La Ley de Amnistía para los presos y asilados políticos y la Ley de Repatriación de Capitales producto de hechos ilícitos.

Los ciudadanos estaremos pendientes y veremos quién se compromete, pero no sólo declarando –las palabras se las lleva el viento- además son muchas las decepciones, engaños e incumplimientos; hay que firmar y, de no cumplir, deberán renunciar. Así es como se obligan los valientes que de verdad y sinceramente quieren trabajar por su país y quien no lo haga no merece nuestro voto.


Por Armando Martini Pietri

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