lunes, 25 de mayo de 2015

DIOS (DADO) DEL CARTEL DE LOS SOLES

En su primer golpe de Estado con Chávez, el fallido, se hizo el muerto para salvarse

Ahora al militar no le apuntan fusiles sino un libro y EEUU

Lo acusan de ser el 'Padrino' del tráfico de coca en Venezuela

Le llaman el cártel de los soles por las medallas en forma de sol que llevan los militares

Diosdado Cabello, acusado por su propio guardaespaldas. 'No me... Diosdado Cabello, acusado por su propio guardaespaldas. 'No me rindo. Soy irreductible', responde él. REUTERS



En la noche del 3 de febrero de 1992, el teniente Diosdado Cabello se despidió de su esposa y de su pequeño hijo, y se metió en su lujoso Chevrolet Montecarlo de dos puertas. "Haz lo que tengas que hacer", le dijo con rostro grave su mujer, Marleny Contreras. Cabello se iba a dar un golpe de Estado.

El militar venezolano, vestido de civil y con una banda tricolor en el brazo, recorrió las calles de Caracas donde aún bullía cierta actividad. Eran las 11 de la noche. Cuando entró en una autopista llamada Valle-Coche vio venir por la vía contraria a un grupo acorazado compuesto por cuatro pequeños carros de combate. Diosdado pisó el freno, giró el volante, saltó la isla y se puso al final de la cola. "¡Es Diosdado!", gritaron los militares. El Montecarlo del teniente adelantó al grupo acorazado y se puso a la cabeza. Al salir de la autopista y llegar a los cruces con semáforo, Diosdado ponía el coche en una esquina, salía del vehículo y detenía la circulación para que pasaran las tanquetas. Los caraqueños no se creían lo que estaban viendo.

Al pasar por la emblemática Plaza Venezuela, un grupo de personas que comían perritos calientes en los puestos callejeros, les animaron. "Saquen a esos coños de madre de ahí". Se referían al Gobierno socialista de Carlos Andrés Pérez, que había sumido al país en la crisis. "Es una de las cosas más emocionantes que he vivido", confesaría Cabello 22 años después a la agencia de noticias AVN.

Cuando el temerario grupo acorazado y el Montecarlo se acercaron al palacio presidencial, fueron recibidos con una lluvia plomo. Uno de los oficiales que iba sobre la escotilla abierta cayó malherido.

Cabello sintió el impacto de las balas en su coche. Sacó su pistola y vació el cargador. Pero los fusiles del otro lado siguieron llenando su coche de agujeros. No había salida. Entonces, el teniente Cabello se tumbó en el asiento delantero y se hizo el muerto.

Ya era 4 de febrero. Más de medianoche. Un capitán y tres soldados se acercaron. Alguien abrió la puerta del coche. Vio un cuerpo tendido. "¡Está muerto!", gritó.

-¡Coño!, ¿y quién es? -dijo otro.

-¡Diosdado!

Sacaron al muerto del coche y lo tiraron al suelo. Lo examinaron. ¿Dónde demonios estaba el balazo? Un militar le pegó con la culata de su rifle, le rompió una costilla y Diosdado gritó de dolor. Ajá, el muerto estaba muy vivo. A por él. Los cuatro militares lo patearon. Diosdado sólo gritaba: "No joda, ¡ya van a ver cuando caigan! ¡Ya vamos a ganar!".

A lo lejos, los disparos cesaron de escucharse. Entonces alguien se volvió hacia Cabello y gritó: "¡Ajá, se rindieron! ¿Y ahora, quién los va a ayudar?".

El golpe militar dirigido por el teniente Hugo Chávez -más de 200 oficiales y suboficiales- y 2.000 soldados fracasó gracias a los servicios secretos que alertaron al presidente Pérez. Chávez y otros militares fueron a la cárcel. Diosdado pasó 22 meses entre rejas, interrogatorios y presiones psicológicas.

Cuando el presidente Caldera concedió el indulto a Chávez, retomaron su conquista del poder por otras vías. Chávez creó el Movimiento V República. En 1998 ganó las elecciones. En estos 17 años, Cabello ha sido vicepresidente de gobierno, ministro de Interior, ministro de Obras Públicas y Vivienda, gobernador del estado Miranda (parte de Caracas), diputado y por último, su actual cargo, presidente de la asamblea.

Militar de la línea dura, ese hombre de 52 años es el número 2 del régimen chavista. Bajo, de constitución fuerte y con cuello de toro, ahora sufre una de las más duras acusaciones: es supuestamente el cabecilla de una red militar que trafica con cocaína. Y lo peor es que cada vez hay más evidencias.

La primera pista fue destapada en 2010 por WikiLeaks en un cable confidencial de la embajada de Estados Unidos en Venezuela (número 09CARACAS918a). Orlando Ochoa, un reputado economista venezolano, había explicado a representantes norteamericanos los manejos de Diosdado Cabello: abusando de su poder ministerial, había creado una red de bancos y compañías para traficar con divisas. "Chávez está preocupado por la creciente influencia de Cabello en el gobierno", confesó Ochoa, «pero no sabe cómo pararlo".

Los 116 telegramas de WikiLeaks

Cabello y sus secuaces estaban usando el poder de forma tan corrupta que la izquierda chavista se fue distanciando, acusándolo de traidor al socialismo. Pero nadie le desafiaba. Ni la prensa. Le temían. "Es peligroso", decía Ochoa. Su nombre salía en 116 telegramas confidenciales destapados por WikiLeaks.

Las acusaciones se han mantenido sin pruebas claras hasta que el corresponsal de ABC en EEUU, Emili Blasco, hizo unas revelaciones sorprendentes este enero. Leamsy Salazar, el guardaespaldas de Chávez durante 10 años, y ahora de Cabello, había huido a EEUU. Allí confesó que Diosdado era el jefe de un cártel de narcotraficantes de Estado. El cártel de los Soles (por las medallas en forma de sol que llevan los militares).

La cocaína, procede de Colombia. Es la fuente de financiación de la guerrilla comunista de las FARC. Pero debido a la feroz persecución del gobierno colombiano y de EEUU, los guerrilleros sacan la droga a través de la frontera hacia Venezuela. Allí están sus aliados chavistas. Se traslada a las costas venezolanas donde parte hacia EEUU o Europa a bordo de lanchas y aviones.

El periodista Emili Blasco acaba de escribir un libro titulado Bumerán Chávez. Ahí describe cómo el propio Chávez dirigía antes las operaciones de tráfico de drogas para ayudar a financiar a la guerrilla colombiana. El testimonio de Salazar es espeluznante. Vio cómo el presidente Chávez ordenaba al presidente de PDVSA, la petrolera, lo siguiente: "Rafael, cómprales a las FARC toda la mercancía. Págales un primer plazo de 500 millones de dólares. Le vamos quebrar el espinazo a Uribe. Pa' joderlo". (Uribe, presidente de Colombia y gran enemigo de las FARC y de Chávez).

Según relata Salazar en el libro, el jefe del narcoestado ahora es Cabello, al que vio dar órdenes para que unas lanchas partieran de Venezuela llenas de paquetes de coca. También le ha visto recibir maletas llenas de dólares, y sabe dónde se guarda el dinero.

The Wall Street Journal confirmó que la fiscalía de estadounidense investiga las supuestas actividades de narcotráfico de Diosdado Cabello y de altos mandos militares del chavismo. Próximo paso: cursar una orden internacional de arresto, como ya ha ocurrido con otros militares venezolanos.

Tráfico de drogas, de divisas, nepotismo, corrupción, malversación, robo... Las balas acusadoras le llueven de todos los sitios a Cabello. Pero ahora, no le basta con hacerse el muerto como cuando era teniente y salvó su vida en 1992. Ahora una de estas balas puede acabar con su vida política. Incluso puede detonar la caída definitiva del régimen chavista.


Por: Carlos salas

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