lunes, 2 de febrero de 2015

LA FANB Y EL ENEMIGO

La noticia del día hoy nos remite al polémico decreto, dado a conocer ayer por el Ministerio de la Defensa, donde se autoriza el uso de armas mortales para reprimir manifestaciones. Son varios los diarios que dedican a esto sus grandes titulares hoy.
El Norte en Barcelona: “El Estado autorizó uso de armas de fuego en protestas”.
El Tiempo en Puerto La Cruz: “Provea: Es violatoria la norma sobre el uso de armas en protestas”.
El Carabobeño en Valencia: “El gobierno decreta pena de muerte en el país”, es el criterio de Delsa Solórzano, Coordinadora del Comité de Derechos Humanos de la Mesa de la Unidad. El Periodiquito en Maracay: “Revuelo por orden durante protestas”. Según resolución del Ministerio de la Defensa está autorizado el uso de armas mortales en manifestaciones.
El documento explica que deben emplearse como último recurso para evitar los desórdenes, apoyar las autoridades legítimamente constituidas y rechazar toda agresión. La Fiscal General de la República indicó que el Ministerio Público revisará la resolución del Ministerio de la Defensa. El Defensor del Pueblo rápidamente justificó la norma alegando que el uso progresivo y diferenciado de la fuerza es para preservar  la paz.
El diario Últimas Noticias le da espacio a Tareck William Saab: El Defensor del Pueblo afirmó que la disposición mantiene claramente la prohibición del porte y uso de armamento para controlar reuniones públicas pacíficas. Según lo que se leyó en la prensa no fue así.
Sobre el particular,  nos llama la atención la opinión del Alcalde de Baruta y abogado constitucionalista, Gerardo Blyde,  en sus declaraciones a Unión Radio: “la norma no es mala pero tiene algunas partes que se deben corregir”. Blyde aseguró que el reglamento emanado del ministerio de la Defensa deriva de la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional y de principios constitucionales. “A veces la gente extrae un artículo con las pinzas y hace un escándalo y no estamos para eso, hay que ser responsables”.
Una opinión también muy particular es la que emite la experta en asuntos militares, Rocío San Miguel, la abogado expresa: “La norma es ambigua pero en principio no es del todo malo”
Recordemos, ayer lo leímos en la primera página de El Nacional, y en lo personal nos causó estupor. ¿Cómo es que ahora se pasa directamente a autorizar armas de fuego? Si cuando éstas no se autorizaban y se permitía utilizar perdigones y lacrimógenas, hubo los muerto que hubo y el desmadre que se dió. Tanto así, que por ejemplo, Human Rights Watch en su informe 2014 sobre Venezuela dice: “Hay uso excesivo de la fuerza en las protestas en el país. Se usó munición real contra manifestantes. Las fuerzas de seguridad usaron rutinariamente y de forma ilegal la fuerza contra manifestantes desarmados.” Eso era antes del decreto, ahora con el decreto ¿cómo será la situación?.
 La reflexión la hacíamos ayer, sobre todo, teniendo fresco en la memoria los sucesos del caracazo, cuando jóvenes soldaditos inexpertos traídos del interior, muy nerviosos, armados con su fal, terminaron disparando contra las multitudes. Los soldados, dicen todos los expertos, el ejército, no está para manejar asuntos de orden público, no lo sabe hacer. El ejército sólo sabe combatir a un enemigo.
Sacar al ejército a la calle es pensar entonces que la calle de los venezolanos es el enemigo. Y a ello fue que apuntó la mancheta del diario El Nacional en el día de ayer: “La Fuerza Armada Nacional está considerando a los venezolanos como enemigos”. Eso ha provocado la reacción del Ministro Padrino López, quien en un tuit ha dicho, y el mismo diario El Nacional lo publica en primera página: “La Fuerza Armada Nacional Bolivariana reitera que está hecha de venezolanas y venezolanos y rechaza la vil tendenciosa mancheta de El Nacional”
Por lo pronto se dice: “Padrino López ha creado un Estado de Excepción al margen de la constitución. Activistas de Derechos Humanos consideran que la resolución del Ministerio de la Defensa que autoriza el uso de armas mortales en el control de manifestaciones y reuniones públicas, constituye la instauración de un estado policial”.

Más allá de las consideraciones legales, constitucionales, en la práctica hay una realidad. Sin ese decreto tuvimos muertos y heridos ¿qué pasará ahora con ese decreto en la calle? Y, además, ¿por qué el General Padrino suelta el decreto? ¿Qué está sospechando el General Padrino, en particular, y  el gobierno, en general, que habrá de ocurrir en las calles venezolanas en los próximos días?

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@Mivzlaheroica