Carta de una Profesora de un
instituto público con acertadísima y lapidaria frase final.
Yo no soy víctima de la Ley de
Educación. Tengo 60 años y he tenido la suerte de estudiar bajo unos planes
educativos buenos, que primaban el esfuerzo y la formación de los alumnos por
encima de las estadísticas de aprobados y de la propaganda política.
En jardín (así se llamaba
entonces lo que hoy es "educación preescolar", mire usted) empecé a
estudiar con una cartilla que todavía recuerdo perfectamente: la A de
"araña", la E de "elefante", la I de "iglesia" la
O de "ojo" y la U de "uña".
Luego, cuando eras un poco mayor,
llegaba "Semillitas", un librito con poco más de 100 páginas y un
montón de lecturas, no como ahora, que pagas por tres tomos llenos de dibujos
que apenas traen texto.
Eso sí, en el Semillitas, no
había que colorear ninguna página, que para eso teníamos cuadernos.
En Primaria estudiábamos Lengua ,
Matemáticas , Ciencias e Historia. En 6º de Primaria, si en un examen tenías
una falta de ortografía del tipo de "b en vez de v" o cinco faltas de
acentos, te bajaban y bien bajada la nota.
En Bachillerato, se estudiaba
Historia de Venezuela, Universal, Ingles, Francés, Latín, Literatura y
Filosofía, entre otras.
Se leía El Quijote, el Lazarillo
de Tormes; las "Coplas a la Muerte de su Padre, Doña Barbara, Lanzas
Coloradas, Cien Anos...
Pero, sobre todo, aprendí a
hablar y a escribir con corrección.
Aprendí a amar nuestra lengua,
nuestra historia y nuestra cultura.
Y.. vamos con la Gramática.
En castellano existen los
participios activos como derivado de los tiempos verbales.
El participio activo del verbo
atacar es "atacante"; el de salir es "saliente"; el de
cantar es "cantante" y el de existir, "existente".
¿Cuál es el del verbo ser? Es
"ente", que significa "el que tiene identidad", en
definitiva "el que es". Por ello, cuando queremos nombrar a la
persona que denota capacidad de ejercer la acción que expresa el verbo, se
añade a este la terminación "ente".
Así, al que preside, se le llama
"presidente" y nunca "presidenta", independientemente del
género (masculino o femenino) del que realiza la acción.
De manera análoga, se dice
"capilla ardiente", no "ardienta"; se dice
"estudiante", no "estudianta"; se dice
"independiente" y no "independienta"; "paciente",
no “pacienta"; "dirigente", no dirigenta";
"residente", no "residenta”.
Y ahora, la pregunta: nuestros
políticos y muchos periodistas (hombres y mujeres, que los hombres que ejercen
el periodismo no son "periodistos"), ¿hacen mal uso de la lengua por
motivos ideológicos o por ignorancia de la Gramática de la Lengua Española ?
Creo que por las dos razones. Es más, creo que la ignorancia les lleva a
aplicar patrones ideológicos y la misma aplicación automática de esos patrones
ideológicos los hace más ignorantes (a ellos y a sus seguidores).
Les propongo que pasen el mensaje
a vuestros amigos y conocidos, en la esperanza de que llegue finalmente a esos
ignorantes semovientes (no "ignorantas semovientas", aunque ocupen
carteras ministeriales).
Lamento haber aguado la fiesta a
un grupo de hombres que se habían asociado en defensa del género y que habían
firmado un manifiesto.
Algunos de los firmantes eran: el
dentisto, el poeto, el sindicalisto, el pediatro, el pianisto, el golfisto, el
arreglisto, el funambulisto, el proyectisto, el turisto, el contratisto, el
paisajisto, el taxisto, el
artisto, el periodisto, el
taxidermisto, el telefonisto, el masajisto, el gasisto, el trompetisto, el
violinisto, el maquinisto, el electricisto, el oculisto, el policío del esquino
y, sobre todo, ¡el machisto!
SI ESTE ASUNTO "NO TE DA
IGUAL",
COMPARTELO, POR AHÍ, CON SUERTE,
TERMINA HACIENDO BIEN HASTA EN LOS MINISTERIOS.
Porque no es lo mismo tener
"UN CARGO PÚBLICO" que ser "UNA CARGA
PÚBLICA".
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