Nos es grato presentar a ustedes
el RELATO de la SEÑORA LUISA DE BELTRÁN, quien, accediendo a nuestra solicitud,
Hará algunas consideraciones con respecto a los últimos acontecimientos
políticos de su país.
-Muy buenas tardes, señora.
=Buenas tardes, señor López.
-Los amigos de las Fuerzas
Armadas quieren conocer algunas de sus experiencias con respectoa su salida de
Bolivia.
=Agradezco. Desde ya, la
oportunidad que me brindan de ponerme en contacto con los cientos de amigos que
creo llegaré a contar despés que en este lenguaje humano de mujer, pueda hacer
un relato de cómo fueron los acontecimientos en Bolivia y muy especialmente
haré algunas consideraciones más extensas a la forma cómo fue destruido el
Ejércitode mi Patria.
Es bien sabido por todo el
elemento pensante del mundo Latino que mi Patria contaba con un Ejército muy
bueno, perfectamente Dotado y que quienes integraban sus filas eran elementos
más salientes dentro de nuestro conglomerado; tenemos pruebas Evidentes de
esto, ya que cuantas veces correspondió a que representantes del Colegio
Militar salieran fuera de las fronteras los Comentarios recogidos y la
impresión dejada era siempre muy halagadora para nuestra condición de
ciudadanos. No me detendré A hacer historia porque esto sería cansar al
auditorio. A raíz de una serie de acontecimientos de carácter políticos, las
fuerzas de Extrema izquierda, que muy disimuladamente ganaban terreno en la
población civil, fueron creando como
primera consigna una hostilidad a la oficialidad; al correr del tiempo ésta había tomado cuerpo, muy especialmente
dentro de los Claustros Universitarios, desde donde salía topdo aquello que
mostrase a la ciudadanía toda de que el Ejército era una carga onerosa para el
Estado. Esta situación fue una realidad muy breve, porque a la sombra de la
buena fe de la Institución estaba creciendo una sola consigna muy bien
dirigida.
Varios militares fueron llevados
a ocupar la Presidencia de mi País, pero su labor patriótica era socavada muy
mañosamente por los partidos de la extrema que no hacían otra cosa que alentar
la opinión del pueblo hacia una obra realmente enconada contra los militares. A
la ascensión al poder del Presidente CORONEL GUALBERTO VILLARROEL, una fuerza
civil se brindó a colaborarlo en su ardua labor de gobierno, pero esta fuerza
que era del nidal del marxismo de donde salían las directrices y aquella santa
misión impuesta por el soldado mártir, era desde sus principios totalmente
tergiversada creando de este modo el descontento dentro de la clase media y la
total desorientación en el núcleo mismo del Ejército joven. Se pisoteó
impunemente la buena fe de la Institución Armada cuyo resultado fue, en la hora
de prueba, un Presidente militar guindado de un árbol al lado de su Edecán y,
posteriormente, la turba enardecida asaltaba la cárcel donde estaban recluidos
la mayor parte de los oficiales y eran arrancados de allí para seguir la misma
suerte de nuestro Presidente mártir, de cuyo nombre hoy, paradíjicamente, las fuerzas de izquierda quieren servirse...
Este fue el primer golpe brutal descargado contra el Ejército. Siete años más
tarde aquellos que habían colaborado material y directamente en el martirologio
del CORONEL VILLARROEL, MAYOR EGUINO, MAYOR ESCOBAR, CAPITAN VILLABIAN Y
TENIENTE OBLITAS, esos mismos, en extraño maridaje con el Partido del
Movimiento Nacionalista Revolucionario, daban el golpe de gracia al Ejército.
Los Cadetes eran perseguidos como
vulgares criminales; la consigna del pueblo era que "quien mata a un
cadete hace verdadera labor de patria".
La primera Orden General -una vez
que PAZ ESTENSORO estuvo en el poder- no fue confeccionada por el Estado Mayor
General sino que fue elevada primero a consideración de la Central Obrera, la
cual, de una sola vez, borró de los
escalafones a todo el grueso de jefes y oficiales, quedando en realidad muy
pocos, aquellos que se habían juramentado bajo la promesa de ocupar grandes
situaciones dentro de la política del país. También el Ejército de mi Patria
tuvo su JUDAS, este fue el nefasto SELEMA, quien sabiendo que por sus medios
morales jamás llegaría a la silla presidencial, traicionó lo más sagrado que
tiene aquel que juró a la tricolor.
Hay un nudo de angustia que me
aprisiona el corazón, porque como madre, como mujer y muy especialmente como
boliviana, he visto con dolor este crimen en masa cometido contra la
Institución que es para todo país la columna vertebral de su subsistencia. La
sañuda persecución no sólo era a los Jefes y Oficiales, ésta alcanzó a las
esposas, hijos, hermanos y padres.
La esposa del GENERAL BERNARDINO
BILBAO RIOJA, distinguida dama de la sociedad londinense, quien a raíz de un
accidente quedó en estado de Parálisis, fue condenada a prisión en su
residencia, no permitiéndosele que ninguna persona le ayudase en sus quehaceres
domésticos, dada la Situación física en la que se encontraba; a raíz de tanto
vejamen sufrido, expiró en una triste mañana de invierno, no habiéndosele
permitido al Héroe máximo de la Guerra del Chaco, como es el GENERAL BILBAO,
que siquiera cerrara los ojos de quien fue tan abnegada compañera. A la hija del
CORONEL PINTO, una niña de 15 años, fue llevada a los calabozos de la Policía
para que declarase dónde se encontraba su padre; fue necesariala intervención,
incluso, del Internuncio para evitar que se cometieran mayores ultrajes con la
hija de quien había sido varias veces Ministro de la Defensa.
Se enviaba al exilio a los
militares, impidiendo que su señora e hijos los acompañaran. Entonces era
cuando las esposas enloquecían o se suicidaban. Dos veces por semana,
justamente a eso de las tres o cuatro de la mañana, los elementos
pertenecientes a la Central Obrera o Milicias armadas, inspeccionaban los
hogares, hacían la requisa reglamentaria; era la oportunidad mejor para
llevarse las cosas de algún valor, para levantar historias de confabulación a la
causa del pueblo y, por último, para hacer escarnio del pudor de quienes
callada y resignadamente eran víctimas de tanto atropello.
Pero ni esta persecución aminoró
el temple nuestro; desde la clandestinidad constituimos un grupo de esposas de
militares y trabajamos con esmero hasta que por delaciones, que nunca faltan,
fuimos perseguidas con el riesgo de nuestras propias vidas. Tuvimos que buscar
el asilo diplomático y también abandonar el país.
Somos centenas de madres que sin
más riquezas que nuestra propia fe, andamos deambulando por esta América, con los
hijos en brazos, hablando al mundo civilizado de nuestra triste condición de
parias, por el sólo delito de haber formado parte de la familia militar.
Salimos de la patria sin un centavo puesto que todo cuanto poseíamos, como bienes
raíces o enseres domésticos, tuvimos que abandonarles sin darnos la oportunidad
de llevar siquiera las ropas y el alimento de nuestros hijos.
Larga, muy larga ha sido y es aún
la caminata que nos toca realizar, pero vamos por ello con la convicción de que
el ejemplo vivido en Bolivia servirá de ejemplo para la familia militar de
nuestra América. Elevamos nuestra voz de alerta pidiendo al TODOPODEROSO que el
viacrucis de la familia militar boliviana sea uno solo, pero para ello es
menester hacer de la UNIDAD una verdadera muralla donde no haya más consigna y
convicción que la Patria, con una Institución Militar digna y ennoblecida al
servicio de un bien común.
Gracias mil por haberle permitido
este pequeño desahogo a mi corazón y quiero que estas, mis palabras, lleguen al
corazón de la esposa del militar quien, mejor que nadie, sabrá comprenderme y
aquilatar la tremenda hecatombe que ensombrece el límpido cielo de los Andes
Bolivianos hasta cuyas eternas nieves llegaron en un pasado las glorias de dos
grandes Soldados, como lo fueron BOLÍVAR y SUCRE.
Vicente Narváez Churión
SEGUIRÁ:...PLAN
BOLIVIANO...ENTREGA 8
9na. Parte...REESTRUCTURACION DEL
EJERCITO DE BOLIVIA.
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