Si para Santos la votación de la
OEA representa un duro golpe diplomático, porque el voto nulo Panameño impidió
lograr los 18 votos necesarios para convocar la Reunión de Cancilleres; para
Maduro el resultado es mucho mas grave porque parece marcar el fin de la
“solidaridad automática” que se venía aplicando en el organismo hemisférico y
en otras organizaciones regionales. En esta oportunidad tan sólo 4 países
acompañaron a la posición “bolivariana”: Bolivia, Nicaragua, Ecuador y Haití.
El resto voto a favor de Colombia (17) -muchos de ellos miembros del ALBA- y el
resto se abstuvo.
Entre las abstenciones resalta de
manera especial la posición del Brasil, que se va distanciando paulatinamente
de dar su respaldo y comienza a mostrar públicamente su preocupación con el
giro del cierre de fronteras y la migración
que ha representado según la ONU el desplazamiento de 20.000 Colombianos
humildes. Ciertamente la posición de Lula y Dilma, -que en el pasado se
identificaban con su aliado fronterizo-
ha tenido grandes presiones internas que van desde la posición del
candidato presidencial Aecio Neves y su partido PSDB y otros partidos de
oposición, hasta sumar la posición del partido de Co-Gobierno PMDB de José
Sarney. Los ex-presidentes como Fernando Henrique Cardoso y Sarney, junto a la
posición de la gran prensa y de los empresarios van presionando a una Dilma
Rousseff cada vez más debilitada por la grave crisis que atraviesa, y por las
denuncias de corrupción (muchas de ellas con Venezuela).
Varios cambios deben ser
observados: La visita de Mitzy Ledezma y Lilian Tintori, marcan un giro en la
posición del Itamaraty de no recibir a dirigentes opositores, ya que al ser recibidas en la Cancilleria de Rio
Branco por instrucciones directas del Canciller, abren un distanciamiento con
la Administración Maduro, a lo que se suma el desagrado producido por el
impacto del atropello en Caracas contra los 6 senadores presidida por Aecio
Neves, que produjo una nota diplomática dura de la Cancillería Brasileña. La
reciente carta dirigida por María Corina Machado que fue leída en la Comisión
de Política Exterior tuvo como resultado una interpelación al Canciller, quien
anuncio que insistiría en promover la observación internacional calificada para
las elecciones del 6 de Diciembre, a lo que se suma su visita a Colombia y a
Venezuela. La ausencia de Maduro y Delcy, quienes se encontraban hace días en
un largo periplo, obligo a los Ministros de Relaciones Exteriores de Brasil y
Argentina a trasladarse a Jamaica con el
fin de propiciar el dialogo como solución pacifica. Pero también muestran una
irresponsable actitud de los conductores de la política exterior venezolana, en
momentos en que la frontera arde y el Hemisferio sigue con mayor preocupación
esa grave situación que los propios responsables.
Las declaraciones del Embajador
de Brasil en Guyana Lineu Pupo de Paula el dia de la Fiesta Nacional del 7 de
Septiembre, evidencian por primera vez en público, la posición de apoyo a la
reivindicación Guyanesa, y pone de relieve otra fragilidad de la actual
diplomacia en otra frontera, porque permitió que el Presidente Granger
destacara que “nos entusiasma la determinación de Brasil de no aceptar ningún
disturbio en sus fronteras”.
Es el momento de dejar de lado la
posición anti-integracionista de cerrar el paso de las fronteras, ya que ello
afecta de manera global a la América del Sur, y hacer todos los esfuerzos por
apagar el “incendio” generado, ya que de no hacerlo, el aislamiento ira
aumentando.
Por Milos Alcalay
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