lunes, 30 de marzo de 2015

VOZ DE ALARMA # 3 EL PELIGRO REAL DE DISOLUCIÓN NACIONAL

Que el pueblo llano no se haya dado cuenta aún es más bien lógico, pero que las élites llamadas “cultas” tampoco lo entiendan es de una gravedad inusitada: estamos al borde de desencadenar la disolución del Estado venezolano y todavía hay quienes se creen en el derecho de “poseer” su dirección política, como si se trata solo de “repartir” la renta petrolera menguada con sus actuales comensales u otros distintos, o con otros beneficiarios, bien sean emergentes o revanchistas del pasado, desalojados de sus enormes privilegios a inicios de este siglo.

Perdóneseme antes que nada el abuso de meter entre los “cultos” a la masa de indigentes intelectuales de la llamada izquierda que pulula entre los beneficiarios de este régimen en pleno colapso y que fueron “formados” en su mayoría en las universidades autónomas e institutos militares en las últimas décadas, donde se cuentan por decenas los exministros chavistas.
EL territorio de esta república nuestra, aunque semeje la piel de zapa encogida por la idiotez de sus gobernantes en los casi dos siglos de nuestra existencia separada de la Gran Colombia y del imperio español, puede ser objeto, en cuestión de muy pocos años y cuidado si de pocos meses, de un conflicto de rapiñas de efectos demoledores , por haber cohonestado, nuestras FFAA, bajo sus propias narices y hasta presenciándolo impasibles, el descuartizamiento de nuestra base territorial, que nos funda como nación y Estado independiente.
Los altos mandos de las FFAA de forma absolutamente inequívoca se han comportado como sujetos cómplices infraganti del crimen de lesa patria, abandonándola a su peor suerte.
Si aún hay paniaguados llenos de medallas en su uniforme, que suenan como un “chineco” navideño al caminar, hechos con chapitas de mayor utilidad que esas condecoraciones, más les convendría pedir la baja ante la certeza que serán llevados a la aventura de mayor sinrazón de toda su vida, si es que pretendieran ser usados en la “defensa” del estado chavista que hace de proconsulado cubano.
Al hecho repugnante de ver perdido nuestro control soberano sobre vastos territorios de los estados de fronteras, hoy bajo dominio de las FARC, por decisión del “comandante eterno” que auspició o celestineó esa usurpación, ahora se suma al demencial control de las bandas paramilitares rojas llamadas “colectivos revolucionarios” que están todos siendo sometidos a sangre y fuego, a la autoridad ilegal de Freddy Bernal como “delegado oficial” de Maduro y Cilia Flores para esos menesteres.
Los “colectivos” de varias ciudades, así como ocurre con los Frentes de las FARC y partidas de bandoleros del ELN y paramilitares, están asumiendo el control territorial a espaldas o mejor dicho a expensas por exclusión de la autoridad del Estado. Es esta la primera fase de la disolución territorial, luego obligadamente sobrevendrá la presencia de tropas “amigas” o “enemigas” según sea la ubicación ideológica que se atine a adoptar… y ya estaríamos entonces a punto de presenciar el colapso histórico de la base territorial que daba realidad a nuestro Estado venezolano.
El cáncer político de Chavismo y su metástasis masiva representada en el madurismo-diosdadismo está a punto de hacerse visible ante el pueblo común que los padece pero aún no ante sus beneficiarios: las élites de ambos bandos que les han prohijado o alcahueteado, hasta llegar a esta pavorosa situación donde aquello que se llamaba el Estado Venezolano será convertido en un guiñapo, en jirones en manos de pandillas, bajo garras de “perros de la guerra” de mafias narco-traficantes.
ESTA ES LA HERENCIA DE CHAVEZ y de sus hijos malvados, que simulan idiotez, lo que nada les cuesta por serlo también para acometer, solo por ambición de latrocinios gigantescos, esta asquerosa tarea de ejercer como mandamases a la fuerza de este proceso de caos y disolución nacional solo amparados en la docilidad y cabronería de los altos mandos militares que son parte indisoluble de esas mismas elites del caos, encorbatados o uniformados.
¿Cuál es el límite jóvenes oficiales y soldados? ¿Cuántas fosas comunes deberán llenarse por decisión de sus oficiales superiores para que entiendan que aquello que separa a una nación de bárbaros de una civilizada es la convivencia dentro y sobre un territorio común, amparadas por la aplicación de leyes emanadas de una autoridad legítima?

Por Alberto Franceschi G
Desde el exilio: 29 de Marzo de 2015


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