No sé hasta cuándo vamos a seguir
oyendo mentiras de la oposición polarizada o conservadora, que se empeña en
sacar el máximo beneficio ideológico posible en su enfrentamiento consensuado
con el Gobierno. Esa cantaleta de que el país marcha hacia una dictadura
marxista-leninista, hacia el comunismo científico o hacia el socialismo “real”,
a los cuales identifican con el socialismo del siglo XXI inventado por Chávez,
es tan cansona para todo el mundo como las mentiras del Gobierno de la guerra
económica. Si piensan que con esa cantaleta
van a ganar la voluntad de los votantes, están equivocados y volverán a
ser derrotados como siempre. Ahora se le unió la Conferencia episcopal, la cual
cae exactamente en las mismas afirmaciones absurdas y no presenta ningún camino
alterno que sea capaz de entusiasmar absolutamente a nadie.
Lo he dicho decenas de veces y lo
repito: el actual gobierno no es en absoluto marxista, ni socialista de ningún
siglo, como lo demuestra la inalterabilidad del modelo económico existente. Seguimos
siendo un estado capitalista mono productor, atrasado, que exporta materia
prima (combustible fósil), con una sola empresa grande, PDVSA, que además es
estatal, y cuya burguesía, tradicional o nueva, se ha creado de los negocios
con los distintos gobiernos: adecos o copeyanos en el pasado y chavistas y
maduristas en este siglo. Políticamente es una democracia electoral autoritaria
y demagógica, cada vez más represiva y menos democrática, cuya claque
gobernante es ignorante, ineficaz y corrupta, tanto o más que la dirección
opositora polarizada que le hace el juego, y que pretende perpetuarse en el
poder en una alianza con el lumpen y una Fuerza Armada “dañada”, para usar un
término popular.
Alguien me podría decir: ¿Dónde
está el marxismo, entonces? ¿La entrega de nuestros activos petroleros, mineros
y de ciertas zonas geográficas, para ser trabajadas como zonas especiales,
donde se permitirá la sobre explotación de nuestros recursos y de la fuerza
laboral venezolana o traída, según el caso, es acaso comunismo o marxismo?
¿Dónde aprendieron eso? ¿Revolución y antiimperialismo? Otro mito mantenido
sólo por un discurso gubernamental que parece agresivo y retador, pero que en
la realidad no se corresponde con una práctica que sigue manteniendo al norte estadounidense
como el principal socio comercial de Venezuela y como el sitio por excelencia
para vacacionar y guardar e invertir los recursos mal habidos en el país; no
hay sino que ver el llanto y el pataleo cuando se les amenaza con la
eliminación de sus visas y el bloqueo de sus cuentas bancarias.
Ya es hora de que el pueblo
venezolano reconozca las mentiras de la oposición polarizada sobre el Gobierno
y las de éste sobre aquélla. Ambas sólo tienen como objetivo engañar y mantener
la ficción de enfrentamientos irreales.
Por Luis Fuenmayor Toro/@LFuenmayorToro
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