Dios todopoderoso, dueño nuestro y señor de la patria, en esta hora aciaga adversa para nuestras vidas y para la paz, te necesitamos señor.
Nos sentimos agobiados, fatigados y apesadumbrados, pero no abatidos, ni vencidos, ni rendidos.
Precísanos tu alivio, consuelo y fortaleza, para llenarnos de arrojo serenidad y sabiduría.
Señor nos diste una tierra rica y genial, nación consagrada de razas, cultura y folclore, que nuestros ancestros gallardamente la hicieron país y con el esfuerzo de los siglos lo hemos edificado como Patria.
Queremos ser nación en libertad y con libre albedrio, una nación cuya identidad sea la pasión por la verdad, cuyo ardor sea la justicia, y cuyo compromiso sea el bien común.
Señor Jesucristo, tu máxima ley es el amor, queremos erradicar el odio; tu gran anhelo es darnos vida, aspiramos desvanecer los vientos de muerte. Tú luchaste por tus coterráneos contra la tiranía del totalitarismo, nosotros ansiamos rescatar nuestra autonomía regional y administrar el futuro de nuestros hijos, y de los hijos de nuestros hijos.
Danos la valentía de la libertad de los hijos de Dios para amar y servir a todos sin excluir a nadie ,privilegiando a los pobres , ennobleciendo a nuestras mujeres ,madres e hijas ,optando por los niños y niñas , y adultos mayores , y sobre todo enalteciendo el tesoro inagotable de la juventud .
Danos voluntad misericordiosa para perdonar, ímpetu davídico para aborrecer el odio y energía de espíritu santo para edificar la justicia y lograr tu gracia que es la paz verdadera de todos los pueblos.
Concédenos la sabiduría del dialogo sincero y noble, leal a ti y a tu palabra salvadora.
Agrácianos con el don de la alegría, en la esperanza que no defrauda ni malversa tus sagrados dones.
En esta hora de incertidumbre e inseguridad tu nos convocas, y estamos dispuestos , Es hoy y no mañana , es ya y no mas tarde, es aquí y no mas allá, es con nosotros y no con otros , es contigo y no con nadie mas .
Queremos que nos concedas el espíritu del martirio para poder soportar los sufrimientos y los suplicios, si por nuestras acciones valientes nos tocase el privilegio de padecer en tu nombre y por los nuestros.
Tu nos llamas hoy, te decimos con emoción venezolana aquí estamos. No estamos solos, María tu Santísima Madre de Coromoto nos acompaña con sus hijos predilectos, como son los mas necesitados; nuestros indígenas.
Ella como madre de todos los venezolanos grita con nosotros en voz de clamor.
“Venezuela” “Salve” Aurora jubilosa de una patria soberana; que te bendice y te clama con sus historias gloriosas.
Todo esto te lo pedimos a ti. Dios y señor que nos gobiernas y nos impulsas hasta llegar a la justicia y a la paz de nuestra querida patria Venezuela.
AMEN
Por PADRE JOSE PALMAR.
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